viernes, 1 de febrero de 2008

El amor se va… pero el negocio debe seguir

Recuerdo que, hace unos años, Michael Douglas y Catherine Zeta Jones firmaron unos acuerdos prematrimoniales que garantizaban que, en caso de separación, no hubiera problemas, como le ha ocurrido a un famoso ex Beatle. A mucha gente le extrañó muchísimo: “Pues vaya, sí que confían el uno en el otro, sin haberse casado todavía…” (era el comentario socarrón). Estos acuerdos ya no son nada nuevo; en España, contamos con las Capitulaciones Matrimoniales para dejarlo todo clarito antes de contraer matrimonio. Ya saben que el enamoramiento es un trastorno mental transitorio, que dura lo que dura. Por lo visto, cada vez dura menos. En 2006, hubo 150.000 divorcios en nuestro país, y concretamente en Cataluña se firmaron unas 3.000 Capitulaciones Matrimoniales.


El título de este post hace alusión a uno aparecido en un artículo publicado en un suplemento dominical de un conocido periódico. Está enfocado a las empresas familiares, pero la realidad es muy parecida aunque no haya empresas similares. En el cuidadano de a pié le ocurre lo mismo; con el paso del tiempo va contruyendo un ensamblado complejo -hijos y propiedades- que cuando hay una separáción es complejo de solucionar.

Me da tristeza ver cómo las parejas -que son buenas personas antes de casarse- se comportan como fieras cuando se inicia la separación. Es la “alimentación de la ira” o las ganas de someter al contrario. Les pongo el ejemplo de una pareja enamorada: el hombre pone el piso que le ha regalado su padre, y la mujer aporta unos milloncejos para reformarlo. Asunto arreglado: pueden irse a vivir juntos hasta que la muerte los separe… Pero no. Se esfuma el enamoramiento y ahora... ¿quién se queda en el piso? Y si además hay hijos por medio, propiedades y dineros, la batalla que se inicia puede ser monumental. ¿Cómo se puede pasar del amor y el cariño al odio, daño y sinrazón? Se habla de la mediación. Pero si uno no la acepta, como dicen en las series de abogados de TV, “no hay caso”.

Si algún lector@ está a punto de casarse, pase con su pareja por el notario antes de la vicaría o el juez de paz… Negocie unas buenas Capitulaciones. Una vez casados, sobre todo si tiene hijos, vuelva al notario para hacer el testamento. Nunca se sabe. Lo único que sabemos con certeza es que vamos a morir... aunque les deseo que su vida sea luenga.

Ah! Una vez les comenté que ahora soy un practicante de la "bodas Hannover" pero sin alcohol la noche anterior. Quizás, a partir de ahora, "les exija las Capitulaciones" a los novios antes de asistir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que cada vez hay mas divorcios. Aunque el matrimonio es una loteria, tambies es verdad que hoy en dia no se aguanta nada.Se supone que los adultos tenemos derecho a rehacer nuestras vidas, pero, que pasa con los niños??? Ellos tambien tienen derecho a tener a papa y a mama juntos. Lo que pasa es que, no todos, pero si unos cuantos matrimonios se divorcian en busca de nuevos retos, sensaciones, enamoramiento.... El enamoramiento tonto siempre se pasa. En mi opnion lo que viene es algo mejor. Pero hay personas que necesitan esa sensacion y cuando se les pasa, se acaba el matrimonio y tambien la estabilidad de sus hijos.
Por supuesto que hay que casarse con la cabeza. Lo tuyo es tuyo y mio es mio. No te quiero mas por casarme en "bienes en comun".

Anónimo dijo...

El anonimo anterior, habla muy bien, parece ser que le ha tocado la quiniela en su matrimonio. Pero lo que la Señora anonima no sabe, es que su quiniela, no es la unica acertante!!!