Hay una gran confusión respecto a las alergias alimentarias. Se llegan a declarar hasta un 90% de reacciones alérgicas que no lo son. La alergia alimentaria es un problema de salud pública que al 5% de los niños y el 4% de los adultos en los países desarrollados. Algunos expertos especulan que la incidencia podría estar aumentando, pero la falta de una definición uniforme de alergia a los alimentos ha dificultado la determinación de la magnitud real de este trastorno.
El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas [(National Institute for Allergy and Infectious Diseases (NIAID)] acaba de publicar su Guía para el Diagnóstico y Tratamiento de la Alergia Alimentaria que es la culminación del esfuerzo de dos años por parte de organizaciones médicas, agencias federales y grupos de defensa de los pacientes. La importancia de este documento es que se realiza en tres versiones: a) una guía completa, b) un resumen para médicos generales y especializados en otros ámbitos - como atención primaria, dermatología, gastroenterología, urgencias, pediatría -que a menudo se encuentran pacientes con síntomas o sospecha de alergia alimentaria o reacción a los alimentos y, c) un resumen para pacientes y familias (que aparecerá en el transcurso del 2011).
Como ya he dicho en alguna ocasión, estas guías suelen ser prolijas y pesadas pero esta es un poco diferente por estar dedicada a médicos y a enfermos. Esta guía define muy bien lo que es la alergia a los alimentos y la distinción de otras reacciones adversas a los alimentos, explica el proceso de diagnóstico, indica qué pruebas son útiles y cuáles no, y describe la "mejor manera" de tratar y aconsejar a los pacientes alérgicos, controlar sus síntomas y evitar la reacción anafiláctica.
Como ya he dicho en alguna ocasión, estas guías suelen ser prolijas y pesadas pero esta es un poco diferente por estar dedicada a médicos y a enfermos. Esta guía define muy bien lo que es la alergia a los alimentos y la distinción de otras reacciones adversas a los alimentos, explica el proceso de diagnóstico, indica qué pruebas son útiles y cuáles no, y describe la "mejor manera" de tratar y aconsejar a los pacientes alérgicos, controlar sus síntomas y evitar la reacción anafiláctica.
En la actualidad, no existe un tratamiento para la alergia alimentaria, sólo puede evitarse eliminando el alergeno y sólo tiene tratamiento de los síntomas. El diagnóstico de alergia también puede ser difícil debido a que hay reacciones a alimentos no alérgicas, son intolerancias a menudo catalogadas como alergias alimentarias.
Al escribir este post he sentido un cosquilleo emocional y nostálgico al recordar a José Ignacio Sierra, que fue Jefe de Inmunoalergia del hospital, hombre cabal, y al que le encargué el libro Alergias Alimentarias en la Infancia publicado por Edebé en el 2008. Fuimos unos adelantados.