sábado, 9 de junio de 2007

Nene, ¿me das permiso para......?

Acostarte, quitarte el chupete, bañarte, sacarte a pasear, dejarte sin comer chuches..........y un sin fin de acciones similares. En la foto de la lado me pueden ver un poco preocupado. En nuestro entorno hay mucho temor a lo "políticamente correcto". Nadie se atreve a poner las cartas sobres las íes en materias de inmigración (aquí no entra nadie que no haya pasado una revisión médica y tenga permiso para trabajar) o autoridad (en vez de sancionar económicamente hacer una labor social), por ejemplo.
En otro contexto observo pasmado cómo se han invertido los papeles en casa. Los padres insinúan, suplican, solicitan, piden permiso: "¿quieres bañarte, nenito mío?", "¿haremos lo que nos ha dicho Santi? con cinco añitos ya no deberías llevar chupete o dormir en nuestra cama" Con el tiempo los jovencitos ya llegan a pegar a sus padres e incluso a exigirles una pensión. Yo creo que se confunde tanto la autoridad con el autoritarismo que al final no hay ni una cosa ni la otra.
Tuve la oportunidad de estar en una conferencia con el conocido juez de Granada por sus originales sentencias. Uno podrá estar de acuerdo o no con él pero creo firmemente se deben cumplir muchas de las infracciones las leyes, especialmente por los jóvenes, con una sentencia rápida y con reparación del daño de una forma ejemplar no violenta (el que pinta graffitis una semana con un mono amarillo a limpiarlos, el que destroza algo llevarlo al monte a desbrozar los matorrales paara evitar incendios....). A todo el mundo le ha llamado la atención una sentencia a una famosa modelo por ser irrespetuosa con el personal subalterno. Pienso y creo que este tipo de reparaciones deberían ser habituales. Quizás un abogado o un juez esté leyendo esto piensa que estoy diciendo una burrada. No lo sé, pero también me gustaría imponer el toque de queda a jóvenes ciertas edades por la noche. ¡Qué barbaridad, está usted loco doctor!. Quizás sí pero me encantaría probarlo.....
Por si acaso y desde pequeñitos a sus hijos les han de hablar suavemente en primera persona. "A mí me gusta que esto se haga así....."

viernes, 8 de junio de 2007

Nunca me acuesto sin aprender algo nuevo; ponga un suavizante en el verano de su hijo

Hace poco los periódicos alertaban de que tanto los oncólogos como los dematólogos se sentían fracasados respecto a las campañas de protección solar. La gente recibe el mensaje pero no lo practica. Ellos están alarmados por el aumento de cáncer de piel. Y seguirá creciendo.

Los humanos somos bastante zoquetes. Ni aún quitándonos puntos con el carné de conducir practicamos las recomendaciones de la Dirección General de Tráfico. Pues bien, yo que me había "empollado" bastante lo de la protección para insistir en mis pacientes-amigos y creía estar bastante informado me presentaron un producto que me dejó atónito. Un suavizante para el lavado a máquina que aumenta el factor de protección de la ropa. Este producto que parece un reclamo como los de "adelgace en 30 segundos con la baba de un dinosaurio" está avalado por la Skin Cancer Foundation una organización sin ánimo de lucro. Tengo la suerte de tener una gran amistad con su presidente el Dr. Perry Robins, persona de una energía increíble y sabiduría interminable lo pueden ver fotografiado es esta web .
Está demostrado que hasta el 80% de la radiación solar nociva que se acumula en nuestra piel se recibe antes de los 18 años. Por otro lado, la piel de los niños no ha desarrollado todos sus mecanismos de protección hasta los 4-5 años. Desde que son muy pequeños, pasan mucho tiempo al aire libre durante su día a día: en el parque, en el patio de la guardería o del colegio, en las instalaciones deportivas, durante las excursiones escolares...Una vez vestidos olvidamos toda protección solar pensando que que la ropa que llevamos nos protegerá. Pero esto no es siempre cierto. En esta época, las Autoridades Sanitarias recomiendan el uso de tejidos ligeros y de colores claros para evitar el llamado "golpe de calor", más común en niños y personas mayores. Lamentablemente, este tipo de ropa es la que deja pasar a su través un mayor porcentaje de radiación solar, suponiendo tan sólo un equivalente a factor de protección solar 2-3. Este suavizante se pone en la lavadora y aumenta el factor de protección de la ropa hasta 45 después de cuatro lavados seguidos.
¡Cosas veredes mío Cid que faran fablar las piedras...!

