
Es una manera de expresarse muy peligrosa. Lo que empieza como un juego excitante basado en la confianza que se tiene con el destinatario del contenido, puede derivar en graves problemas para la persona que envía ese contenido comprometedor y que puede acarrear tremendas consecuencias que pasan porque ese contenido acabe difundiéndose entre muchas mas personas de las que se puede imaginar el/la remitente. Cada año, miles de jóvenes sufren acoso por compartir material personal en redes sociales.
La campaña piensloantesdecompartir intenta que personas como su hij@s y sus amig@s sean conscientes de estos peligros.