Hace poco, la familia de un bebé ha sufrido un pequeño trauma por lo siguiente: los papás tenían la oportunidad de viajar a Nueva York, de modo que ¿por qué no aprovecharla? Aunque su hijo es pequeño, tenían a toda la "tribu" familiar dispuesta a cuidarle: los abuelos, los tíos, la tata... ¿Nos vamos o no nos vamos? Y finalmente: Nos vamos. El viaje les fue de maravilla, pero el niño en ausencia de sus papás cambió radicalmente: Dejó de estar contento, comía menos, lloraba más y se le veía triste. Se notaba que iba buscando a sus padres por todas partes y no los encontraba. El día de regreso de los padres, el abuelo tuvo la feliz idea de ir con él al aeropuerto con un ramo de flores y un cartel de bienvenida. El niño cambió como un calcetín, excepto en una cosa: a los papás les hacía más rabietas y por la noche se había desmontado toda la rutina previa al viaje. De dormir bien pasó a dormir mal. Ahora, poco a poco, se va normalizando la situación.
¿Qué le ha ocurrido a este niño? Se trata de un hecho normal y frecuente a partir de los seis meses de edad, llamado Ansiedad por la Separación (Separation Anxiety), y que no es más que la preocupación que los niños sienten cuando se separan de quienes se cuidan de ellos; generalmente, la madre. A partir de esa edad suelen estar muy apegados a ella y algunos niños no soportan estar solos. Lloran en cuanto la madre sale de la habitación. La respuesta y solución (mala) habitual de la madres es coger al niño y llevárselo consigo. Así, poco a poco el niño se "enmadra" y no se separa de ella ni un instante. Resultado: la madre va a la cocina, y el nene a la cocina; la mamá va a hacer pipí y el nene ha de acompañarla al baño; llaman a la puerta y ella la abre con el nene en brazos. En definitiva, este apego no controlado se convierte en una tortura para la mamá.
La ansiedad de separación mejora con el tiempo, ya que las separaciones son inevitables. Una de ellas es durante la noche; por este motivo muchos niños no quieren dormir solos. La otra, a veces mal soportada también por los padres, es ir a la guardería. A continuación, les muestro dos vídeos. El primero persigue a su madre incluso estando delante. El segundo video muestra cómo el niño se adapta a la guardería.
Consejo: al bebé hay que ir acostumbrándolo reiteradamente a pequeñas separaciones para evitar que se convierta en un niño enmadrado y agotador.