jueves, 7 de junio de 2007

Hábitos rítmicos y molestos: santa paciencia de muchas mamás

Observo frecuentemente la santa paciencia de muchas madres con sus retoños cuando los cogen o llevan en brazos. Se trata de las llamadas estereotipias, nombre un poco raro para describir unos hábitos o formas de actuar curiosas de los niños pequeños y no tan pequeños. Esta forma de actuar les tranquiliza pero no se sabe todavía porque se hace. Estos movimientos son comportamientos complejos, repetitivos, de cadencia lenta y socialmente poco aceptados. (El ejemplo que han visto en el vídeo no es exactamente una estereotipia pero sirve como ejemplo)


Estos hábitos transitorios y "molestos" se diferencian mucho de los tics que son contracciones rápidas, inesperadas, breves y repetidas de grupos musculares en una o más partes del cuerpo (cabeza, cara, hombros) y sin ninguna finalidad. Los hábitos suelen ser transitorios (“fisiológicos”), no interfieren en la vida normal, no dejan secuelas, no están relacionados con trastornos psiquiátricos. Son muy frecuentes en niños, con tiempo de duración variable en tres fases: inicio, aumento (6 meses), desaparición. Son unos movimientos característicos, relacionados con el nivel de atención, tensión, cansancio, soledad o aburrimiento. Los más frecuentes son:


-la succión de los dedos
-morder la uñas (onicofagia)
-hurgar la nariz
-bruxismo (chirriar los dientes)
-golpear la cabeza contra la cabecera de la cama
-movimiento de negación (estando estirado mover la cabeza de un lado a otro)
-estar sentado con balanceo rítmico antero posterior o lateral del cuerpo
-tirar del pelo (tricotilomanía)
-ensortijar el pelo con un dedo o mesarse el cabello coincidiendo con chupar el dedo
-acariciar el lóbulo de la oreja mientras se chupa un dedo
-acariciar un trozo de trapo o un peluche que siempre ha de ser de la misma textura "a veces está asqueroso y no se puede cambiar por otro".

Qué cosas más raras hacemos los humanos, pensará usted. Pues no, muchos animales hacen cosas similares.Los adultos tambien tienen sus estereotipias que puede poner nervioso al que está delante: mesarse el pelo, dar vueltas al boli con los dedos a una velocidad endiablada, al hablar por teléfono darle ensortijar el cable hasta dejarlo para el arrastre...

Lo curioso es que a muchos niños mientras están en brazos de la madre les encanta ir tocando, ensortijando y fregando el pelo de ella. A los papás se lo hace menos porque o llevan el pelo más corto o, desgraciadamente, les queda poco. Otros parecen unos "pardillos" les encanta meter la mano en el escote de la madre y tocar el pecho. Al principio a las mamás aún les hace gracia pero a medida que van creciendo se convierte en una tortura. Hace poco vino un niño a la consulta que en cuanto la mamá lo cogía en brazos ¡zas! le"metía mano" con una rapidez asombrosa y casi la dejaba con sus atributos al aire. La única solución fué ponerse una especie de camiseta imperforable e inextensible. Aunque se asfixiaba allí no entraba ni aire. A las que les tocan el pelo usan estrategias disuasoria: intentar darle una muñeca con un pelo similar o cortarse el pelo...


miércoles, 6 de junio de 2007

Engordar o adelgazar ¿That is the question?

Cada martes por la mañana, cuando llego al hospital puntualmente a las 7:45, tengo sesión de pesaje. Las dos maravillosas enfermeras (ya hablé de ellas anteriormente) y yo nos pesamos después de sacarnos llaves, móviles, carteras, monedas y otros artilugios. La ropa no nos la quitamos. Aquí "no hay tomate". Una de ellas, nos hunde en la miseria. Hoy es su cumpleaños y por ello quiero felicitarla (feliz, feliz en tu día...... ). Siempre "luce esplendorosa" como decían en las series antiguas de TV. Nunca sube ni baja de peso. Siempre con sus manzanitas (fruta, no piensen mal) arriba y abajo. La otra enfermera, maravillosa también, ya oscila un poco más pero se mantiene bien. Las dos son como dos castañuelas. Vean, vean como me hacer reír.

