domingo, 23 de enero de 2011

Famosos con diabetes ¿para cuándo los enuréticos?

Llevo años intentando conseguir lo que esta estupenda web acaba de hacer: presentar a famosos con diabetes para desmitificar la enfermedad. No hace falta saber mucho inglés para ver lo que explica de cada uno de los personajes: Larry King, Salma Hayek, Halle Berry forman parte de ese ese ramillete de diabéticos que no dudan en ocultar su enfermedad ¿porqué hacerlo? Yo tuve un cáncer de riñón del que estoy felizmente curado y no me escondo por ello. Steve Jobs, dueño de Apple, acaba de anunciar una recaída en su cáncer, Ronald  Reagan explicó en julio de 1985, mientras era presidente de EEUU, que se operaría de su cáncer de colon  en el Hospital de Bethesda (Maryland). En Europa los políticos "se cagan" de miedo si alguien se entera que padece una enfermedad y la ocultan hasta lo imposible. La franqueza frente a la enfermedad es una actitud encomiable y admitir que uno la padece es, simplemente, ejemplar.

Empiezo a pensar que antes de que me entierren no lograré un objetivo que, por repetido, algunos ya piensan que es una paranoia mía. Lograr que los enuréticos "salgan del armario", que nadie se burle de ellos, que los niños puedan ir a dormir a casa de sus amigos y de colonias y que puedan decir en voz alta "soy enurético" como otros dicen que son asmáticos, celíacos o diabéticos. Ojalá, esta fantástica web coloque otro ramillete de famosos pero afectos de enuresis nocturna.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Tampoco esperes franqueza en los políticos, así que no me extraña para nada que oculten su estado de salud, como sus cuentas corrientes entre otras.
Saludos y enhorabuena por tu victoria

Anónimo dijo...

No conseguira su proposito porque la eneuresis no se entiende.

La enfermedad, salvo excepciones, no esta mal vista y las reacciones que provoca son de compasion.

A no ser que sea por una enfermedad que la gente comprenda, la cosa cambia si uno dice que se mea en la cama, las risas que provocaria serian epicas y el cachondeo duraria años.

De quien menos puede esperar que reconozcan este problema es en los politicos.