Hace poco vi un reportaje en
TV3 que me llamó la atención ya que trataba de la apostasía, cuyo significado era terrible cuando iba al colegio y me recordaba a las macabras historias de la Inquisición. Si
pulsan
aquí lo verán pero en catalán.
La mayoría de nosotros somos
oficialmente católicos porque fuimos bautizados por la Iglesia siendo bebés, sin nuestro conocimiento ni consentimiento (porque nuestros padres lo hicieron, por convicción o tradición). La Iglesia nos tiene anotados en sus libros de bautismo, a pesar de que muchos bautizados no están de acuerdo con los dogmas y los dictámenes morales que emanan del Vaticano. Lo que no sabía es que si uno no está de acuerdo y desea renunciar al bautismo, ocurre como con el reglamento de un club social o deportivo: puede renunciar o darse de baja. La renuncia expresa a la fe católica se denomina apostasía, es un derecho que sea reconocida por la Iglesia y no tiene consecuencias legales.
Nosotros tenemos libertad de culto y derecho a profesar cualquier fe- menudo lío se está armando con los musulmanes o ninguna. Existe el derecho a disponer de tus datos personales y no estar incluido en los libros de una religión en la que ya no crees y no deseas participar. Por medio de una solicitud, se notifica a la Iglesia Católica el deseo de apostatar y que en los registros del bautismo conste la renuncia. La apostasía no es renunciar a Dios, a la fe o a los valores morales que de la religión. Simplemente es hacer explícito este alejamiento.
La Iglesia Católica ha tenido, de siempre, tiempo privilegios incompatibles con un estado laico, democrático y soberano. El hecho de que sea la religión mayoritaria no es excusa, ya que en una democracia es fundamental el respeto a las minorías. Además, aunque entre el 70 y el 90% de los españolitos se digan católicos, sólo es una parte de ese porcentaje está de acuerdo con la posición de la Iglesia en torno a temas importantes como la educación sexual, el uso de anticonceptivos y el debate sobre la despenalización del aborto. La Iglesia ha perdido muchos fieles a causa de estas posturas inflexibles, pero prácticamente ninguno se anima a desligarse definitivamente de ella. La apostasía es una oportunidad personal de marcar una posición.
Ello me lleva al folclore religioso y cultural. ¿La Virgen del Pilar es mejor que la Macarena?, ¿la Semana Santa de Sevilla es un evento turístico de primer orden?- no sé cuantos costaleros deben ir a misa todos los domingos del año. Mucha gente, que jamás practica, se casa por la Iglesia de punta en blanco para darle más boato a la ocasión, con misa solemne y comunión y después si te he visto no me acuerdo. Igual ocurre con el citado bautizo, ceremonia tradicional y solemne de entrada en la Iglesia católica pero el bebé sin enterarse. Eso sí, con una parafernalia semejante a una boda religiosa en el que el traje de la novia vale un potosí..¡qué guapa estaba la novia!. Muchísimos adultos afirman ser "católicos no practicantes" ¿cómo se entiende eso?
Una pariente muy cercana a mí ha tenido un hijo sin haberse casado ni siquiera por la ceremonia civil pero está deseando celebrar ¡el santo del niño! ¿será para ver si cae algún regalo?
Sé que si hubiera nacido en Arabia no sería católico... En la declaración de hacienda tengo graves dudas en que lugar poner la X .
Si yo le pregunto: ¿quién visitará a los ancianos dentro de poco?, usted, sin dudar, me contestará "el geriatra". Si le pregunto ¿quién visitará a los adultos?, usted, sin dudar me responderá "el médico de cabecera o de familia" y si, finalmente, le pregunto ¿quién visitará a niños y jóvenes?, usted, sin pestañear contestará: "el pediatra". Pues no, no será el pediatra sino el médico de familia. En muchas comunidades autónomas quieren que en pediatra sea sustituido por el médico de familia y. a fe, que lo están consiguiendo. Quieren cambiar el modelo español, ejemplar y admirado por muchos países por el llamado anglosajón vilipendiado por los padres ya que a sus hijos lo ve una persona - médico de familia- con escasísimos conocimientos de pediatría.