Yo casi siempre me pongo de mala uva, parezco el Dragón Kan-subo y bajo a unas velocidades de vértigo. Lo malo, como siempre, es que subir cuesta poco (¡qué curioso es al revés que andar!) y bajar, tras ímprobos esfuerzas logras perder unos gramos. En las ITV´s que me hago mi médico personal (soy muy importante) comenta: "hace unos años conocí a un señor-refiriéndose a mí- que pesaba X kilos (unos 10 menos que ahora)". La verdad es que con toda humildad tengo que recurrir a la estupenda frase: "es que no no estoy en el peso ideal, estoy en el peso cómodo" para salirme por la tangente.

En mis charlas siempre explico que los términos engordar y adelgazar los empleamos habitualmente mal. Los niños y jóvenes no hacen más que oír desde su "tierna infancia" estas palabras encajadas en sus respectivas frases: ENGORDADO/ADELGAZADO. Y no es verdad; subimos o bajamos de peso y si nos pasamos mucho engordamos o adelgazamos. Si estas dos palabras estuvieran limitadas probablemente mejoraría mucho la auto-estima de mucha gente.

martes, 5 de junio de 2007

Un rollo sobre las "lamblias". Vale la pena saber de ellas

Es un parásito microscópico, no visible a simple vista, llamado "GIARDIA LAMBLIA" que infecta con frecuencia a niños que asisten a la guardería o a un colegio preescolar. También puede afectar a los adultos. Se contagia a través del agua, los alimentos u objetos contaminados por los quistes o huevos de dicho parásito, los cuales pueden sobrevivir varios días en el ambiente. En las guarderías o en los familiares de una persona afectada puede diseminarse mediante las manos, juguetes, o superficies contaminadas (muebles, alfombras, bañeras, etc.).

En muchos casos, sobretodo en adultos y niños mayores, la infección puede pasar desapercibida -casi en un 50% de los casos- porque no muestran ningún síntoma. En cambio, los niños pequeños suele hacer deposiciones pastosas o diarrea, muy malolientes e irregulares (uno o varios días pueden ser normales y otros, diarreicas). También pueden presentar pérdida de apetito y de peso así como distensión abdominal. Algunas veces pueden tener vómitos. Los niños mayorcitos, en lugar de manifestar estos síntomas descritos, pueden padecer dolores abdominales reiterados. La inflamación producida en el intestino produce una intolerancia a la lactosa (un componente de la leche) causando una mala digestión de la leche y sus derivados.

El diagnóstico se hace examinando las heces en un laboratorio, pero en muchas ocasiones el examen sale negativo, aunque el niño esté contagiado. Esto es debido a que la "lamblia" es un parásito que se adhiere con fuerza a la pared intestinal por lo que sólo se detectan en las heces aquellos que se han desprendido. Por consiguiente, el análisis dará negativo si en el momento de recoger las muestras coincide que no se ha desprendido ninguno. Como mínimo se recomienda analizar las heces de tres días diferentes. Si hay que realizar un análisis de heces, lo más recomendable es ponerse en contacto con el laboratorio para que dé las instrucciones oportunas para recoger, guardar y transportar las muestras. Si el pediatra lo considera conveniente, quizás sea necesario analizar las deposiciones de todos los miembros de la familia por si hay posibilidades de reinfección en la propia casa. Del mismo modo en la guardería pueden recomendar hacerle un análisis de las deposiciones si se sospecha un brote infeccioso.

El tratamiento se basa en dos apartados: Hacer al niño una dieta sin lactosa (exenta de leche y sus derivados) de uno a tres meses y administrar un medicamento muy efectivo frente a las lamblias que debe recomendar el médico.

