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miércoles, 8 de junio de 2011

No diga engordado o adelgazado. Tenga cuidado sobre los comentarios jocosos sobre la gordura

A pesar de las buenas intenciones, los padres y los adultos hacen comentarios "inocentes" o "despectivos" que pueden promover o agravar los problemas sobre la imagen corporal de los niños y jóvenes (de sus hijos) sobre la imagen corporal. estos mensajes pueden llegar a ser nocivos o demoledores dependiendo de la edad de un joven y,  muy especialmente, de las chicas:  "¡qué gorda se ha puesto!, ésa chica tiene un culo enorme, te vas a poner como un Buda o un tocino, estás gordo/o, come más que eres un palillo, comes tan poco que pareces anoréxica". Algún comentario puede reforzar el inicio de una anorexia nerviosa incipiente: "¡qué bien! por fin te estás adelgazando..."

El niño va internalizando estos comentarios. Los niños que carecen de autoestima, que están especialmente necesitadas de aceptación y aprobación de los demás, son particularmente sensibles a las percepciones de los padres, familia, compañeros y medios de comunicación. Un niño/a que va "tragando" esas críticas o comentarios denigrantes de los padres sobre la importancia de la apariencia física será  propenso/a  a desarrollar trastornos de su propia imagen corporal propia, así como una falta de auto-aceptación, miedos y obsesiones frente a los alimentos. El 80% de las niñas de 8-9 años de edad ya tienen sentimientos negativos acerca de sus cuerpos. Además, los comparan con los que aparecen en el mundo del deporte y los medios de comunicación y se sienten inferiores.

Estas preocupaciones, en ocasiones, se transmiten de generación en generación. Algunos padres valoran demasiado su figura quejándose constantemente de su propio peso y expresan la necesidad de hacer dieta, restringir los alimentos o hacer ejercicio excesivo. Los niños aprenden eso y creen que debe ser así y se sienten culpables cuando han de comer alimentos que sus padres detestan.

Por lo tanto, eviten los mensajes ofensivos. Los niños han aprender a disfrutar de una relación saludable con los alimentos. ¡Ah! Y, a partir de ahora, no digan "me/has/te engordado", "me/has/te adelgazado", "esto engorda/adelgaza". Se sube o se baja de peso, nada más.

jueves, 13 de mayo de 2010

Ahora bajo escaleras... ¡y las subo!

Muchos no saben que hace poco mi mujer me amedrentó ... "¡O te adelgazas o te zurro!" Sabido es que en las casas, en contra de lo que se dice, siempre mandan las mujeres para suerte de los hombres. Somos tontos; nos quejamos sin motivo y lo mejor es ser un manso cordero y dejarse llevar. Sólo hay responder como en las películas de militares americanas. "¡Si, señor/a! o "¡No, señor/a!". Así pues ante su imposición no tuve más remedio que someterme a un estricto régimen alemán en un centro por los sures de España donde ,por cierto, encontré a buenos amigos. Algún día les contaré las vivencias de mi reclusión en ese lugar de una comodidad espartana aunque todo el mundo crea lo contrario.

Mi problema es que aparte de que me gusta lo que engorda no "pego ni sello". Me compré una Wii de segunda mano pero he aprendido a jugar sentado en la silla -mientras descanso entre escrito y escrito- y en tenis ya soy profesional sin levantarme. Así que ahora, aparte de una drástica reducción de la ingesta calórica cada día subo y bajo escaleras en todas partes (7 pisos en casa y 10 en el hospital)

En la comunidad de vecinos he propuesto una escalera sonora como la que verán a continuación pero no me la han concedido. No es tan divertido pero sigo ascendiendo y descendiendo cada vez más rápido. Eso es lo que se llama "ejercicio libre" y se pruede practicar en muchos lugares.

¿Cuánto duraré? "Chi lo sa?"

Courtesy Design video

domingo, 24 de enero de 2010

El sillón de mi suegro

Las mujeres protestarán lo que quieran pero la realidad es que son las que mandan en la casa. O por lo menos en la mía. Los que me siguen saben que hicimos unas reformas en mi casa en las que, para evitar conflictos, "me pedí" un váter "atómico" que lo hace todo mientras yo leo o estudio y una mesa con miles de enchufes para conectar todas las "chorraditas" que me gustan. El equivalente al Alto Mando del Ejército pero sin nadie que me obedezca; entre mi váter y el centro de operaciones estratégicas sólo hay unos 2 metros. El resto de la casa es para mi mujer. Si, tímidamente, sugiero que pondría algo nuevo invariablemente me contesta: "hay que estudiarlo" y luego pasa algo parecido a la decisión entre el Tribunal Constitucional y el Estatut. A mí no me importa porque con mi cuchitril tengo de sobras.

