Me he quedado sorprendido con unos datos leídos en una web. Según la consultora Gardner, en todo momento se envían en todo el planeta unos 300.000 mensajes SMS por segundo, para totalizar alrededor de un billón de ellos al año. [Nota: El dato es del año 2006, así que puede haber variado un poco.]
Una vez un controlador aéreo ayudó a aterrizar a una avioneta por SMS: el aparato se había quedado sin electricidad en pleno vuelo, con gran riesgo de no poder aterrizar, cuando al piloto se le ocurrió llamar con su teléfono móvil al aeropuerto y de ahí le pasaron a la torre de control. En un momento dramático, la comunicación se entrecortaba y la llamada acabó perdiéndose. Pero un ingenioso operador de la torre de control encontró la solución: enviar varios SMS con instrucciones detalladas, que acabaron llegando al avión sin problemas. Aterrizaron con un final feliz para la aventura.
El aparentemente arbitrario límite de 160 caracteres por mensaje SMS se debe simplemente a que esa era la longitud típica de las frases que uno de los ingenieros que inventó el sistema escribía durante las pruebas.
Todos los mensajes SMS que se envían en España, a través de cualquier operadora, quedan guardados para siempre en SITEL, el Sistema Integrado de Interceptación de Telecomunicaciones del Ministerio de Interior, que también se utiliza para realizar escuchas telefónicas. Un juez puede otorgar a los cuerpos y fuerzas de seguridad el permiso necesario para acceder a ellos en el curso de una investigación o juicio.
En el último Campeonato LG de teléfonos móviles los ganadores escribieron mensajes SMS con el teclado numérico a una velocidad de 306 pulsaciones por minuto.
El Récord Guiness de velocidad escribiendo mensajes SMS consiste en teclear este texto a toda velocidad: «The telephone was invented by Alexander Graham Bell (UK), who filed his patent for the telephone on 14 February 1876 at the New York Patent Office, USA. The first intelligible call occurred in March 1876 in Boston, Massachusetts, when Bell phoned his assistant in a nearby room and said ‘Come here Watson, I want you’.» Desde enero de 2010 está en manos del portugués Pedro Matías, con un tiempo de 1 minuto y 59 segundos.
Imagínense adonde llegarán sus hijos.
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