sábado, 12 de febrero de 2011

Pensar es peligroso pero no pensar lo es todavía más

Tuve la suerte o la desgracia de estudiar en los jesuitas de Sarriá. En aquellos tiempos, supongo que por la vecindad o por esnobismo, los idiomas que estudiábamos eran latín -muy poco- y francés. Éste último, a fuerza de practicarlo poco, lo he ido perdiendo y, a medida que avanzaba en mis estudios, veía que el inglés era esencial. A pesar de mis esfuerzos lo aprendí como pude mientras estaba en la facultad de medicina. Siempre he tenido este handicap: no saber el suficiente inglés como para dominarlo y poder relacionarme sin ningún tipo de obstáculo con colegas de todo el mundo. Pagaría lo que fuera por un método que me enseñara a aprenderlo aunque esté en el ocaso de mi vida pero Emilio Duró me ha hecho desistir de tamaña osadía.

Este "subidón" y crisis de rabia me ha cogido después de haber visto un estupendo programa en TV2 titulado el Programa del CCCB (Centre de Cultura Contemporània de Barcelona) sobre Ética en el que salía el filósofo de la Harvard University, Michael Sandel. Después de verlo he navegado por YouTube y he encontrado una serie de conferencias suyas que están en un canal de dicha universidad. Son fantásticas; me las guardo para oírlas y repetirlas -si no las entiendo- para cuando esté jubilado y disponga de más tiempo. De paso he localizado el programa citado, pueden ver el intrigante trailer y les selecciono parte del resumen:

En este programa se aborda la necesidad de debates públicos sobre cuestiones éticas que dibujen un mapa claro para el progreso científico, gobernado hoy por intereses económicos y metas que, a menudo, nada tienen que ver con la salud o el interés colectivo.

Este programa está articulado a partir de una entrevista con Michael Sandel, catedrático de Filosofía Política en la Universidad de Harvard, y la conferencia que ofreció en el CCCB, titulada «Contra la perfección», título de una de sus publicaciones (Ed. Marbot). Sandel no solo participa en debates, sino que es un verdadero especialista en provocarlos. El capítulo finaliza con la aseveración «pensar es peligroso pero no pensar lo es todavía más».

Para ver el programa emitido en TV2 pulse aquí.

viernes, 11 de febrero de 2011

¡Qué tontas! Ocho de cada diez españolas quieren sexo más de una vez por semana

Casi siete de cada diez mujeres españolas (68%) mantiene relaciones sexuales al menos una vez por semana, pero el 80% afirma que les gustaría tenerlas con mayor regularidad.

Así se desprende del Informe europeo sobre hábitos sexuales "¿Qué quieren las mujeres?", presentado ayer y que recopila información sobre la sexualidad de 2.500 mujeres encuestadas de cinco países (Alemania, Austria, España, Portugal y Suecia), de las que 500 son españolas, todas ellas con pareja o relación estable.

!Pues hay que espabilarse, señoras! Quizás algunas son un cardo borriquero u otras puede que no tengan conocimientos o las artes suficientes de pilotaje para "elevar el aparato" correspondiente. El hombre, aparentemente o de boquilla, siempre está dispuesto a comerse lo que sea pero no puede; - eso es o que me ocurría a mi cuando era mozo y no me comía un rosco- en cambio una chica joven podría ligar con quien quiera. Así que no hay motivo de queja sino inexperiencia en estos menesteres.

Dicho esto, voy a hablar en serio. En el informe hay un dato muy llamativo: la halitosis es una barrera importantísima y el drama es que el que la tiene no suele darse cuenta como le ocurre al que huele a sudor. o al niño o que se le escapa la caca (encopresis). Nuestros malos olores corporales los toleramos  perfectamente y no nos damos cuenta de ellos. Somos capaces, hablando en plata, de tolerar el mal olor de una "cagada" nuestra y nos molesta entrar en un váter inmediatamente después de que haya defecado otra persona. De la misma forma nuestros olorosos gases rectales - vulgarmente pedos, ofenden el olfato de los demás y no al del emisor.

El problema está en cómo decirle a una persona conocida pero no amiga que su boca huele mal o sus sobacos despiden un hedor espantoso. Este hecho es habitual en el lugar de trabajo y más, cuando hay situaciones de tensión. Las personas, además, tienen una buena higiene pero probablemente necesitan más cuidados en partes de su cuerpo como la boca, las axilas o los pies. ¿Cómo lo hacemos sin que se sienta humillada? Respecto a la halitosis la causa suele estar en la boca aunque hay un aparato denominado halímetro que indica el lugar de donde procede el mal aliento. Si pulsan aquí encontrarán un artículo médico que lo explica muy bien.

jueves, 10 de febrero de 2011

Un artículo que hace reflexionar ¿Tenía razón el Dr. Feingold?

