viernes, 20 de abril de 2012

La muerte y el niño ¿cómo decírselo?

Hay dos buenos libros que pueden ayudar a los padres ante situaciones complejas como la muerte de un ser querido. El primero, CÓMO CONTÁRSELO A LOS NIÑOS de D. Schaefer y C. Lyons, proporciona las respuestas adecuadas cuando alguien fallece y la forma de enfrentarse a las inevitables preguntas sobre la pérdida y el cambio, la vida y la muerte. El segundo, titulado ¿CÓMO SE LO DECIMOS A LOS NIÑOS?, esta escrito por B. Olshaker, un conocido pediatra que es asimismo especialista en psiquiatría infantil, explica en un lenguaje claro y directo cuándo, cómo y qué decirles a los niños con respuestas sencillas a cuestiones difíciles. Por desgracia, en la consulta he vivido varios casos de fallecimientos súbitos de familiares queridos. Los padres no pueden proteger a sus hijos del dolor y la pérdida, pero pueden ayudar a hacer frente a ella. La muerte es una de las pocas certezas de la vida que debemos aceptar, sin embargo, sigue siendo difícil para los padres para explicar el proceso de duelo de la muerte a los niños. Muchos preguntan “¿qué es estar muerto? Y, una forma de darle la vuelta a la pregunta es hacer otra: “¿qué es estar vivo?” "yo estoy vivo y puedo ver", "estoy vivo y puedo respirar", "estoy vivo y puedo bailar", y así sucesivamente dándole al niño la oportunidad de repetir las frases. Al final, la conclusión es: “cuando no se puede hacer nada de eso es que estás muerto”

Aquí les expongo una sinopsis de respuestas orientativas.
  • Pregunta ¿Qué se nota al estar muerto? 
Respuesta “cariñosa”. “Morir es como si estuviera dormido." Vinculación de la muerte con el sueño pueden causar a un niño a desarrollar temores acerca de quedarse dormido. 
Respuesta “realista”: Las personas que mueren no notan ni les duele nada. No respiran, hablar, pensar o sentir nada. No están vivos.
  • Pregunta ¿Me moriré pronto?
Respuesta “cariñosa”. "No te preocupes, los niños no se mueren." Si bien esto puede sonar tranquilizador en el corto plazo, que no es verdad, y su hijo pronto aprenderá lo contrario. A continuación, se le han traicionado su confianza.
Respuesta “realista” "Todo el mundo nace y muere pero esto no ocurre hasta que uno se hace viejo, o tiene un accidente terrible".
  • Pregunta ¿Cómo se ha muerto el abuelo?
Respuesta “cariñosa” "El abuelo se puso muy enfermo, lo llevamos al y allí murió". Esta frase explica la realidad pero hace pensar al niño que si sus padres o él tienen que ingresar en el hospital pueden morir. 
Respuesta “realista” " El abuelo se puso muy, muy enfermo y no había ninguna medicina para curarle y su cuerpo  dejó de funcionar porque no podía respirar ni comer"
  • Pregunta ¿Vosotros os podéis morir?
Respuesta “cariñosa” "No te preocupes, los papás nunca se mueren y te cuidaremos siempre". Aunque pueda sonar a tranquilizador en el momento, el niño aprenderá pronto que sus padres no le han dicho la verdad y se puede sentir traicionado. 
Respuesta “realista” " Normalmente, las personas no se mueren hasta que son muy viejos y yo creo que voy a vivir mucho tiempo hasta ser mayor" 
  • Pregunta ¿Cuándo volverá el abuelo? 
Respuesta “cariñosa” "Se ha ido muy lejos y no podemos verlo." Evita enfrentarse al hecho de su muerte pero altera el cariño que le tenía porque no puede entender "que le abandone" una persona a la que él quería mucho.
Respuesta “realista” "El abuelo no puede volver a vernos porque está muerto. Todos lo echamos de menos, pero cuando pensamos en él, lo recordamos en nuestra memoria".

Adaptado de "What Should I tell the Kids? A Parent's Guide to Real Problems in the Real World", by Dr. Ava L. Siegler (1994).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece muy interesante este post. Por desgracia últimamente tengo que hablar bastante con mis hijos acerca de la muerte, porque nos rodea y atañe personalmente por estas fechas.

Lo único que echo en falta en sus consejos es el apunte de la muerte como algo más trascendente. Los creyentes creemos, valga la redundancia, que la vida no acaba con la muerte, que existe algo después, y por ello podriamos reunirnos con nuestros seres queridos. Incluso nuestros seres queridos podrían estar observándonos y protegiéndonos.
Aun cuando se me plantean millones de dudas, yo les transmito a mis niños que no es un adios sino un hasta luego, que pasamos a un lugar mejor, sin dolor y sin miedos,lleno de Amor junto a Dios.
Saludos de una mamá de 4 que le sigue a diario

Conxi dijo...

Me ha servido de mucho porque mis hijos no han conocido a mis padres y mi hijo que ya tiene casi cinco años me pregunta a menudo por ellos, nosotros no somos creyentes y más o menos le conté lo que usted explica en esta entrada, que estan muertos, que se pusieron malitos y no había medicinas para curarles y empezamos a hablar sobre lo que significa estar muerto, no sientes, no ves, no oyes... Sin embargo me asaltaba la duda sobre si me había "pasado"...

Conxi dijo...

Me ha servido de mucho porque mis hijos no han conocido a mis padres y mi hijo que ya tiene casi cinco años me pregunta a menudo por ellos, nosotros no somos creyentes y más o menos le conté lo que usted explica en esta entrada, que estan muertos, que se pusieron malitos y no había medicinas para curarles y empezamos a hablar sobre lo que significa estar muerto, no sientes, no ves, no oyes... Sin embargo me asaltaba la duda sobre si me había "pasado"...