A lo que voy. Mi suegro era una persona fantástica y me daba consejos que nunca olvidaré porque eran fruto de su experiencia y sabiduría. El que más recuerdo es una frase que se me quedó grabada: "En mi casa yo estoy para lo importante... pero nunca pasa nada". Joan, que así se llamaba, tenía un sillón en el que descansaba después de jornadas agotadoras; era su centro de operaciones (sin ir al váter, claro) oía la radio, veía la tele o leía el diario o libros. Con una constancia digna de Edison logró una cosa que yo todavía no he conseguido, aprender inglés con el famoso método Assimil. Joan murió en la cama plácidamente mientras estaba leyendo un libro.

Su sillón quedó vacío y yo me sentaba en él los domingos por la tarde después de comer en casa de mi estupenda suegra e inmediatamente me quedaba en brazos de Morfeo. El anciano sillón era comodísimo pero ya tenía osteoporosis y su esqueleto aguantaba mi peso con dificultad. Así que decidí osar decir a mi mujer: "me llevo este sillón a casa", respuesta: "hay que estudiarlo" ; me puse firmes como un general de 5 estrellas y le contesté que ya estaba estudiado. Conseguí que el desvencijado sillón fuera reparado durante semanas y hace tres días llegó a casa reluciente, precioso. Mi mujer que "no había estudiado" donde iba el sillón quedó encantada; tanto que está pensando en pedirle a mi suegra la pareja de éste.

Corolario: han ido pasando los años sin darme cuenta, he subido de peso estas fiestas de Navidad los 3 kg previstos por los dietistas, al reconstruir el sillón se han reducido las dimensiones y me cuesta asentar mis posaderas (saben que soy culibajo y paticorto) pero estoy convencido de que lograré que sea tan cómodo como cuando estaba en su lugar original.

miércoles, 29 de julio de 2009

Ya tengo la solución para este verano

Mi cuerpo serrano tiene tantas curvas como el que les muestro en la fotografía pero con una distribución diferente: culibajo, paticorto y barrigudo. Leyendo el periódico veo un anuncio a toda plana de un producto que ¡reduce la silueta en 4 semanas! en vientre y caderas. No alarga las piernas ni eleva el culo. ¿A qué espera, doctor,? vaya raudo a la farmacia a comprarlo. Indago en su composición, precio y estudios médicos.

Vean el resultado:
Reductor de noche
Composición: Algas marinas (Laminaria digitata, Gelidium cartilagineum), que previene y combate la acumulación de grasa. Ethyl-Nicodinado, que produce un efecto calor. Alga Morena (Pelvetia canaliculata), que acelera la microcirculación cutánea. Arcilla blanca del amazonas y sales marinas, que tienen una acción alisante y drenante. Manteca de karite y Corallina officinalis, que tienen una acción hidratante y reafirmante.
Anticelulítico
Composición: Cafeína 5%, Carnitina y Adipoless (extracto de semilla de Chenopodium quinoa), que previenen y combaten la acumulacion de grasa. La acción reductora es potenciada gracias a la alta concentración de cafeína activa. Ethyl-nicodinado y mentol, que producen un efecto frío-calor. Edemine (Escine+Lecitina), que tienen un efecto drenante.
Total body gel reductor
Composición: Cafeína, extracto de cacao y L-Carnitina, que previenen y combaten la acumulación de grasa. Mentol y Mentil-lactato, que producen un efecto frío. Esculósidos y Centella asiática, que producen un efecto drenante. Kigelia africana y Quillaia saponaria, que producen un efecto reafirmante.
Vientre y caderas
Composición: Muy parecida pero con una recomendación importante: Ideal también para el hombre. Vaya, que la han hecho para mí. Precio: 36€

Estudios científicos en ¡24 mujeres!. Una muestra amplísima que merecen ser publicados en Nature o Science. ¿Cómo es posible que mujeres -y por lo que veo, hombres- se gasten estos dinerales en paparruchas?

martes, 5 de agosto de 2008

Disgusto para las mamás que quieran mantener el peso perdido

El peso es motivo diario de conversación y, la alimentación también. No me canso de repetir que empleamos mal dos verbos: engordar y adelgazar. Tanto es así que hasta puede ser un desencadenante de una anorexia nerviosa. Estamos en verano. Las revistas han machacado a las mujeres con: ¡Adelgace en 30" sin pasar hambre! o cosas por el estilo. Y muchas se lo deben creen a juzgar por la proliferación de productos y centros de belleza, "antiaging, remodeling, sculpturing, oxygening, steping y miles de chorradas más. Voy a fabricar una crema y registraré la frase anunciadora: "Tenga la piel como en culito del bebé". Causaría furor.