El ya popular y conocido por todos Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad se ha convertido en todo un clásico dentro de nuestro entorno. Se da en todas las edades, desde el niño hasta el adulto, y repercute en la personalidad del individuo pudiendo incidir negativamente en su futuro.

Parece que existe una conexión del trastorno por déficit de atención con hiperactividad con ciertas alergias e intolerancias alimentarías. Hace más de 30 años, el doctor Benjamin Feingold, alergólogo y pediatra norteamericano, desarrolló una dieta libre de aditivos (colorantes artificiales, potenciadores del sabor, conservantes...) y salicilatos (“parientes” del ácido acetilsalicílico, presentes en ciertas frutas y verduras). En su opinión, esta dieta podía prevenir ciertas alergias infantiles. Para su sorpresa –y la de los padres de los niños tratados– muchos de los menores que la siguieron no sólo mejoraron sus síntomas de alergia, sino que experimentaron cambios muy positivos en su comportamiento. Niños problemáticos, inquietos y con escasa capacidad de concentración y atención –signos del trastorno de déficit de atención con hiperactividad–, mejoraban en todos esos parámetros. Como es fácil de entender, esos padres se convirtieron en los mejores propagadores de la dieta Feingold.

La respuesta de la Pediatría “oficial” fue más tibia, incluso escéptica, desde el principio. En aquellos años, la idea de las alergias e intolerancias alimentarías y su relación con el comportamiento infantil no había “cuajado” totalmente. Más adelante, algún trabajo pareció corroborarlo pero quedó estancado el tema. Incluso mi amigo el Dr. Wolraich mostró que no había relación entre entre el azúcar y el comportamiento

¿Son esos cambios en el comportamiento síntomas de una alergia alimentaria como sostenía Feingold o se deben a efectos de los aditivos en la química cerebral? ¿Qué aditivos presentes en el zumo fueron los máximos responsables de los cambios? Mientras los científicos intentan aclarar estas y otras dudas, la teoría dudosa de la conexión del trastorno por déficit de atención con hiperactividad con ciertas alergias e intolerancias alimentarías (e incluso con el asma y los eccemas) parece ser más comvincente. en una investigación aparecida el 5 de Febrero en la prestigiosa revisa médica The Lancet demostró que la restricción de ciertos tipos de alimentos mejoraban los síntomas de TDAH  y que es una herramienta para tenerla en cuenta. 

El TDAH es un trastorno que me intriga y esta aportación, entre otras muchas, parecen mostrar que el Dr. Feingold que trabajaba en la Kaiser Permanente no era un iluminado y que las "porquerías" administradas  con los alimentos que les damos a los niños pueden influir en su comportamiento. Para "más inri" este artículo con un estudio longitudinal en niños ingleses muestra que en los menores de 3 años que en su dieta es rica en grasas, azúcares y alimentos procesaso su coeficiente intelectual a la larga es menor.

Ello no hace más que corroborar mis reticencias a todos los productos químicos que entran en un cerebro de un niño menor de 3 años y en su época fetal. Tenemos mucho que aprender todavía.

PS. Para el colmo de los colmos acaba de saltar la alarma de casos de narcolepsia en pacientes vacunados de la gripe porcina (¿se acuerdan del follón?) vacunados con la fabricada por GSK, llamada Pandemrix. Ningún niño de mi consulta se vacunó, así que tranquilos.

miércoles, 9 de febrero de 2011

En contra de la subida de la luz

Me hice socio de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) y estoy encantado por ello. Están emprendiendo una campaña para que el gobierno congele las tarifas eléctricas y yo me uno a ella. Le pido a ustedes que también lo hagan entrando en este enlace y firme la petición. No pierde nada y tiene mucho que ganar ante tamaña injusticia.

Les pongo la nota de la OCU:
Ya se ha confirmado la nueva subida de la luz, que el gobierno fija en el 9,8%, aunque según los cálculos de la OCU, teniendo en cuenta todos los conceptos, es incluso superior a esa cifra. Desde la OCU nos hemos opuesto a esta nueva subida, que viene a añadirse a una sucesión de incrementos en las tarifas eléctricas, que desde 2008 han subido del orden del 50%. Esto supone que, desde entonces, un consumidor medio paga, al año, 222 euros más por su electricidad.

