El "vicio" o la "manía" de chuparse los dedos tiene solución. Hace ya tiempo que puse una entrada sobre este tema cuando se comercializó un artilugio llamado ThumbGuard. En pediatría, la succión de los dedos es una estereotipia muy común en todas sus variedades: la mayoría de los niños chupan el pulgar, bastantes el corazón y el anular juntos quedando el índice y el meñique fuera de la boca -como si hicieran el gesto de "poner cuernos".
"Chuparse" el dedo es tan común que hasta es representativo de candidez o de pocas luces -como para el 29 de este mes me invitan a una huelga general, me chuparé el dedo y seguiré trabajando. Nuestro gobierno se chupó los dedos al iniciarse la crisis económica y ahora han de poner pedazos, remiendos y remaches para contenerla. Dicho esto, y volviendo a mi campo, desde hace centurias los adultos han intentado buscar los métodos más variados para quitar esta "manía" pero los fracasos han sido sonados porque la mayoría obedecen a una tendencia genética. Los adultos lo ocultan pero en mi consulta, con la confianza de los años, me han confesado que todavía lo hacen para dormirse.
Para mí, la aparición del ThumbGuard fue un antes y un después en la solución de la succión de los dedos. Este artilugio convenientemente recomendado de acuerdo a la edad y aceptación del niño me ha resuelto con facilidad esta hábito. Durante años recomendé a los padres que lo compraran vía Internet; me extrañaba que nadie comercializara este "chollo" en nuestro país y hace unos días, navegando por la red, me encontré ya con la dirección en español.y "copiones" que los fabrican en tela aunque dudo de su eficacia.