En la sección III de la última edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), publicada en mayo de 2013, por la Asociación de Psiquiatría Americana (APA) se incorporó el "trastorno de uso de internet" y del "trastorno de juegos de internet"como posibles patologías, aunque los especialistas advirtieron que “todavía restan realizar más estudios e investigaciones” sobre esta cuestión.
No me cabe duda de que se quedaron cortos.
Están apareciendo y aparecerán más trastornos relacionados con las tecnologías diversificándose según la profesión del individuo. Una persona competente "debe estar al día" en su actividad profesional. En mi caso, para estar informados de las novedades buscaba la información en el llamado Index Medicus, unos tochos de libros que debíamos consultar en las bibliotecas para seleccionar los títulos interesantes y luego pedir copias al autor o la biblioteca si ésta tenía la revista en su catálogo. Más tarde apareció PubMed, un paso de gigante, todavía en uso.
Ahora estamos en la era de conocimiento y del Big Data -o cómo digerir la avalancha de datos disponibles- y, aparte de saber y estar al día en medicina, hemos de incorporar los avances estratosféricos en la tecnologia digital.
Yo, de momento, tengo tecnoadicción positiva y espero no cambiar de diagnóstico.