viernes, 12 de septiembre de 2014

En EEUU están preocupados por un brote de enterovirus D68 que causa infecciones respiratorias graves en niños


Sí, y no se sabe la magnitud del problema ya que afecta a cientos de niños en más de 10 estados. El enterovirus D68 (EV-D68) identificado por primera vez en California en 1962, causa síntomas parecidos a los de una gripe pero con grave afectación pulmonar en algunos niños y, especialmente, en los asmáticos . Los síntomas leves pueden incluir fiebre, secreción nasal, estornudos, tos, el cuerpo y dolores musculares. En algunos casos, también puede dar síntomas neurológicos parecidos a la polio.

Es una enfermedad respiratoria, que se propaga de persona a persona cuando una persona infectada tose, estornuda o toca superficies contaminadas. Al igual que otros enterovirus, cualquier persona puede contraer el EV-D68 pero una dificultad añadida es que la mayoría de hospitales y clínicas no pueden hacer pruebas para determinar este tipo específico de enterovirus,

Como en la mayoría de infecciones víricas no hay un tratamiento específico -tampoco hay vacuna- para los infectados por el EV-D68 y sólo se puede realizar un tratamiento sintomático. Para evitar el contagio, y como siempre, las medidas preventivas son fundamentales:
  • Lavar las manos a menudo con agua y jabón durante 20 segundos, especialmente después de cambiar pañales
  • Evitar tocarse ojos, nariz y boca con las manos sin lavar
  • Evitar besos, abrazos y compartir vasos o utensilios con personas que están enfermas
  • Desinfectar superficies que se tocancon frecuencia, tales como juguetes y pomos de las puertas
  • Vigilar a los asmáticos y vacunarlos contra la gripe 
¿Hay muchas infecciones por enterovirus D68 en España? No tengo constancia de ello pero los grandes laboratorios microbiológicos estatales nos informarán si ello ocurre.

domingo, 7 de septiembre de 2014

El niño torpe o patoso

En 1975, se acuñó el término "síndrome del niño torpe" para describir a los niños de inteligencia normal, pero, por alguna razón aún no identificada,  tenían dificultades en la coordinación  de los movimientos que interferían sobre su calidad de vida y su rendimiento escolar.  Actualmente, su nombre se ha sustituido "Trastorno de la Coordinación del Desarrollo" (DCD) o dispraxia. Este trastorno, a pesar se ser muy frecuente, pasa casi siempre desapercibido. Aproximadamente un 6 % de los niños tienen importantes problemas de coordinación - casi tan frecuente como el TDAH. El "torpe" más famoso actualmente es el protagonista de la saga “Harry Potter”.

Que un niño muestre torpeza no debe ser motivo de preocupación a menos que esta interfiera de forma visible en su desarrollo, en sus tareas y en su día a día. En niños pequeños, hay que estar alerta si no es capaz de subirse a los sitios, subir escaleras correctamente (alternando los pies), chutar un balón, correr con normalidad, tropieza a menudo, no coge bien los objetos o dibuja con dificultad figuras simples (circulo, cruz)

A partir de los cuatro años debe hacernos dudar si:
  • En general, tiene que repetir muchas veces una habilidad manual para que aprenda a ejecutarla 
  • No mantiene el equilibrio sobre un solo pie (al menos 5 segundos) 
  • No trepa bien o con demasiado miedo por columpios o parques 
  • No recorta correctamente formas sencillas dibujadas sobre papel 
  • Le cuesta o no es capaz de atarse los cordones de los zapatos o abrocharse los botones de las prendas
  • Tiene problemas al cortar la carne con los cubiertos 
  • Coge incorrectamente el lápiz y su escritura es ilegible
  • Pronuncia frases cortas y, a menudo, difíciles de comprender. 
  • Se le caen objetos de las manos o del pupitre constantemente. 
  • Suele perder artículos personales o material escolar.
  • No lanza bien hacia adelante una pelota, ni la caza al vuelo si se la lanzan a él. Vean un vídeo de un niño que coordina bien y otro que no pasa la prueba de la pelota de tenis
Es importante tratar el problema para ayudarle a llegar a ser adulto ya que la torpeza no suele mejorar ni empeorar con el paso del tiempo. En resumen, la dispraxia es un trastorno que no tiene nada que ver con la inteligencia y un niño que la padece puede ser perfectamente normal aunque tenga tiene problemas motores o de coordinación. Como en todo, hay un amplio abanico de "torpeza" y yo me encuentro entre los bastante patosos.