En la misma ciudad he vivido tres hechos poco relevantes para ustedes pero que a mí me han interesado. El primero es la detención de Jules Assange, periodista australiano y fundador de WikiLeaks, buscado en todo el mundo por unas supuestas violaciones en Suecia que él niega. Ha puesto en circulación unos 250.000 documentos militares y diplomáticos de EEUU. Según se va sabiendo, estos documentos son de importancia menor. Me da la impresión de que todo es un montaje y, como siempre ocurre en estas situaciones, no se sabe exactamente a quién beneficia y cuando lo hará.
De alguna forma, lo relaciono con un libro interesantísimo que me he tragado en tres días “Breve historia del sionismo” de Joan B. Culla y editado por Alianza Editorial, en el que el autor describe de forma rigurosa y desapasionada el contexto ideológico, diplomático y cultural para crear el estado judío en Palestina y cómo se desarrolla la confrontación con un nacionalismo árabe palestino tardío que dura hasta ahora. He comprendido las claves del conflicto. A raíz de este libro he pensado lo que está ocurriendo en España y creo, sinceramente, que fue una gran “cagada” -posiblemente inevitable (¿?)- crear muchas comunidades autónomas cuando, en realidad, son muy pocas las que tienen “hechos diferenciales” claros con respecto a las demás.
Y, finalmente, mi admiración por Edmund Beckett Denison (primer Barón Grimthorpe), diseñador del mecanismo del Big Ben de 5 toneladas que empezó a funcionar en 1859. Era un hombre muy brillante pero agresivo y sarcástico. Ustedes pensarán que fue un relojero destacado. Pues no, ¡era abogado en ejercicio y arquitecto! Y, por supuesto, un genio de la relojería –ya me gustaría serlo a mí.
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