lunes, 2 de mayo de 2016

Al Dr. Muhammad Wassim Maaz y a Médicos Sin Fronteras

El hospital Al Quds, en el distrito deSukkari, disponía de 34 camas y contaba con un área de urgencias, servicio de consultas externas, atención obstétrica, un departamento de pacientes ambulatorios, área de hospitalización, una unidad de cuidados intensivos y un quirófano. Ocho médicos y 28 enfermeros trabajaban a tiempo completo en el hospital, que era además el principal centro de referencia para pediatría en Alepo. 

El Dr. Muhammad Wassim Maaz y otros cinco sanitario murieron de madrugada del 27 de abril al ser alcanzados por las bombas que destruyeron el hospital. Aún no se había casado a los 36 años porque afirmaba que no podría atender a una familia cuando había tantos niños llorando.  Estaba solo y, al parecer, era uno de los últimos pediatras de Alepo. Su familia se había refugiado tiempo atrás en Turquía y hacía cuatro meses que no la veía. En el último lustro de guerra civil en Siria solo había tenido tiempo para curar las heridas de metralla y enfermedades causadas por la miseria a miles de menores.



No creo que yo fuera capaz de hacer algo así y por eso le admiro.