Algunos padres y familiares de un bebé recién nacido tienen una verdadera obsesión por las cacas del renacuajo. El número de deposiciones cuando la lactancia materna está plenamente establecido puede oscilar desde 7 deposiciones/día hasta 1 cada dos semanas ¡dos semanas! Esto no es habitual pero no excepcional. Hace pocos días vino un bebé que hacía las deposiciones cada 14 días sin ningún tipo de molestias y con un estado de salud excelente. Esta mamá, experta en estas lides y seguidora de mis consejos, no estaba preocupada porque sabía que eso es normal.
Los obsesos de las heces ya le hubieran puesto supositorios, la hoja de perejil, la punta de un termómetro, masajes en la barriga, posturas de flexión de piernas y algún ritual extraño para conseguir estimular el reflejo de la defecación. Este bebé no precisaba de esas artimañas; sus deposiciones eran las típicas de su edad parecidas a la mostaza de Dijon. Éstas son amarillentas y granulosas y bastante líquidas pero no son diarrea. Hay expresiones divertidas para referirse a las cacas en su tipo y frecuencia:
- No "obra" significa que va estreñido
- Ya "moldea" después de tener una diarrea es "muy buena señal" de que las heces ya son más compactas
Vuelvo a insistir que el bebé tiene un tubo digestivo inmaduro y y con menos fuerza para expulsar las heces. Igualito que los adultos necesitan ayudarse de la "prensa abdominal" para "obrar" si van estreñidos, el recién nacido también la emplea poniéndose rojo como un tomate aunque después sale una deposición liquida. Al ponerse tan colorado los que le observan "sufren" al verlo tan congestionado, ¿le dará un colapso?