
La escúter tiene algunos peligros. Es tan ligera que te permite "ratonear" entre los coches y llegar primero al semáforo en rojo. Sin embargo esta ligereza y la sensación de pequeñez hace que te vuelvas más osado: adelantar coches por el carril bus, pasar una calle con prohibida la circulación, apurar al máximo los semáforos, subirte a lacera en caso de falta de tiempo, etc.
Yo reconozco que las motos son molestas para los automóviles y para los viandantes pero ir en una de ellas con tráfico intenso... Ahhhhhh, es un placer. Alguna vez cometo alguna pequeña infracción a sabiendas pero vigilando bien que no haya peligro.
Muchos jóvenes piden a sus padres que les concedan una escúter algunos de ellos, magnánimos, pontifican: "Si apruebas el curso te la compraré". Este es un mal estímulo, el final de curso está lejísimos y el esfuerzo se diluye con el paso de los meses. Si los padres están decididos a cumplir la promesa hecha por el rendimiento escolar lo mejor es comprarla ya, dejarla aparcada en un lugar visible y decirle: "La escúter ya la tienes, sólo te falta recoger la llave cuando traigas las notas finales con todo aprobado". El joven mirará ese objeto del deseo al alcance de su mano pero tendrá que hincar los codos hasta conseguir la llave.
2 comentarios:
Hoy he coincidido con Pardinas y me dio un abrazo para ti.
Saludos
Sra Campos
Puri Losada
Hola, Doc,
Hoy estará contento, en el suplemento ES de la Vanguardia de hoy hay un artículo dedicado a los relojes ... ¡ideal para que su mujer vaya cogiendo ideas para su regalo de Reyes!
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