Me parecen encomiables estas campañas pero no se si calan en la población. La campaña se puso en marcha a raíz del niño no vacunado y que falleció de difteria. Pero acaba de aparecer un reportaje sobre el caso de Érika que añade más leña a la "tormenta perfecta" sobre las ventajas y los riesgos de la vacunación -que los tienen- como cualquier medicamento.