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jueves, 13 de enero de 2011

Hábitos molestos... frecuentes y pesados

Los padres suelen preocuparles cuatro de los muchos que hay. En realidad los hábitos y los trastornos del movimiento es un capítulo interesantísimo de la pediatría porque todavía persiste la “pregunta del millón”: ¿por qué lo hacemos?:
  • morderse las uñas
  • chuparse los dedos
  • enroscarse el pelo con un dedo o tocar el de los demás
  • hurgarse en la nariz
Aunque estos hábitos son incómodos, calma. En la mayoría de los casos forman parte del desarrollo normal y no es motivo de alarma. Pero doctor, ¿qué es un hábito?

Un hábito es un patrón de comportamiento que se repite, y la persona casi nunca se da cuenta de lo que hace. Los niños no se enteran pero los padres sí y a algunos les saca de quicio por lo repetitivo y pesado. Es curioso, algunos hábitos se asocian con otros como chuparse el dedo llevando un trapito de tela asqueroso por el uso. Voy a sintetizar mucho sobre cada uno de ellos:

Morder las uñas: uno de los más frecuentes. Algunos estudios estiman que el 30% a 60% de los niños y adolescentes lo hacen. Y, de vez en cuando, ¡también las de los pies! Este hábito tiene un fuerte componente familiar o genético.

Chuparse los dedos: el pulgar es el rey pero puede chuparse cualquiera o todo el puño. Entre un 25% y un 50% de los niños entre 2 y 4 años succionan uno de los pulgares pudiendo causar problemas dentales (sobremordida), infecciones del pulgar o el dedo, y burlas de los demás.

Enroscarse el pelo con un dedo o tocar el de los demás, es más frecuente en niñas y, raras veces, es un precursor de arrancarse el pelo, ya sea con o sin pérdida de cabello (tricotilomanía). Los que empiezan a hacerlo de mayores pueden ser un signo de ansiedad, la depresión o el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Hurgar la nariz. ¿quién no lo ha hecho? lo curioso es que a pesar de que por lo general comienza en la infancia, puede persistir hasta la edad adulta.

Los expertos no saben la causa. Se está investigando esta curiosa manera de hacer actividades sin ningún sentido y ninguna utilidad y, algunos, creen que es un comportamiento aprendido que es satisfactorio para el niño. Son frecuentes ante el aburrimiento, la ansiedad, antes de irse a dormir, al ver la tele, al escuchar música, etc. ¿Son para aliviar la tensión o para relajarse más? En algunos casos son para atraer la atención o para manipular a los padres.

Algún día les explicaré qué se debe hacer. Hoy, quédense con la idea de la mayoría de los hábitos no causan problemas importantes y tienden a mejorar a medida que los niños crecen.

sábado, 18 de septiembre de 2010

El "vicio" de chuparse el dedo es fácil de curar


El "vicio" o la "manía" de chuparse los dedos tiene solución. Hace ya tiempo que puse una entrada sobre este tema cuando se comercializó un artilugio llamado ThumbGuard. En pediatría, la succión de los dedos es una estereotipia muy común en todas sus variedades: la mayoría de los niños chupan el pulgar,  bastantes el corazón y el anular juntos quedando el índice y el meñique fuera de la boca -como si hicieran el gesto de "poner cuernos".



"Chuparse" el dedo es tan común que hasta es representativo de candidez o de pocas luces -como para el 29 de este mes me invitan a una huelga general, me chuparé el dedo y seguiré trabajando. Nuestro gobierno se chupó los dedos al iniciarse la crisis económica y ahora han de poner pedazos, remiendos y remaches para contenerla. Dicho esto, y volviendo a mi campo, desde hace centurias los adultos han intentado buscar los métodos más variados para quitar esta "manía" pero los fracasos han sido sonados porque la mayoría obedecen a una tendencia genética. Los adultos lo ocultan pero en mi consulta, con la confianza de los años, me han confesado que todavía lo hacen para dormirse.


Para mí, la aparición del ThumbGuard fue un antes y un después en la solución de la succión de los dedos. Este artilugio convenientemente recomendado de acuerdo a la edad y aceptación del niño me ha resuelto con facilidad esta hábito. Durante años recomendé a los padres que lo compraran vía Internet; me extrañaba que nadie comercializara este "chollo" en nuestro país y hace unos días, navegando por la red, me encontré ya con la dirección en español.y "copiones" que los fabrican en tela aunque dudo de su eficacia.

miércoles, 2 de abril de 2008

Una buena noticia de unos pacientes míos

El 20 de noviembre de 2007 les llamaba la atención sobre un pequeño artilugio para quitar el hábito de chuparse los dedos o el pulgar llamado ThumbGuard y aprobado por la FDA americana. La cosa quedó ahí. Hace muy poco vinieron unos papás andorranos- tengo debilidad por los clientes andorranos, simpáticos, educados, solventes sea cual sea su estatus social y respetuosos con el médico: una maravilla- con su hija que se chupaba el pulgar y querían quitarle esa costumbre. Les recordé que en este blog yo había hablado de este cacharrillo impidemetededosenboca. Espabilados ellos, consultaron mi blog y localizaron al vendedor.

Les envío la foto de su preciosa hija equipada con el dispositivo. Ha funcionado a la perfección y tanto la niña como ellos están encantados del resultado. El ThumbGuard se puede adquirir a través de Internet ya sea desde el fabricante o en las subastas de eBay (lo consulto a diario para perseguir gangas de relojes pero pocas veces salen).

