sábado, 26 de enero de 2008

"Usté no le da cortisona a mi niño, porque me lo mata"

El estadounidense Philip Showalter Hench, premio Nobel de Medicina en 1950, fue el descubridor de la cortisona. A la derecha, les muestro su foto; tenía un aspecto majete.

La cortisona, como medicamento, se emplea para tratar múltiples trastornos. Puede tanto curar como matar, aunque eso ocurre con la mayoría de los productos. Estamos pasando por una época de bronquiolitis, bronquitis, crisis asmáticas y problemas respiratorios. Los padres temen a la cortisona y, algunos, se niegan a utilizar este potente recurso terapéutico. En el niño suele emplearse con más frecuencia en problemas agudos por su gran poder antiinflamatorio. Los endocrinólogos infantiles la utilizan en enfermedades que tienen un descenso de corticoides como la enfermedad de Addison.

En ocasiones, por distintos estímulos, algunas células de nuestro cuerpo liberan unas sustancias que provocan inflamación excesiva en cualquier parte del organismo. Los corticoides frenan la liberación de estas sustancias y las reducen de forma muy efectiva. Especialmente, en esta época del año, con tanta laringitis, crisis de asma o empeoramiento de la lesiones atópicas. Los corticoides se pueden administrar por todas las vías: inyección, comprimidos, gotas, pomadas y sprays para inhalar.

Como todo medicamento, si está bien administrado, no tiene ningún peligro. Una mala administración o dosificación tiene muchos efectos secundarios. No se recomienda la administración prolongada a niños, ya que retrasan el crecimiento óseo y los hacen más susceptibles a las infecciones, de manera que infecciones banales en niños normales pueden llegar a ser peligrosas e incluso fatales debido a la inmunosupresión inducida por los corticoides.

Confíe en su pediatra si le da cortisona a su hijo y no dude en preguntarle cualquier duda que tenga. Al niño que menciono en el título de este post no lo maté; se puso perfecto. Incluso ahora tengo que frenar al padre porque, si el pequeño presenta síntomas parecidos, me dice: "Qué, doctor, ¿le echo un chorrito de cortisona?"

viernes, 25 de enero de 2008

Y cada 10 años...

Pequeña coletilla que suele figurar en los carnés de vacunaciones de los niños y jóvenes poco leída y practicada recordando la necesidad de vacunarse del tétanos cada 10 años después de la última dosis.

Cuando pregunto a los papás sobre las vacunaciones del joven suelen responderme "las tiene todas" y si les pregunto cuándo lo hicieron ellos del tétanos la respuesta es: "Uff, hace siglos". Pocos adultos, excepto si se han vacunado para viajar, se han puesto alguna dosis del "tuétano" -versión muy popular para referirse a ella . La mayoría ni lo saben y los que lo saben o se olvidan o son unos "caguetas" y no se la ponen.

Así que, papaítos, toca un recuerdo... y los demás "adúlteros", perdón, adultos también.

jueves, 24 de enero de 2008

El comportamiento PURPLE

Me han solicitado que escriba un artículo para una revista médica sobre el llanto del bebé. Cada día estoy rodeado de chillidos de niños, llantos, preocupaciones de los padres y a la hora de escribir el artículo me doy cuenta de lo poco que sabemos sobre este tema. Sí sabemos que es el único medio que tiene para comunicarse con el exterior. Es comprensible que muchos llantos son una consecuencia lógica de sus necesidades más elementales: hambre y sed con absoluta seguridad. Pero que ocurre con todas las demás interpretaciones que hemos hecho con el devenir de los tiempos ¿son ciertas o las hemos ido interpretando a nuestra manera? Muchas veces para entendernos hemos hecho una clasificación tanto psicológica como médica y hemos ido dividiendo el llanto en diferentes etiologías a cual más compleja. Voy a hacer una lista de cosas que han dicho los "sabios" como posible causas del llanto y del llamado cólico:
  • Intolerancia/alergia a la leche de vaca
  • Intolerancia a la lactosa
  • intolerancia a clorhidratos de los zumos
  • Inmadurez del intestino para absorber los carbohidratos
  • Exceso de motilidad intestinal
  • Técnicas de alimentación incorrectas
  • Regulación motora inadecuada
  • Aumento de serotonina
  • Exposición al tabaco
  • Temperamento
  • Hipersensibilidad al entorno
  • Percepciones y estado anímico de los padres
A pesar de tantas investigaciones el llanto es un desconocido y el mal llamado cólico- en realidad, un llanto excesivo- todavía es más enigmático. El llanto excesivo puede dar lugar a maltrato infantil porque los padres sacuden al niño para que se calle produciéndoles una hemorragia cerebral. El Centro Nacional del Síndrome del Bebé Sacudido -NCSBS- en EE.UU ha creado un acrónimo (registrado) denominado PURPLE - siglas en inglés- para referirse al llanto: máximo (peak); impredecible (unpredictable); resistente (resistant); aparentemente doloroso (painful-looking); prolongado (length); nocturno (evening) del bebé normal. Muchos bebés tienen el comportamiento PURPLE aproximadamente hacia los dos meses de edad.