En vez de engordar o adelgazar se debería usar ganar peso o perder peso. Es menos estridente y culpabilizador. Pues bien ahí va un mensaje para las mamás que vienen a mi consulta que des pasa como a mí. Nuestro peso oscila como un tobogán. La mayoría de adultos que hace un regímen y pierde peso lo vuelve a recuperar en menos de 2-5 años.

Ha salido un artículo un poco incómodo para las mujeres. Hasta ahora se decía que regulando la dieta y con una actividad moderada de 30 minutos al día o 155 minutos a la semana era suficiente para mantener el peso. PUES, NO: Además de la dieta tienen que hacer 55 minutos de ejercicio al día, 5 días a la semana para mantener una pérdida del 10% del peso "de salida" durante 2 años (Archives of Internal Medicine) . En otras palabras, además de la dieta las señoras que quieren que su peso perdido se mantenga han de añadir ¡275 minutos/semana! de actividad física (Desde luego los investigadores americanos son meticulosos)

Oséase , que para mantener el equilibrio casa - trabajo - cuerpo las señoras que no quieran ser toboganes como yo, han de añadir a su actividad normal 275 minutos a la semana de ejercicio para evitar ser tonelillos.

sábado, 28 de junio de 2008

Aviso a los que viajan a EEUU

Se ha observado un fenómeno muy interesante. En la foto pueden ver -no admirar- la estatua de David después de estar expuesta durante un tiempo en EEUU en una sala de arte muy cercana a una gran galería comercial con todo tipo de servicios. En la planta de "nutrición" la cantidad de restaurantes es espectacular y variada. Desde los autóctonos como McDonald´s, Burger King, Kentucky Fried Chicken, Sbarro y Donkin Donuts, entre otros, hasta restaurantes mexicanos, hindúes, libaneses, marroquíes, tailandeses, chinos, franceses, italianos y españoles.

Miguel Angel Buonarroti es el autor de esta famosa escultura de unos 4,10 metros de altura y estuvo trabajando en ella cuatro años hacia 1500. Desde entonces se ha mantenido majestuoso y musculado; nada había podido cambiar su cuerpo joven y hercúleo. Pero ese maldito viaje turístico a EEUU le ha sentado como una patadita en los mismísimos. Ha vuelto pachucho y fondón. Sus músculos de han convertido en grasa y su barriga cervecera se parece a la de un servidor. Un cuerpo de detectives, de la CIA, de CSI y hasta Torrente están implicados en una magna operación para descubrir cómo ha podido subir peso en tan poco tiempo cuando lo había mantenido V siglos.

Yo creo que no hay ningún secreto y esto es un "aviso para navegantes" que vayan a pasar sus vacaciones en EEUU. El pobre David rodeado de comida, basura pero tentadora, por todas partes tuvo una crisis de bulimia después de tantos años sin comer bocado. El resultado está a la vista.

No me vuelvan de las Américas como David. Es muy fácil subir de peso y muy difícil bajarlo; al revés de lo que ocurre en el Mercado de Valores.

PS. Parte veterinario de la perrita. Va mejor. He intentado sobornar a los cuidadores para una larga convalecencia que dure hasta septiembre pero no ha colado. Pronto, creo, volverá a casa.

lunes, 31 de diciembre de 2007

¿Cómo anda su "adipostato"?

El organismo de las personas y los animales tiene un sistema regulador para mantener el peso llamado “adipostato; es el encargado de mantener a la persona en un determinado peso.

Un ser humano consume, entre los 20 y los 60 años, alrededor de 20 toneladas de comida y mantiene su peso. ¿Cómo lo logra? Produciendo una maravilla de equilibrio que generalmente es perfecto...igualando lo que come con lo que gasta, a través del trabajo metabólico y el ejercicio.

Cada organismo tiene su peso “marcado” en el dichoso “adipostato” interno. En la mayoría de las personas su adipostato funciona bien, pero en algunas se altera, funciona incorrectamente y se desajusta.