Ante la insostenible situación que puede producirse con la próxima subida de luz para muchas familias, y ante el proyecto de modificar las condiciones de acceso a la TUR (tarifa de último recurso), algo que podría perjudicar a millones de consumidores, desde la OCU pedimos al Gobierno:

1- Que se congelen las tarifas eléctricas

2- Que el Gobierno mantenga la TUR en las condiciones actuales, es decir que puedan optar a esta tarifa los usuarios que tengan contratados hasta 10 KW/hasta que no se garanticen las condiciones adecuados de competencia y transparencia en el sector.

Actúe y súmese con su firma a la petición de la OCU. Un comentario para darnos una idea: Red Eléctrica obtuvo un beneficio neto de 282,8 millones de euros en los nueve primeros meses del año, cifra superior en un 14,4% a la del mismo periodo de 2009. Por eso saltan de alegría; ¿no se lo creen?, pulse aquí.

No suelo emplear este blog para reivindicaciones económicas pero lo que está ocurriendo clama al cielo; todo ello contribuye a la estanflación y eso es " mu malo pa tóos". La electricidad es tan necesaria como la sanidad .¿o no? ¿Quién puede vivir sin electricidad?

martes, 8 de febrero de 2011

Riesgos de los medicamentos en niños

¿Un niño que nunca se ponga enfermo? Es un sueño imposible. En muchas ocasiones los padres se verán obligados a dar algún medicamento a su hijo ya sea en forma de gotas, jarabes, polvos, comprimidos, cápsulas, pomadas o supositorios. Alguna vez tendrán que recurrir a un ATS para ponerle inyectables. Los padres no son expertos en dar medicaciones. ¿Es fácil hacerlo?

El organismo del niño no es como el del adulto, su metabolismo es distinto. No basta con cambiar la dosis del medicamento en función del peso del paciente. Hay un riesgo de administrar una dosis excesiva o insuficiente. La acción de los medicamentos no es necesariamente la misma en los adultos que en los niños. Los niños crecen, y su peso y su tamaño aumentan, pero el funcionamiento de sus órganos y su sistema nervioso evolucionan. Recién nacidos prematuros, recién nacidos (de 0 a 27 días), bebés y niños pequeños (de 28 días a 23 meses), niños (de 2 a 11 años), adolescentes (de 12 a 16/18 años), en todas estas etapas el organismo reacciona de forma diferente. En un organismo en pleno desarrollo un producto químico puede tener una influencia nefasta para toda su vida y un niño con una enfermedad crónica está condenado a ingerir durante años medicamentos mal adaptados y a sufrir sus consecuencias durante el resto de sus vidas. Por tanto es fundamental que los niños tengan medicamentos destinados específicamente para ellos. Además, sólo una parte de los medicamentos a la venta disponen de medidas dosificadoras para dar la “cantidad correcta” a los niños.

En la Unión Europea hay más de cien millones de personas y la quinta parte de tienen menos de 16 años. Eso significa que el número de jóvenes que recibe productos químicos cuando están enfermos es inmenso sin haber sido probados previamente respecto a su seguridad y eficacia. Hasta ahora tanto los médicos, pediatras y farmacéuticos se han visto obligados a darlos porque no había otro remedio. Más de la mitad de los fármacos que se administran actualmente a los niños en la Unión Europea no se han evaluado ni autorizado para ellos. Investigar productos nuevos empleando a niños como animales de experimentación plantea problemas éticos muy importantes y, además, a los laboratorios les supondría un coste económico adicional enorme.

Pero no todo son malas noticias. Si estamos frente al contrasentido de que la mayor parte de estas medicinas han sido probadas y están destinadas a los adultos. ¿Cómo dosificarlos para administrárselos a un niño? Ese es un gran problema que está tratando de paliar. La UE ha aprobado un reglamento que obliga a las compañías farmacéuticas a investigar y fabricar versiones de sus medicinas para niños. Para que puedan compensar los costes que les supondrán dichas investigaciones, la Unión Europea ofrecerá incentivos económicos a los laboratorios farmacéuticos.

Los papás deben tener en cuenta otros detalles que desconocen. Hay unos medicamentos denominados UTB, es decir de baja utilidad terapéutica; no está probado que sean útiles y hay una insuficiente relación coste-beneficio. Algunos de ellos se venden bajo el epígrafe OTC (“over the counter”) por no necesitar receta médica para comprarlos. Ante este maremágnum de medicamentos vale la pena reflexionar sobre estas cifras. Casi ninguno está exento de efectos secundarios Por ejemplo en el Centro de Control de Enfermedades de EEUU (CDC) muestra que hay unas 700,000 visitas de urgencia por efectos adversos o intoxicaciones cada año. Unos 120,000 precisan ingreso en el hospital. Los niños pequeños deberían estar más seguros pero no es así. Los que son menores de 5 años tienen el doble de posibilidades de ir a urgencias (98,000 al año) por tomar medicamentos sin vigilancia de los adultos. Por tanto es importante que los medicamentos para niños además de ser efectivos sean seguros.