Las ciencias adelantan que es una barbaridad. Hace dos días se ha presentado en nuestro hospital la mano biónica para adolescentes amputados con una repercusión mediática impresionante y merecida. Es la primera vez que se realiza en Europa y realmente es espectacular.

En cambio, los papás y los pediatras todavía no tenemos claro porqué algunos bebés lloran tanto.

miércoles, 23 de enero de 2008

Una "parida" (*) del departamento de Medio Ambiente y Vivienda


En el diario del domingo encontramos un precioso regalito sorpresa. Una cajita de cartón muy mona en la que estaban cuidadosamente envueltos dos "aireadores - reductores" del caudal de agua de los grifos acompañados de una herramienta de plástico para instalarlos. Ahora que estamos a punto de tener restricciones importantes de agua el Departament de marras se destapa con una campaña de ahorro del precioso líquido para impresionar al personal. Quizás también hayan razones políticas como un logro de nuestro inefable tripartito de cara a las elecciones.
Justo ahora que nos las prometíamos tan felices con jaccuzis, spas, baños termales, hidroterapia, etc, etc. para que nuestros niños fueran aprendiendo los placeres de la vida... y ¡zas! cambia la tortilla y poco a poco nos tendremos que ia acostumbrando a ponernos una chilaba para ir a buscar el oasis que tenga un poco de agua

Poco a poco nos iremos quedando en la cola de Europa. Nuestra economía basada en el turismo se irá reduciendo. No hemos investigado en energía solar ni eólica ni otras alternativas. Petróleo no tenemos ni gota pero por sol no quedará. La monstruosa construcción de viviendas sin planes urbanísticos de calidad hará que sólo vengan los turistas de bocadillo.

Este tipo de modos de vida austeros o sin despilfarro requieren muchos años de educación y constancia "desde la más tierna infancia". La verdad es que estoy un poco desanimado y que conste que no tengo nada que ver con lo que ha pasado en la Bolsa (no tengo nada en ella). Pero no se preocupen un día vendrá el tío Gilito y sus hijos no pasarán sed.

(*) definición que esta la en diccionario de la RAE.

martes, 22 de enero de 2008

Un "estivillazo"

Sin duda hay nombres comerciales que se convierten en genéricos como "celo- cinta adhesiva", "gilet- instrumento cortante ligero", "postit-papel adhesivo", "turmix-batidora fija", "minipimer-batidora móvil". Curiosamente también ocurre con las personas. He tenido la suerte de trabajar codo con codo, en cuidados intensivos del hospital, con el ahora famoso Dr. Eduard Estivill. Su éxito editorial y personal está fundamentado en ser un médico de primera línea y un experto en el tema. Además, es una persona a la que el éxito no se le ha subido a la cabeza y sigue siendo tan sencillo y afable como cuando éramos más jovencitos. El "método estivill" se ha hecho famoso de una forma meteórica. Tiene sus partidarios y sus detractores pero eso sí, casi todo el mundo lo conoce. A veces la gente llega a simplificar tanto que en la consulta o en conversaciones dicen "ya he hecho el estivill". Ayer por la tarde vino una mamá divertidísima y me comentó que tras las vacaciones navideñas la niña se había "desmandado un poco" al dormir y para arreglarlo le había dado un "estivillazo" sin problemas y la niña contenta como unas pascuas.

