Como algunos saben soy un sufrido marido que soporta estoicamene algunas de las veleidades, no muchas, de su querida esposa. Una de ellas es su pasión por los animales de cuatro patas que no sean reptiles ni insectos. Como decía el malogrado Tip: "para que lo entiendan", los perros. Todos los encuentra preciosos aunque sean unos chuchos de lo más desastrados, feos y sucios. A mí ni me van ni me vienen pero reconozco que el perro, como mascota, tiene unas cualidades únicas: no habla, no le importa si el dueño es rico o pobre y es fiel toda su vida. Tiene muchas más pero no lo digo porque mi esposa -nunca mejor dicho- me obligaría a tener otro (ya tuvimos una perrita 12 años).
La Fundación Affinity me ha enviado unas recomendaciones para cuando un bebé llega a casa y en ella ya vive un perro. Las resumo pero pueden consultarlas en su web.
Las 5 claves para una buena convivencia
1. Realizar los preparativos con antelación.
2. Actuar con calma.
3. Presentar el bebé a vuestro perro de forma gradual.
4. Supervisar a ambos en todo momento.
5. Conseguir que vuestro perro relacione la presencia
del bebé con cosas positivas.
¿Cómo favorecer la buena relación entre el bebé y el perro?
La llegada de un bebé es siempre un momento muy emocionante pero también lleva consigo una serie de cambios que afectarán al entorno familiar y a nuestros animales de compañía. Para evitar que se produzcan problemas de convivencia, es conveniente prepararse y seguir una serie de pasos:
- Preparativos: la obediencia básica. El entrenamiento previo de nuestro perro debería centrarse en dos aspectos: a) Conseguir un buen control durante el paseo y, b) Reforzar el cumplimiento de la orden “Quieto”
- La llegada del bebé. Mientras el bebé está en la clínica: no dejéis a vuestro perro solo en casa. Si no podéis estar con él, dejadle con algún familiar o llevad alguna toalla o manta con el olor del bebé a casa, jugad con vuestro perro, acariciadle y dadle premios mientras se la mostramos. De este modo, asociará el olor del bebé con experiencias agradables. Llevad al perro al veterinario para limar un poco sus uñas. Así evitaremos que pueda arañar al bebé si, por accidente, le tocara con las patas.
- La llegada a casa: Vuestro perro mostrará una curiosidad natural ante la llegada del bebé. Debemos permitirle que investigue al nuevo miembro de la familia evitando que pueda, sin querer, hacerle daño.
- El primer contacto: Es importante actuar de la forma más relajada posible para evitar transmitir nuestra excitación a nuestro perro. No debemos castigarle por querer investigar al bebé, ya que podría asociar la presencia del niño con algo negativo. Debemos dejar que se acerque al bebé pero con calma. Si vuestro perro se acerca al bebé y lo huele de forma calmada, debemos premiarle con caricias y palabras suaves. Si las cosas han ido bien, es preferible no alargar en exceso el primer contacto. No debemos forzar la interacción entre el perro y el bebé, sino que el proceso debe ser gradual.
- Las visitas: Debemos intentar que las visitas hagan un poquito de caso a nuestro perro (por ejemplo, darle una golosina, lanzarle un par de veces la pelota y acariciarle de vez en cuando).
- Los celos. aparecen porque a la llegada el bebé suele absorber gran parte de nuestro tiempo. Nuestro perro puede interpretar que "cuando el bebé está delante, a mi apenas me hacen caso","cuando el bebé no está, vuelvo a recuperar la atención de mis dueños". Ello puede hacer que comience a ver a al bebé como un competidor, apareciendo así los celos
La educación del niño
Según muchos especialistas la convivencia con un perro es muy beneficiosa ya que contribuye a la educación de un niño más sociable y con un mayor sentido de la responsabilidad. Hasta los 2 o los 3 años, el niño conoce su entorno fundamentalmente a través del tacto. Al ver al perro, intentará acariciarlo, palpar su piel y su pelo. Todavía no entiende que los animales tienen capacidad de sentir dolor o sufrimiento. El niño tratará al perro como a un juguete más, al que sin querer puede hacer daño, al tocarle la cabeza, los ojos o las orejas.
No debe inquietar que el perro lama al niño. Si el primero está en buenas condiciones higiénicas y de salud, no existe motivo de preocupación. Es importante enseñar al niño qué zonas del perro no conviene tocar y qué fuerza debe aplicar. Si utiliza una fuerza excesiva, apartaremos su mano y le enseñaremos, cogiendo su mano con la nuestra, cómo acariciar al perro con mucha suavidad. Si bien la comprensión verbal del niño a estas edades es limitada, es recomendable explicarle qué es todo aquello que ve y que toca. El perro sólo debe obtener comidas, cosas y recompensas de los adultos en presencia del bebé.
No debe inquietar que el perro lama al niño. Si el primero está en buenas condiciones higiénicas y de salud, no existe motivo de preocupación. Es importante enseñar al niño qué zonas del perro no conviene tocar y qué fuerza debe aplicar. Si utiliza una fuerza excesiva, apartaremos su mano y le enseñaremos, cogiendo su mano con la nuestra, cómo acariciar al perro con mucha suavidad. Si bien la comprensión verbal del niño a estas edades es limitada, es recomendable explicarle qué es todo aquello que ve y que toca. El perro sólo debe obtener comidas, cosas y recompensas de los adultos en presencia del bebé.
Como es lógico nunca se debe dejar al bebé y al perro solos ni un instante sin ninguna supervisión.
PS. Estoy pensando seriamente en poner un perro en la consulta ya que tendría varias funciones.
- Favorecer el amor de los niños hacia los perros
- Dejar contenta a mi esposa
- Entrenarlo para que ladre a los LST