Las autoridades sanitarias dan recomendaciones médicas y técnicas señalan unos puntos clave en relación de los medicamentos y los niños que no se deben pasar por alto para darlos de una forma segura, eficaz y lo más sencilla posible para padres y cuidadores.

1. Evitar los medicamentos cuando no están justificados. Por ejemplo, en los catarros de vías altas se tiende a la polimedicación (antitérmicos, antitusígenos y antihistamínicos), La automedicación o emplear los recomendados por amigos es un hecho habitual. Si se emplea un antibiótico recetado por un médico es frecuente el incumplimiento (por ejemplo no respectar los horarios prescritos o suspender un antibiótico antes de cumplimentar la duración del tratamiento establecida por el médico)
2. Al darle un medicamento no decirles lo “rico” o “bueno” que está éste. Se corre el riesgo de que se lo tome por su cuenta.
3. Conocer el medicamento que se administra
• Nombre del medicamento y para qué sirve. Leer el prospecto que lo acompaña.
• Saber las contraindicaciones -situaciones en las que el medicamento puede resultar perjudicial - así como interacciones importantes con otros medicamentos que esté tomando, o con los alimentos. Informar al médico farmacéutico si aparecen erupciones o hay antecedentes de alergias, enfermedades crónicas o toma un medicamento de forma habitual (antiepiléptico)
• La dosis, la frecuencia de administración y la duración del tratamiento. Asegurarse que la dosis administrada es la correcta teniendo en cuenta la edad y el peso del niño.
• Vía de administración. Lo más habitual es la vía oral, inhalada (por la nariz o la boca), ótica (en los oídos), oftálmica (en los ojos), rectal (por el recto), aplicación tópica (en la piel) o inyectada ya sea por vía intramuscular (en el músculo) o intravenosa (en vena). Recordar que la dosis de un mismo medicamento suele ser distinta para cada vía de administración.
• Precauciones especiales de administración, por ejemplo tomar con las comidas o con el estómago vacío u otras.
• Efectos adversos del medicamento. Casi todos tienen efectos indeseables. SI se administra por primera vez hay que estar alerta a la aparición de efectos adversos como erupciones cutáneas, urticaria, vómitos o diarrea. Si la reacción parece grave como dificultad para respirar, tiene silbidos hay que llamar o acudir servicio de Urgencias ya que pueden ser síntomas de anafilaxia, una reacción alérgica grave a una determinada sustancia (ciertos medicamentos, alimentos o picaduras de insectos) que puede poner en peligro la vida del niño.
4. Conservación y almacenamiento de los medicamentos en un lugar seguro fuera del alcance de los niños en un lugar fresco y seco, alejados de la exposición directa a la luz solar. Comprobar la fecha de caducidad el envase.
5. Caducidad y plazo de validez de los medicamentos una vez abiertos. La fecha de caducidad que aparece en el envase se refiere a la validez del producto intacto, antes de utilizarse por primera vez. Una vez abierto el plazo de validez ya no es el señalado y es mejor tirarlo.
. Si tiene alguna duda, consulte con su médico o farmacéutico antes de administrarlo.

lunes, 7 de febrero de 2011

El llanto de los adultos

Ayer hablaba del llanto de los niños. Hoy hablo por el llanto de los adultos, especialmente el mío. Yo he llorado muchas veces, y, por desgracia cada vez menos. El corazón se va volviendo duro como el pedernal y ya hay pocas cosas que me hagan llorar menos el final de la película "Imitación a la Vida" dirigida por Douglas Sirk en 1959 un drama muy bien construido con un final épico: Mahalia Jackson cantando la canción "Troubles of the world". Muchas veces he pensado que una vez que haya muerto dejar un "besalamano" para el que quiera verlo con un vídeo mío de despedida y dos de las canciones que más me han influido en mi vida. La citada de Mahalia Jackson por lo emotiva y "Let´s four wind blow" de Fats Domino porque, sin duda, es la que he escuchado más veces en los momentos de soledad durante mi adolescencia.

