La forma habitual de introducir la alimentación complementaria a la leche es, ir sustituyendo, de una en una, las tomas de leche que recibe el lactante por los distintos componentes de los alimentos (papilla de cereales, puré de fruta, puré de verdura&), de forma paulatina, con intervalo suficiente para que el niño vaya aceptando los nuevos alimentos, probando la tolerancia del niño a los mismos antes de introducir uno nuevo y dando tiempo a la adaptación de su organismo. Es muy importante en este periodo, permitir que la cantidad de alimento pueda variar de un día a otro y de una semana a otra, según el apetito del niño.
Por diversas circunstancias, en determinados momentos se recurre a alimentar al bebé con alimentos infantiles homogeneizados, más conocidos por el nombre común de "potitos infantiles". Se trata de alimentos a base de hortalizas, frutas, carnes, pescados, lácteos o mezcla de los mismos, cuya finalidad exclusiva es establecer un régimen alimenticio infantil.
Cuando les recomiendo introducir potitos -palabra aceptada por la RAE- en esta época del año muchas abuelas me dirigen una mirada crítica durísima- por no decir asesina. "¿Qué es eso de dar de comer al nieto un "potingue" envasado? "Vaya usted a saber que le han metido dentro". Los papás de verdad, esforzados y amantísimos, han de ir a la plaza a comprar los mejores alimentos frescos y cocinarlos com amor...
¿Por que los recomiendo? Por las siguientes razones:
- La comodidad para dar de comer al niño en una época del año de mayores desplazamientos.
- La composición nutritiva y normas de calidad, producción y elaboración de estos productos quedan recogidas en la Directiva 96/5/CEE, que exige que se deben elaborar siguiendo unas normas estrictas de control de calidad y con un adecuado valor nutritivo, y cuyos ingredientes, composición (proteínas, sodio y densidad energética) y normas de manipulación deben figurar en la etiqueta.
- Los alimentos infantiles homogeneizados están fabricados con ingredientes, cuya adecuación ha sido determinada mediante datos científicos aceptados.
- Es una alimentación complementaria a la lactancia, a partir del cuarto o sexto mes del niño, y sirven para completar el aporte de energía y nutrientes del bebé.
- Ayudan a que descubra nuevos sabores y aprenda a masticar y tragar.
No teman a los potitos. Los papis pueden salir al campo todo el día sin tener que preparar nada. Dependiendo de la edad, un mequetrefe "se podría" desayunar con papillas de harina envasadas, comer potitos de verdura, merendar los de frutas y cenar otra papillita como la del desayuno. Y colorín colorado el problema de la comida se ha acabado.
Recomendación fundamental: Antes de salir a la aventura hay que saber "que potitos le gustan al nene". Con paciencia y "como Juan Valdés selecciona los granos de café uno a uno" en Colombia, los padres han de averiguar con una paciencia de Job cuáles, de la miríada existentes en el mercado, los aprobados por el reyezuelo de la casa. No vaya a ser que salgan por ahí y no se los tome ni poniéndole una sonda nasogástrica.