- morderse las uñas
- chuparse los dedos
- enroscarse el pelo con un dedo o tocar el de los demás
- hurgarse en la nariz
jueves, 13 de enero de 2011
Hábitos molestos... frecuentes y pesados
sábado, 18 de septiembre de 2010
El "vicio" de chuparse el dedo es fácil de curar


miércoles, 2 de abril de 2008
Una buena noticia de unos pacientes míos

Ya saben. Es la primera vez que tengo una experiencia exitosa de este tipo. Interesante...
martes, 20 de noviembre de 2007
Un método para dejar de succionar los dedos


Sin embargo, algunos niños continúan realizando este hábito causando ciertos problemas con repercusión futura como alteraciones de la fisionomía bucal - dental, emocional y social. A veces son ridiculizados por sus hermanos y compañeros, en situaciones de tensión prefieren aislarse chupando el dedo y no participando en actividades con otros niños, los dedos se infectan con cierta facilidad, impide un movimiento normal de la lengua alterando la pronunciación y al crecer requerirá ir al ortodoncista con lo que el tratamiento les costará un "pastón" a los padres. Actualmente los dentistas sugieren que este hábito sea eliminado entre los 3-4 años de edad y muy especialmente antes de salir los dientes definitivos .
Hay tres tipos de tratamiento que se usan en la actualidad:
- Modificación de la conducta: refuerzo positivo si no lo hace.
- Aversivo: poner sustancias desagradables e inocuas en el dedo.
- Mecánico: impide por un método de barrera que el niño pueda meter el dedo en la boca. Hay dos tipos de tratamiento. Uno de ellos lo hace el dentista poniéndole un aparato fijo especial a modo de barrera (es caro, incómodo para el niño, habla y come mal). La segunda opción es a través de un dispositivo médico llamado ThumbGuard™ -seguro y eficaz, listado por el FDA como un dispositivo médico. No impide jugar al niño, no lo ridiculiza y al parecer es muy efectivo ya que en unas cuatro semana da resultados.
No lo he recomendado porque lo desconocía. Ignoro si se vende en España. Si alguien tiene experiencia en el le agradeceré mucho que me lo diga.
jueves, 7 de junio de 2007
Hábitos rítmicos y molestos: santa paciencia de muchas mamás

Estos hábitos transitorios y "molestos" se diferencian mucho de los tics que son contracciones rápidas, inesperadas, breves y repetidas de grupos musculares en una o más partes del cuerpo (cabeza, cara, hombros) y sin ninguna finalidad. Los hábitos suelen ser transitorios (“fisiológicos”), no interfieren en la vida normal, no dejan secuelas, no están relacionados con trastornos psiquiátricos. Son muy frecuentes en niños, con tiempo de duración variable en tres fases: inicio, aumento (6 meses), desaparición. Son unos movimientos característicos, relacionados con el nivel de atención, tensión, cansancio, soledad o aburrimiento. Los más frecuentes son:
-la
-morder la uñas (onicofagia)
-hurgar la nariz
-bruxismo (chirriar los dientes)
-golpear la cabeza contra la cabecera de la cama
-movimiento de negación (estando estirado mover la cabeza de un lado a otro)
-estar sentado con balanceo rítmico antero posterior o lateral del cuerpo
-tirar del pelo (tricotilomanía)
-ensortijar el pelo con un dedo o mesarse el cabello coincidiendo con chupar el dedo
-acariciar el lóbulo de la oreja mientras se chupa un dedo
-acariciar un trozo de trapo o un peluche que siempre ha de ser de la misma textura "a veces está asqueroso y no se puede cambiar por otro".
Qué cosas más raras hacemos los humanos, pensará usted. Pues no, muchos animales hacen cosas similares.Los adultos tambien tienen sus estereotipias que puede poner nervioso al que está delante: mesarse el pelo, dar vueltas al boli con los dedos a una velocidad endiablada, al hablar por teléfono darle ensortijar el cable hasta dejarlo para el arrastre...
Lo curioso es que a muchos niños mientras están en brazos de la madre les encanta ir tocando, ensortijando y fregando el pelo de ella. A los papás se lo hace menos porque o llevan el pelo más corto o, desgraciadamente, les queda poco. Otros parecen unos "pardillos" les encanta meter la mano en el escote de la madre y tocar el pecho. Al principio a las mamás aún les hace gracia pero a medida que van creciendo se convierte en una tortura. Hace poco vino un niño a la consulta que en cuanto la mamá lo cogía en brazos ¡zas! le"metía mano" con una rapidez asombrosa y casi la dejaba con sus atributos al aire. La única solución fué ponerse una especie de camiseta imperforable e inextensible. Aunque se asfixiaba allí no entraba ni aire. A las que les tocan el pelo usan estrategias disuasoria: intentar darle una muñeca con un pelo similar o cortarse el pelo...