Hace poco el Danubio se tiñó de rojo por un vertido tóxico en Hungría lo que supone un desastre ecológico de primera magnitud. Todavía no se sabe -ni se sabrá- su alcance real debido a que deberán pasar años hasta saberlo. Nosotros, en Galicia tuvimos el "chapapote" pero ahora empieza a hablarse tímidamente en Catalunya del desastre ecológico en Flix (Tarragona). En el 2004 el CSIC puso al descubierto un vertedero de residuos mineros radiactivos, metales pesados y compuestos organoclorados depositados durante más de 100 años por Ercros (antes Erkimia) en el Ebro, en esa población. En 2008 el Gobierno adjudicó el proyecto para extraer los 700.000 m3 de lodos contaminados, las obras empezaron ¡en febrero de 2010!
Una investigación dirigida por el Centre de Recerca en Epidemiología Ambiental (Creal), con la coparticipación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), esta estudiando los efectos de la contaminación (muestras de orina, saliva y sangre) en el desarrollo neurológico y cognitivo hasta su adolescencia de 102 niños de un colegio expuestos a compuestos organoclorados como el hexaclorobenceno (HCB) o metales como el mercurio, todos de elevada toxicidad. Cuando estos niños nacieron sus niveles en sangre de hexaclorobenceno fueron de los más altos que se han descrito nunca en Europa; cuatro años después se comprobó que su neurodesarrollo estaba tres puntos por debajo de la media en un test de evaluación del desarrollo neurocognitivo, en una escala de 100. Aunque se trata de una diferencia muy pequeña más adelante, cuando los niños crezcan, lo más probable es que los efectos detectados sobre el desarrollo neuroconductual sean irreversibles. Un caso como el de Erin Brockovich pero a la inversa.
Es de admirar esta investigación que aportará mucha luz sobre los efectos de los tóxicos ambientales en el sistema nervioso del bebé, niño y adolescente pero lo terrible es que debe haber mucha más gente afectada que no lo sabrá nunca. A la hora de presentar demandas judiciales, si se hacen, se argumentará que Erkimia ya no existe y no habrá ningún responsable, como ocurrió en el mayor desastre químico de la historia provocado por la multinacional Union Carbide en Bhopal (India)
PS: si tienen interés por la infancia y medio ambiente pulsen aquí y se enterarán del proyecto INMA.
y
Una investigación dirigida por el Centre de Recerca en Epidemiología Ambiental (Creal), con la coparticipación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), esta estudiando los efectos de la contaminación (muestras de orina, saliva y sangre) en el desarrollo neurológico y cognitivo hasta su adolescencia de 102 niños de un colegio expuestos a compuestos organoclorados como el hexaclorobenceno (HCB) o metales como el mercurio, todos de elevada toxicidad. Cuando estos niños nacieron sus niveles en sangre de hexaclorobenceno fueron de los más altos que se han descrito nunca en Europa; cuatro años después se comprobó que su neurodesarrollo estaba tres puntos por debajo de la media en un test de evaluación del desarrollo neurocognitivo, en una escala de 100. Aunque se trata de una diferencia muy pequeña más adelante, cuando los niños crezcan, lo más probable es que los efectos detectados sobre el desarrollo neuroconductual sean irreversibles. Un caso como el de Erin Brockovich pero a la inversa.
Es de admirar esta investigación que aportará mucha luz sobre los efectos de los tóxicos ambientales en el sistema nervioso del bebé, niño y adolescente pero lo terrible es que debe haber mucha más gente afectada que no lo sabrá nunca. A la hora de presentar demandas judiciales, si se hacen, se argumentará que Erkimia ya no existe y no habrá ningún responsable, como ocurrió en el mayor desastre químico de la historia provocado por la multinacional Union Carbide en Bhopal (India)
PS: si tienen interés por la infancia y medio ambiente pulsen aquí y se enterarán del proyecto INMA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario