La Academia Americana de Pediatría (AAP), revolucionó la forma de dormir de los bebés en 1992 recomendando que éstos debían ser colocados en cualquier posición que no fuera boca abajo para evitar el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). La medida fue efectiva pero también originó muchas angustias, desconcierto entre los padres y trastornos en el propio bebé como la deformación de su cabeza por la presión al estar en una posición determinada (plagiocefalia). Ahora, han publicado un nuevo y detallado informe con una serie de recomendaciones, básicamente las mismas, pero insistiendo mucho en crear un ambiente de sueño seguro que pueda reducir el riesgo de SMSL, sofocación, compresión y asfixia.
En síntesis, recomienda poner a los bebés a dormir boca arriba -acostarlos de lado es inseguro- en un moisés o cuna con un colchón firme, de calidad -tipo Ecuskids- y en la misma habitación que los padres pero no compartir la cama, la lactancia materna, administrar las vacunas de rutina, ofrecer el chupete a la hora de las siestas y al acostarse, retirar de la cuna los objetos o ropa suaves -almohadas, objetos blandos, peluches, mantas y protectores para la cuna, no poner posicionadores para colocar su cuerpo de costado, no usar los monitores o dispositivos comercializados para reducir el riesgo de SMSL, evitar el calor excesivo en la habitación y la exposición al humo del tabaco –no dormir en la habitación de un fumador.
Finalmente, aunque por elemental y conocido no siempre se hace, recomiendan un buen control del embarazo evitando las drogas, alcohol y tabaco durante el mismo y tras el parto.
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