El Xavier A. Gastaminza Pérez, de la Unidad de Paidopsiquiatría (Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona) ha escrito una excelente monografía sobre este tema para los pediatras. Con su permiso reproduzco algunos párrafos que son muy interesantes para los padres.

En esta tesitura en la clase, el niño que no rinde satisfactoriamente es menos valorado y
considerado individual y colectivamente, por lo que desarrolla sobre sí unos sentimientos
de inferioridad, minusvaloración y baja autoestima que acaban cristalizando en una convicción
negativa o noción de fracaso (“yo no puedo, no sirvo, no sé...”) que retroalimentan los
sentimientos de inferioridad y baja autoestima. Todo ello es generador de una inhibición
con sentimientos de culpa que a su vez producen desaliento, desesperanza, ansiedad,
irritabilidad, agresividad con inquietud psicomotora e indisciplina. Y todo esto genera, a su
vez, un condicionamiento escolar negativo que alimenta el mal rendimiento y que puede
desarrollarse con reacciones de huida ya abiertas y francas (“campanas”... fugas), ya larvadas
(desinterés, “pasotismo”…)."