"¡Dios mío! su corazón va mal" deben pensar los padres cuando salen de la consulta después de haberles dado la noticia. Como la mayoría de los padres tienen un desconocimiento total -completamente lógico- sobre los soplos cardíacos, ese diagnóstico causa ansiedad y angustia a padres y familiares, y consecuentemente al niño. Cuando se lo explico durante la visita y yo, modestamente, soy de los que me esfuerzo en explicar bien las cosas (motivo que me ha hecho "famoso" porque se producen atascos continuos en mi sala de espera - nunca mejor dicho) veo que los papás aparentan tranquilidad pero ya les aviso que, en cuanto lleguen a su casa, empezarán a estar "desinquietos" (adjetivo muy popular) por lo que les acabo decir. Y si llegan tranquilos, los aguafiestas de turno se encargan de azuzarles con comentarios-torpedo como: "Yo no me quedaría tranquilo/a si no lo ve un cardiólogo... vosotros veréis lo que hacéis".
¿Qué es un soplo cardíaco? El corazón, con su ritmo peculiar genera dos sonidos. El primero producido por el cierre de las válvulas mitral y tricúspide, y el segundo por el cierre de la válvulas aórtica y pulmonar. Cada uno de estos pares de válvulas actúan y se cierran casi simultáneamente y por ello sólo producen los dos sonidos característicos: "lub-dub". El término "soplo cardíaco" indica un sonido prolongado o un "tono" sincronizado con el ritmo cardíaco que se puede oír a través del estetoscopio, colocado en el tórax o en el cuello del paciente. Algunos tiene una tonalidad grave, otros son más agudos y a veces pueden aparecer como sonidos especiales. El poder distinguir entre un soplo inocente y uno orgánico es fácil. El pediatra, cuya labor diaria es examinar niños, tiene una gran experiencia en este tipo de soplos e incluso más que otros especialistas médicos (excepto los cardiólogos, claro).
Hay dos tipos de soplos: a) el soplo inocente (también llamado funcional o benigno), indica que el sonido producido en el corazón no se asocia con ninguna malformación o enfermedad cardíaca y b) el soplo orgánico (o soplo patológico) relacionado con un defecto congénito o una enfermedad adquirida por el corazón.
Uno o varios soplos inocentes aparecen frecuentemente durante el crecimiento del niño. Este tipo de soplo suele desaparecer en la edad adulta, no tiene ningún peligro, no causa molestias, permite cualquier actividad y no requiere vigilancia especial. Por eso, ha de quedar bien claro que el soplo inocente es una variante de lo normal. La razón, principal de que a muchos niños sanos y no a los adultos, se les detecte un soplo es debida a que la pared torácica del niño es muy delgada, transmitiendo los sonidos mucho más fácilmente hacia la superficie. Una prueba muy sencilla para verificar esto es auscultar el corazón, con un estetoscopio o con la oreja, de un adulto y de un niño. Se comprueba fácilmente como se oye mucho mejor el corazón del niño.
Sin embargo, en la visita rutinaria, a veces estos soplos son difíciles de evaluar aún por médicos expertos, siendo necesaria una segunda visita para comprobarlo o una eventual consulta al cardiólogo infantil. Esto es debido, la mayoría de las veces, porque el niño llora y no colabora en la exploración, dificultando la auscultación cardíaca.
Hay algunos tipos de soplos inocentes conocidos por nosotros. Por ejemplo, casi un 15-20% de los recién nacidos tienen un soplo que desaparece hacia los tres meses, debido al sonido del paso de la sangre a través de la arteria pulmonar. Otro soplo frecuente aparece entre los tres y ocho años de edad, debido a una vibración de la válvula aórtica.
Como anunciar a los padres que el "motor" del niño hace un "ruido raro", aunque sea inocente, sé que les preocupa les doy la dirección de mi amigo el Dr. Rissech, cardiólogo infantil, por si quieren una segunda opinión.
Como es sábado y algunos se aburren, en el siguiente vídeo pueden oír una gran variedad de ruidos y soplos cardíacos.