Ignoro si Sir Edward sabe que si se populariza el "estivillazo" puede acabar esta palabreja en el diccionario de la Real Academia de la Lengua como una definición de una forma de disciplina.

lunes, 21 de enero de 2008

¿Su hijo/a oye bien o tiene cofosis?

Dentro de poco participaré en un curso para padres cuyos hijos han sido tratados de su sordera con implantes cocleares. Actualmente, existen métodos diagnósticos automáticos para detectar la sordera congénita tras el nacimiento durante la estancia en la clínica o en el hospital. Estos métodos se van convirtiendo en rutinarios en muchas comunidades autónomas. La cofosis es la pérdida total de la audición.

Los niños que se resfrían mucho o que son alérgicos pueden tener un tipo de pérdida de audición que hasta puede ser oscilante (mejoran y empeoran). La caja timpánica se llena de moco y el niño va perdiendo la audición. Dice mucho"¿qué?" cuando le hablan; parece despistado; no rinde en la escuela; y se acerca mucho a la tele para verla. A veces en la consulta es difícil hacer una audiometría a partir de los 4 años que es la edad considerada óptima para empezar. Los niños tímidos o los que "temen" al médico no colaboran.

Aquí les proporciono información sobre dos métodos que pueden emplear para "vigilar" -no para diagnosticar- si su hijo oye bien. Si pulsan aquí entrarán en una web dedicada a la audición y podrán valorar cómo oyen ustedes y sus hijos. Es divertido y fácil. Además disponen de un audímetro portátil para controlar la audición en el propio domicilio: en la foto les muestro el aparato en cuestión. Se da la paradoja de que es muy barato (15$) pero el coste del transporte casi lo triplica.

Como colofón, también puede usarse entre las parejas porque con los años uno va haciendo oídos sordos a lo que propone el "partenaire". Antes de pronunciar el "sí, quiero" podrían comprobar su audición. Desgraciadamente, la hipoacusia selectiva es muy habitual en las parejas que han decidido su vida en común. Con el tiempo deviene en una cofosis total y la comunicación entre ellos es inviable.

P.D. El arriba firmante declara que no tiene intereses económicos en este "artilugio".

domingo, 20 de enero de 2008

Un problema es un problema cuando es un problema

Esta frase la aprendí de un destacado pediatra-psiquiatra de Girona. Con este juego de palabras se expresa muy bien cuando hay que actuar o no frente al comportamiento del niño o del adulto. Por casualidad, hace dos días, visité en la consulta a dos niños con un comportamiento espectacular. Los dos con rabietas descomunales que pude observar y sufrir "in situ”. En estos casos mi estrategia es que los padres salgan de fuera y me quedo con él con un semblante serio y severo, con la mirada fija y quieto como una estatua. Veo como reaccionan. En una entrada anterior ya comenté que muchos niños, durante el crecimiento, van comportándose de una forma muy diferente en casa y en la escuela. En casa han aprendido a dominar las situaciones y consiguen que todo gire alrededor de ellos convirtiéndose en unos pequeños déspotas: eligen la comida o la ropa, rechazan enérgicamente o con rabietas lo que no les gusta y frecuentemente tienen problemas a la hora de ir a dormir. En cambio, cuando están la guardería o en el colegio su comportamiento cambia radicalmente y se convierten en "niños modelo": apacibles, colaboradores y obedientes. Los padres no se lo creen: "Este niño que usted describe no es el mío".

Hay una regla muy sencilla para ayudar a distinguir cuándo el comportamiento o el desarrollo son un problema. Si el mal comportamiento ocurre en casa y no en la escuela el problema son los papás. Si en casa no hay problema y en la escuela sí, algo pasa en la escuela. Si ocurre en los dos lugares el problema lo tiene el niño; es necesario consultar a un experto.

Uno de los que vi fue apagándose su rabieta como una cerilla hasta que cesó; le pregunté si quería que entraran sus padres y entre hipos me dijo que sí. Con el otro estuve más de 10 minutos observándole: no sólo no cedió ni un milímetro sino que se empezó a golpear la cabeza contra el suelo y la puerta. Los papás me contaban que eso ocurría en todas partes y que era difícil estar y salir con él. En la escuela les avisaban reiteradamente del mal comportamiento. Este niño tenía un problema y les expliqué a sus padres que, probablemente, tenía un trastorno psiquiátrico - neurológico y hemos empezado a explorar lo que le ocurre.