
Voy a ser un poco provocativo. Hace años, en mi plena juventud, cuando los
españolitos emigrábamos a otros países a los pequeños nos hacía gracia ver a un “
chinito”, un “negrito” o una “rubia”. Había pocos y bien educados. Nadie se alarmaba por estar con otras razas y no comprendíamos como en otros países había esa discriminación racial tan brutal. Mucha gente pensaba que no era racista y lo decía con la boca abierta. Los emires árabes soltaban
petrodólares por doquier y todo el mundo suspiraba para que llegara un jeque por sus lares.
Ahora la cosa ha cambiado; los árabes de los petrodólares se han ido y ha llegado la masiva emigración de otro tipo de árabes y otras razas con una diferencia. Éstos no tienen ni un duro, su educación es muy diferente y sus sentimientos religiosos arraigados. Ahora ya no estamos tan contentos: pedimos frenar la inmigración, barrios enteros pierden su valor por ser ocupados por emigrantes, la gente tiene más miedo de circular por según que lugares, etc…
Los políticos y la gente, en público, jura y perjura que no es racista pero en privado se preguntan hasta adonde vamos a llegar. Si tenemos un Montilla presidente dentro de poco un Mohamed regirá nuestros destinos…
Yo en mi consulta no tengo ningún sentimiento xenófobo, tengo pacientes de todas las latitudes y colores. No hay ningún problema. En la sala de espera no se va un negro porque haya un blanco o al revés. ¿Cual es la diferencia entre mi consulta y la calle? La respuesta es bien sencilla mis pacientes son educados y no pasan apuros económicos. Pero un hecho me llama la atención: a los rubios se les discrimina menos.
Vale la pena tener las ideas claras. ¿Qué es el racismo? Extraigo algunos conceptos (copiar y pegar) sacados de diversas lecturas de internet. El racismo es una teoría fundamentada en el prejuicio según el cual hay razas humanas que presentan diferencias biológicas que justifican que unas se consideran superiores a otras, dando comportamientos de rechazo o agresión. Unos se creen y actúan como dominantes.
Es muy interesante el concepto de las prácticas discriminatorias: actitudes de rechazo, ofensa, desprecio, exclusión y segregación que algunas personas tienen hacia otras y que son generadas por prejuicios y creencias en una sociedad y perduran de generación en generación. Hay creencias de todo tipo como: culturales, religiosas y sociales. Las causas que explican las actitudes discriminatorias se pueden encontrar en el miedo a aceptar las diferencias ya sean físicas, de sexo, étnicas, religiosas, políticas, ideológicas y culturales entre las personas. Las personas que discriminan a otras tienen temor a lo que es distinto pues lo consideran una amenaza y generan maltrato, violencia física y emocional hacia los demás y es lo que representa la violación a la dignidad humana y por consiguiente a los derechos humanos.
Yo reconozco que tengo cierto sentimiento de discriminación inexplicable-no sé porque me ocurre- pero no me influye para realizar mi actividad profesional con honradez. En la vida diaria es donde la sociedad en general y los padres en particular, pueden evitar el germen de la discriminación no creando “anticuerpos” frente a los demás. Nos costará y mucho. Los jóvenes lo pasarán mal si las condiciones económicas no mejoran tanto para los autóctonos como para los inmigrantes. ¿A que si en ver de haber llegado cientos de miles de pobres lo hubieran hecho con buena posición económica no habría problemas? Tristemente el dinero vuelve a ser el motor de la desgracia y preocupación.
Sin embargo, que hay una frase de Bernard Shaw que me encanta: “El dinero no da la felicidad pero mucho, ya es otra cosa". Me tacharán de ... pero el dinero también que quita los nervios...