Yo les invito, una vez más, a que escuchen "problemas del mundo" pulsando aquí. Los jóvenes y los no tan jóvenes me encontrarán un poco fondón y pasadito de rosca pero ¡que quieren que les diga!, me gusta y aprovecho para ponerles algunas citas sobre el llanto:

"Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír." (Anónimo)
"Llorar, sí; pero llorar de pie, trabajando; vale más sembrar una cosecha que llorar por lo que se perdió." (Alejandro Casona)
"Ojos que de tanto llorar, aprendieron a llorar sin llanto." (Anónimo)


PS. El enlace de este filme y de la canción me lo ha pasado mi hermano Javier, experto en jazz y director de un forum sobre esa fantástica música.

domingo, 6 de febrero de 2011

Saber interpretar el llanto del bebé

Los medios de comunicación siempre nos presentan a los bebés sonrientes con unos papás que aún lo están más. Todo parece de color de rosa pero es sabido que aunque un bebé trae un pan bajo el brazo trae otras cosas que muchos futuros papás ya temen antes de que nazca: el llanto ¿Porqué temer al llanto del bebé si es lo más natural?

Estamos en una sociedad occidental en que todo intenta estar programado y previsto. Ante el imprevisto mucha gente se siente paralizada nos sabe como reaccionar. La vida de los papás está sujeta a horarios; la del bebé no. Los adultos admiran y se sienten más cómodos en cuando todo lo que les rodea es ordenado, puntual y con reglas bien establecidas. Cuando se rompe la rutina de los adultos vienen las quejas como por ejemplo retrasos en aviones o instituciones que no funcionan. Es bastante frecuente echar la culpa a los demás de los problemas que uno tiene. Es frecuente oír frases como “el bebé no duerme”; el significado real indica que son los padres los que no pueden dormir. Si “el bebé llora” puede sugerir que los padres o no toleran el llanto -hecho a veces comprensible- o no lo comprenden.

La única manera que tiene de comunicarse el bebé con su entorno es llorando. Podría reírse pero no, llora hasta los dos meses en en que devuelve la sonrisa. Y el llanto como forma de comunicación “normal” es una poderosa señal que se oye a muchos metros de distancia. Mediante él avisa de que tiene sensación de malestar aunque en la mayoría de las ocasiones sin una causa preocupante. El bebé solo no puede solventar sus problemas; necesita a alguien que lo ayude. Acaba de salir de un periodo de tranquilidad de nueve meses (embarazo) y se ve inmerso en un mundo que “lo asusta”. Pinchazos después de nacer, risas, gritos, fotos, flashes, paso de unos brazos a otros entre familiares y amigos, cambios de luz y temperatura entre otras muchas novedades para él. El pobre debe pensar “Si lo sé, no salgo”.

El llanto del bebe cambia en frecuencia e intensidad. Las causas por las que un bebé llora son variadas: hambre, sed, calor, frío, pañales sucios, cansancio, demasiado estímulo, incómodo con la ropa, gases, aburrido, empieza a encontrarse mal o, simplemente liberar tensión. En muchas ocasiones, el llanto no equivale a sufrimiento.

Los papás tranquilos y sensatos fácilmente saber interpretar, en poco tiempo, la causa del llanto porque no tienen estrés, disfrutan de su trabajo y de la vida familiar y es un niño deseado. Y, curiosamente, también se han preocupado de saber cómo es el comportamiento de un niño normal antes de que nazca. Algo inusitado en nuestra sociedad del Conocimiento es que muchísimos papás hacen cursos de preparación al parto pero ignoran casi todo sobre el recién nacido. Éste aparece como por arte de magia y aprenden, a trompicones, sobre la marcha. En la época de las familias numerosas tener un bebé era muy sencillo. Todo el entorno familiar ayudaba a los papás. Ahora los papás están más solos y, en ocasiones, hasta son monoparentales (mamá-bebé).

Muchos papás no saben el patrón normal del llanto tras el nacimiento. El bebé llora más en los tres primeros meses que en todo el periodo de su crecimiento. A las dos semanas de vida, llora dos horas al día, a las seis semanas lo hacen tres y va descendiendo hasta una hora a los tres meses. Generalmente lo hacen al atardecer justo cuando el padre llega de trabajar o por la noche impidiendo el descanso de los papás. La palabra cólico ha dado pié a una gran confusión el bebé cuando llora encoge las piernas y, en general, se interpreta como dolor de barriga pero no hay evidencia de que eso sea así.. Hoy día sabemos que este llanto intenso, exagerado y con unas características especiales en la mayoría de ocasiones no es debido a gases o dolores de barriga. Por ese motivo los medicamentos antigases, anticólicos sean farmacéuticos u homeopáticos no dan resultado. Hasta que no se encuentre una palabra mejor el término médico más adecuado sería llanto excesivo.