Si funciona bien en una persona que adelgaza, el adipostato registra el cambio y durante un tiempo insiste en enviar señales con el objeto de recuperar el peso perdido. Por ejemplo, una persona que no tiene tendencia a engordar puede pesar a los 70 años aproximadamente lo mismo que pesaba a los 20, quizás con una variación de unos 4 ó 5 kilos, a pesar de haber comido, en ese lapso, alrededor de cinco toneladas de comida cada 10 años... El cuerpo mantuvo el peso en determinada cantidad de kilos. Es decir, conserva el 25% de grasa corporal que tiene habitualmente la mujer, o el 18 a 20% aproximadamente de grasa que puede tener un hombre.

¿Qué sucede entonces con las personas que no tienen tendencia a engordar? Sin darse cuenta pueden comer, por ejemplo, desde el jueves hasta el domingo sin cuidarse y después el lunes y martes come menos por una orden del adipostato: “¡Come menos!”. El cuerpo responde solito a esta orden.

En estos días de fiestas navideñas hemos comido sin parar. El adipostato ha recibido la señal de que “nos estamos pasando” y avisa que hay que parar de incorporar energía ¿Qué”ordena”?

  • baja el apetito
  • muévete más y aumenta el nivel de actividad

Y los que tenemos barriga cervecera o estamos pasados “de vueltas” ¿qué ocurre? En los obesos por alguna razón, que se desconoce todavía, el adipostato funciona “renqueante” o falla y envía una señal errónea a la persona que le sobra peso :

  • hay que comer más, o
  • hay que ahorrar energía, o
  • no hay que quemar tanto, o
  • hay que moverse un poco menos

A partir de ahí se desarrolla la obesidad. Existe un mandato “divino”- biológico: "serás un obeso de ... (tantos) kilos". Contra este mandato está la decisión, que puede neutralizarlo y vencerlo si se mantiene de forma sostenida con la ayuda necesaria. Este gran esfuerzo para contrarrestar su mandato biológico, que es engordar, lamentablemente, es una lucha para toda la vida. Por eso las dietas para adelgazar fallan y la gente se gasta montones de dinero pero sin poder "regular su adipostato".

No sé como anda el mío. Por eso yo me amargo. En vez de decir que estoy en el peso “ideal” suelo decir que “estoy en el peso cómodo”.

miércoles, 6 de junio de 2007

Engordar o adelgazar ¿That is the question?

Cada martes por la mañana, cuando llego al hospital puntualmente a las 7:45, tengo sesión de pesaje. Las dos maravillosas enfermeras (ya hablé de ellas anteriormente) y yo nos pesamos después de sacarnos llaves, móviles, carteras, monedas y otros artilugios. La ropa no nos la quitamos. Aquí "no hay tomate". Una de ellas, nos hunde en la miseria. Hoy es su cumpleaños y por ello quiero felicitarla (feliz, feliz en tu día...... ). Siempre "luce esplendorosa" como decían en las series antiguas de TV. Nunca sube ni baja de peso. Siempre con sus manzanitas (fruta, no piensen mal) arriba y abajo. La otra enfermera, maravillosa también, ya oscila un poco más pero se mantiene bien. Las dos son como dos castañuelas. Vean, vean como me hacer reír.

Yo casi siempre me pongo de mala uva, parezco el Dragón Kan-subo y bajo a unas velocidades de vértigo. Lo malo, como siempre, es que subir cuesta poco (¡qué curioso es al revés que andar!) y bajar, tras ímprobos esfuerzas logras perder unos gramos. En las ITV´s que me hago mi médico personal (soy muy importante) comenta: "hace unos años conocí a un señor-refiriéndose a mí- que pesaba X kilos (unos 10 menos que ahora)". La verdad es que con toda humildad tengo que recurrir a la estupenda frase: "es que no no estoy en el peso ideal, estoy en el peso cómodo" para salirme por la tangente.

En mis charlas siempre explico que los términos engordar y adelgazar los empleamos habitualmente mal. Los niños y jóvenes no hacen más que oír desde su "tierna infancia" estas palabras encajadas en sus respectivas frases: ENGORDADO/ADELGAZADO. Y no es verdad; subimos o bajamos de peso y si nos pasamos mucho engordamos o adelgazamos. Si estas dos palabras estuvieran limitadas probablemente mejoraría mucho la auto-estima de mucha gente.