Ya saben. Es la primera vez que tengo una experiencia exitosa de este tipo. Interesante...

martes, 20 de noviembre de 2007

Un método para dejar de succionar los dedos

Se considera que la succión del dedo pulgar u otros dedos de la mano es una actividad normal y natural en edades tempranas (una prolongación de una succión no nutritiva como el chupete) por tener sensaciones orales agradables. En la mayoría de los casos al madurar dejan de hacerlo espontáneamente.

Sin embargo, algunos niños continúan realizando este hábito causando ciertos problemas con repercusión futura como alteraciones de la fisionomía bucal - dental, emocional y social. A veces son ridiculizados por sus hermanos y compañeros, en situaciones de tensión prefieren aislarse chupando el dedo y no participando en actividades con otros niños, los dedos se infectan con cierta facilidad, impide un movimiento normal de la lengua alterando la pronunciación y al crecer requerirá ir al ortodoncista con lo que el tratamiento les costará un "pastón" a los padres. Actualmente los dentistas sugieren que este hábito sea eliminado entre los 3-4 años de edad y muy especialmente antes de salir los dientes definitivos .

Hay tres tipos de tratamiento que se usan en la actualidad:

  • Modificación de la conducta: refuerzo positivo si no lo hace.
  • Aversivo: poner sustancias desagradables e inocuas en el dedo.
  • Mecánico: impide por un método de barrera que el niño pueda meter el dedo en la boca. Hay dos tipos de tratamiento. Uno de ellos lo hace el dentista poniéndole un aparato fijo especial a modo de barrera (es caro, incómodo para el niño, habla y come mal). La segunda opción es a través de un dispositivo médico llamado ThumbGuard™ -seguro y eficaz, listado por el FDA como un dispositivo médico. No impide jugar al niño, no lo ridiculiza y al parecer es muy efectivo ya que en unas cuatro semana da resultados.

No lo he recomendado porque lo desconocía. Ignoro si se vende en España. Si alguien tiene experiencia en el le agradeceré mucho que me lo diga.

jueves, 7 de junio de 2007

Hábitos rítmicos y molestos: santa paciencia de muchas mamás

Observo frecuentemente la santa paciencia de muchas madres con sus retoños cuando los cogen o llevan en brazos. Se trata de las llamadas estereotipias, nombre un poco raro para describir unos hábitos o formas de actuar curiosas de los niños pequeños y no tan pequeños. Esta forma de actuar les tranquiliza pero no se sabe todavía porque se hace. Estos movimientos son comportamientos complejos, repetitivos, de cadencia lenta y socialmente poco aceptados. (El ejemplo que han visto en el vídeo no es exactamente una estereotipia pero sirve como ejemplo)


Estos hábitos transitorios y "molestos" se diferencian mucho de los tics que son contracciones rápidas, inesperadas, breves y repetidas de grupos musculares en una o más partes del cuerpo (cabeza, cara, hombros) y sin ninguna finalidad. Los hábitos suelen ser transitorios (“fisiológicos”), no interfieren en la vida normal, no dejan secuelas, no están relacionados con trastornos psiquiátricos. Son muy frecuentes en niños, con tiempo de duración variable en tres fases: inicio, aumento (6 meses), desaparición. Son unos movimientos característicos, relacionados con el nivel de atención, tensión, cansancio, soledad o aburrimiento. Los más frecuentes son:


-la succión de los dedos
-morder la uñas (onicofagia)
-hurgar la nariz
-bruxismo (chirriar los dientes)
-golpear la cabeza contra la cabecera de la cama
-movimiento de negación (estando estirado mover la cabeza de un lado a otro)
-estar sentado con balanceo rítmico antero posterior o lateral del cuerpo
-tirar del pelo (tricotilomanía)
-ensortijar el pelo con un dedo o mesarse el cabello coincidiendo con chupar el dedo
-acariciar el lóbulo de la oreja mientras se chupa un dedo
-acariciar un trozo de trapo o un peluche que siempre ha de ser de la misma textura "a veces está asqueroso y no se puede cambiar por otro".

Qué cosas más raras hacemos los humanos, pensará usted. Pues no, muchos animales hacen cosas similares.Los adultos tambien tienen sus estereotipias que puede poner nervioso al que está delante: mesarse el pelo, dar vueltas al boli con los dedos a una velocidad endiablada, al hablar por teléfono darle ensortijar el cable hasta dejarlo para el arrastre...

Lo curioso es que a muchos niños mientras están en brazos de la madre les encanta ir tocando, ensortijando y fregando el pelo de ella. A los papás se lo hace menos porque o llevan el pelo más corto o, desgraciadamente, les queda poco. Otros parecen unos "pardillos" les encanta meter la mano en el escote de la madre y tocar el pecho. Al principio a las mamás aún les hace gracia pero a medida que van creciendo se convierte en una tortura. Hace poco vino un niño a la consulta que en cuanto la mamá lo cogía en brazos ¡zas! le"metía mano" con una rapidez asombrosa y casi la dejaba con sus atributos al aire. La única solución fué ponerse una especie de camiseta imperforable e inextensible. Aunque se asfixiaba allí no entraba ni aire. A las que les tocan el pelo usan estrategias disuasoria: intentar darle una muñeca con un pelo similar o cortarse el pelo...