El número de adictos a los videojuegos, una industria que factura 1.432 millones de euros en España, podrían aumentar y, como consecuencia, los riesgos de padecer enfermedades tales como la depresión, ansiedad y obesidad y afecta de manera distinta a hombres y mujeres y, consecuentemente a su salud. Se ha puesto en evidencia la tendencia cada vez mayor de la población adulta a aficionarse a los videojuegos, hasta el punto de que la edad media de los jugadores se sitúa en torno a los 35 años.¡Vaya por Dios!, hasta los "maduritos" les da por jugar a las "maquinitas". Quizás algunos las han pedido para Papá Noel con la excusa de que sería para su hijo y, asípode jugar a escondidas
Entre los riesgos más destacados que pueden provocar los videojuegos en los adultos se encuentran la ansiedad y la depresión en las mujeres para desconectar de sus preocupaciones; y la obesidad o sobrepeso en los hombres, que tienden a volverse más introvertidos y aislarse más.
Entre los riesgos más destacados que pueden provocar los videojuegos en los adultos se encuentran la ansiedad y la depresión en las mujeres para desconectar de sus preocupaciones; y la obesidad o sobrepeso en los hombres, que tienden a volverse más introvertidos y aislarse más.
La adicción a los videojuegos entre niños y adolescentes lproduce trastornos psicológicos como la depresión y un estudio reciente ha mostrado que los niños con tendencia a la adicción son los solitarios que tienen problemas para relacionarse con los demás y son más impulsivos que los que no la tienen. Al volverse adicto, el niño empeora: teene tendencia a la depresión, a la ansiedad y fobias sociales. No sorprende, entonces, que los niños adictos a los videojuegos experimenten un bajón en su rendimiento escolar. Lo más destacado de este reciente estudio, aparecido en Pediatrics, es que los niños que comenzaban a jugar patológicamente, la depresión y la ansiedad empeoraban mejoraba en cuanto dejaban de hacerlo. Es decir, los videojuegos jempeoran el problema. Sin embargo, estén razonablemente tranquilos, en los niños que vienen a la consulta : el bajo rendimiento escolar, sin otros trastornos, es debido a que estudian poco porque o juegan o miran lo tele reduciendo en tiempo de estudio. Por lo tanto, la solución la tienen los "papis".
Como en todas la adicciones, jugar muchos a los videojuegos no significa que ser adicto. Algunos niños pueden jugar mucho sin que tenga un efecto sobre sus vidas. Es una adicción cuando se altera su comportamiento (tienen menos amigos. pasan todo el día encerrados en su habitación o el rendimiento escolar se deteriora). Jugar más de treinta horas por semana, tener menos competencia social y empatía con los compañeros y una mayor impulsividad/agresividad contribuyen a la adicción. Pero además, la conexión a Internet puede favorecer otra adicción, desconocida hasta ahora en los jóvenes, como las apuestas on-line en casinos y otros lugadres dedicados a este menester..
La Academia Americana de Pediatría recomienda limitar el "tiempo de pantalla" a un máximo de dos horas al día en el que quedan incluidos la televisión, el ordenador, los videojuegos, los mp3,4, "5,6", y los teléfonos móviles.(BlackBerry, pupa nene). ¡Hala, papás, que estáis "pasados"! protestarán sus hijos pero ustedes ni caso.
De todas formas si se dan un garbeo por "el paraíso virtual" se darán cuenta de que todo hay que tomárselo con filosofía y serenidad. Si uno no tiene la cabeza bien amueblada para discernir "entre el bien y e mal" se encuentra con sorpresas como éstas: a) un estudio afirmaba que los videojuegos violentos pueden ayudar a reducir la depresión, estrés y hostilidad en adolescentes y jóvenes adultos y que estaba claro está claro que no hay correlación entre comportamientos agresivos y los videojuegos y b) en cambio, otro asociaba el riesgo del uso frecuente de Internet y los videojuegos violentos, con riesgo del consumo de drogas, adicciones, pobres vínculos interpersonales y la auto estima baja. ¿Quién da más?
Les aseguro que con los nuevos smartphones, tabletas y otros artilugios aparecerá una montaña de publicaciones a favor y en contra de los videojuegos. ¿Por qué no se instaura un campeonato autonómico y nacional de canicas entre colegios e institutos? Sería baratísimo y apasionante.
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