Generalmente, se recomienda que no asista a clases o a la guardería si presenta diarreas u otros síntomas. La vuelta a la escuela se hará cuando haya mejorado o se haya comprobado que no elimina quistes por las heces.

lunes, 4 de junio de 2007

Calme el llanto de su bebé con una aspiradora

No, no se asuste. He hablado de calmar al bebé, no de aspirarlo o de darle en la cabeza con la aspiradora. Sin duda les sorprenderá la afirmación del título, pero es cierta.
Frecuentemente doy una charla para "padre/madre embarazados" primerizos, que titulo "Cómo sobrevivir el primer mes". Tras el nacimiento se alteran todos los horarios y los sonidos de la casa. De una vida monótona y aburrida se pasa a otra de no parar. Y para colmo el bebé llora de 1 a 4 horas diarias. El llanto, y más dependiendo de la hora del día, llega a minar la resistencia de los papás. Hay muchos métodos para tratar de calmar al bebé; uno de ellos es que oigan un "sonido blanco". ¡Vaya, ahora resulta que los sonidos tienen colores! No crean que les tomo el pelo. Es cierto.
El sonido blanco no es un "ruido", sino una frecuencia que uno percibe como silbido apacible, similar al sonido que emite el viento al pasar por entre las hojas y ramas de los árboles, o al sonido de una cascada, al de una radio estática o al de la resaca del océano. Para utilizar una analogía simple, el color blanco contiene el espectro entero de colores de la luz. De forma equivalente, el sonido blanco se crea usando el espectro entero de frecuencias que el oído humano puede oír dando una señal calmante para el bebé. Hay objetos domésticos que pueden usarse para generar este tipo de sonido calmante y monótono: la radio o la TV sin localizar una emisora, un ventilador, un secador de pelo, un simulador de automóvil o un aspirador. ¿Sorprendente, verdad? Si son de poca fe, miren este video o este otro.

domingo, 3 de junio de 2007

¡Marchando una TAC craneal para el nene! ¡Oído barra!

Los dolores de cabeza (cefaleas) es uno de los síntomas más frecuentes en la especie humana. Si ustedes tienen animales de compañía, ¿saben si tienen cefaleas? Como no hablan, no nos enteramos. En casa, los nenes dan dolores de cabeza a sus papás, eso es seguro. Cuando crece, el niño empieza a manifestar cefaleas de manera cada vez más frecuente. El 75% de los adolescentes ya han sufrido algún episodio de cefalea. ¿Los papás les provocan dolor de cabeza? Probablemente algunos sí -por machacarlos ("rayarlos") todo el día-, pero la mayoría de ellas son producidas por la tensión nerviosa; pocas, por migraña y escasas, por tumores.
Ocurre en el día a día, que muchos niños se quejan de dolor de cabeza de forma recurrente. Los padres se acongojan y acuden a la consulta preocupados -no lo dicen, pero lo piensan: "¿tendrá un tumos cerebral?"-. Si se les insinúa la posibilidad de practicarle a su hijo una TAC craneal, se apuntan rápidamente a que se la haga. En otras ocasiones son los padres los que te sugieren hacerla. Lanzan "el torpedo subrepticio": "todos nos quedaríamos más tranquilos si se la hicieran". ¡Lo han conseguido! Una vez practicada los papás ya se quedan tranquilos por fin. Lo que ignoran es el riesgo de esta exploración.

Sin saberlo han hecho un viajecito turístico por Hiroshima o Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial tras las explosión las bombas atómicas. Para comprender lo que quiero decir, transcribo unas líneas de la web de Documentos TV, emitidas recientemente: "En la actualidad los TACs aumentan considerablemente la cantidad de radiación que reciben los pacientes. Durante los últimos años la utilización de esta prueba diagnóstica se ha incrementado de forma espectacular. Pero la gente cuando se hace un TAC no sabe realmente la cantidad de radiación ionizante a la que se está exponiendo. Un solo TAC equivale aproximadamente en radiación a la cantidad que se genera con unas cuatrocientas radiografías simples de tórax. Con dos o tres TACs el paciente puede llegar al mismo grado de exposición radiactiva que los supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, personas que llegaron a desarrollar índices elevados de cáncer".

No pida que le hagan un TAC al nene para su tranquilidad. Si le duele la cabeza deje al pediatra que decida; no le presione. Tampoco le dé medicamentos. Echarse un rato a descansar cura a cualquiera. Yo estaría todo el día tumbado a la bartola, pero dicen que eso tampoco es bueno.