No olvidaré jamás las dos máximas que aprendí cuando hacía mi servício militar. Todavía debo alférez de complemento. En las lecciones nos explicaron la primeras reglas de la guerra nocturna.
- Ventaja: el enemigo no te ve
- Desventaja: tú no ves al enemigo
Esto lo explico porque últimamente he hecho dos viajes en los que he cumplido, en términos turísticos, las elementales e inteligentes normas militares. Uno a la capital china y, el otro a un país árabe. En el primero, en pleno invierno; ventaja: no había ni dios y sin colas para entrar; desventaja, hacía un frío de pelotas que todavía lo noto en mis huesos. En el segundo, casi en verano; ventaja: no había ni dios y sin colas para entrar; desventaja: un calor asfixiante y húmedo que casi me impedía andar.
En resumen, loa militares no andaban tan equivocados.
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