lunes, 28 de enero de 2008

¿Todos los españoles somos iguales?

Ante la ley, sí -según el artículo 14 de la Constitución- “sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Está claro que esto sólo se cumple ante la ley (¿) y en el texto de la Constitución. En otras situaciones no es así; hay grandes diferencias entre unas personas y otras según su puesto en la sociedad o su nivel de influencia.

En España, a pesar de los pesares, nuestros políticos proclaman que nuestra Sanidad es de las mejores del mundo y que todos los españoles tienen acceso gratuito a ella. Ojalá fuera así. También sería bueno que los ingresos del personal sanitario fueran un poco más acordes con la realidad.

¿Quién tiene más derecho a la Sanidad Pública Española? Según la legislación vigente, los extranjeros comunitarios y no comunitarios tienen los mismos derechos a asistencia sanitaria que cualquier persona del país. La única condición que se exige es estar empadronado en el municipio español en el que se reside habitualmente. Además, todos los extranjeros tienen derecho, sin condiciones, a la asistencia pública de urgencia, así como las mujeres embarazadas y los jóvenes menores de 18 años. Los gérmenes y las células cancerosas son demócratas; para ellos todos somos iguales. En los servicios sanitarios -y en los no sanitarios- en cambio, no.

Veamos un caso sencillo. Estamos en un servicio de urgencias de un hospital público de reconocido prestigio. La lista de espera es de tres horas, y ya es bien entrada la noche. Acude un familiar muy cercano a un político de relieve, un noble, un personaje mediático o una persona muy relevante. ¿Se pondrá en la cola hasta que le llegue el turno, o saltarán todos los resortes internos y acudirán raudamente los mandatarios del hospital para que lo “cuelen”? ¿Usted sabe la respuesta? Yo sí.

Un sabio ginecólogo, que ya he mentado en otras ocasiones, decía que en medicina hay dos tipos de urgencias médicas: la real -el paciente está enfermo- y la social -el paciente es muy importante-.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que es triste es que yo trabaje como un desgraciado , privandome del derecho a estar horas con mi familia, para que luego vengan un montón de inmigrantes a favorecerse de mis esfuerzos y cotizaciones. ¿ A caso en los años en que desgraciadamente el español tuvo que emigrar se le dió tantas facilidades?. Que yo sepa ni en Alemania, Sudamérica, Australia..etc se nos dió nada gratis. Nuestros abuelos tuvieron que luchar mucho y no entorpecieron los derechos fundamentales de otros cuidadanos de los paises de acojida.
Señores/as inmigrantes, recuerden que les estamos haciendo un favor y en ningún caso es nuestra obligación soportar sus cargas personales, a mi también me gustaría tener 5 ó 6 hijos, pero creo que tengo algo que a ustedes les escasea...cerebro y sentido de la responsabilidad!!!

Anónimo dijo...

Se que es verdad lo que comenta el amigo ya que la mujer que ayuda en casa de mis padres es marroqui, y las pasadas navidades se trajo a su padre enfermo de una hernia de estomago o de Iato, y con la escusa de pasar las navidades aqui lo operaron de urgencia en Bellvitge, pasando por delante de muchos españoles y sin pagar un duro hace 2 dias le han llevado a Marruecos sano y contento para explicar a todo su pueblo que vengan a ver a los familiares aqui que esto es un autentico chollo, con perdon, mandagüevos!!!!