Resumen de capítulos anteriores. Mi esposa está
absolutamente enamorada de perros y caballos. Como el caballo no cabe en casa y ella ya no es tan joven para montar se conforma con los primeros. Hace años, un mal día, mi hija apareció con una perrita recogida en un contenedor. Se la quiso regalar a mi hijo pequeño pero en realidad se quedó en casa durante 13 años. Yo, buen marido, acepté esa cruz con estoicismo cooperando pero sin pasarme. La perrita murió de cáncer y mi esposa quedó desolada y triste. Tenía yo una
reivindicación; si había soportado a la perrita 13 años ahora tenía derecho a vivir 13 sin ningún animal en casa durante un periodo equivalente.Sin embargo, las cosas no iban bien. Mi esposa quería otro perro y yo me negaba con buenas palabras. Íbamos andando por la calle y hasta el
chucho más sucio y feo le parecía una maravilla.
Capítulo MMCCCXLVII.Tenía muchos
remordimientos ¿me mantenía firme o cedía y metía otro bicho en casa? La solución vino a través de su hermana, también amante de los perros -deben tener un gen "canino", que fue a buscar una perra a una perrera. Mi esposa se convirtió en su "madrina" y la compartían. Había llegado a entrar en casa pero sin pasar de los límites que yo había marcado. Pero
héte aquí que, por
circunstancias familiares, ¡la perra necesitaba dormir en mi casa!. Gran alegría de mi mujer y gran
consternación por mi parte. En un abrir y cerrar de ojos compró colchoneta, almohada, comedero, bebedero y no sé que artilugios más. Pretendía que ¡durmiera en la cama con nosotros! ¿No, no y no!.
Aparentemente lo hizo en nuestro dormitorio el la colchoneta al lado de mi esposa...
Al día siguiente la casa estaba llena de miles trozos de papel de diario desgarrados por las fauces del
animalito, mis zapatillas sufrieron graves daños, la habitación
olía a perro y todo el piso a aroma químico del collar
matabichos que lleva. Una maravilla...
¡Esposos, maridos o parejas de una mujer! Necesito vuestra opinión, ¿me voy de casa, la echo a ella, pongo veneno en la comida de la perra, me visto de lagarterana para que cuando entre la perra en casa se pegue un susto de muerte y no vuelva más?
Como en los tiempos de
Elena Francis, un marido que no sabe que hacer.