Curiosa coincidencia en una misma tarde. Los calzoncillos, las bragas y la ropa interior de niños y niñas se han convertido en un espléndido escaparate de las filias y las fobias de la población infantil. La niñas con la renovada Hello Kitty -me quito el sombrero ante este caso de retorno al éxito después de años de letargo- y los niños con calzoncillos de Spiderman pero sobretodo del Barça (lógico, viven donde está el club de sus ídolos)
A los que son más mayores les gasto siempre una broma preguntándoles: "Viendo estos calzoncillos me haces dudar si eres un forofo del Barça o estás hasta los huevos de él". Lógicamente me responden que son culés perdidos pero hoy he presenciado un hecho único en el mundo balompédico, soberbio, genial, incomparable.
Saben que dentro de poco, el día de las Elecciones en Catalunya, se disputa el partido de la máxima rivalidad Barça - Madrid. Pues bien hoy ha venido un jovenzuelo con uno calzonzillos del Madrid y, naturalmente, le he preguntado si era madridista y tan tranquilo me ha soltado: "No soy del Barça pero así me voy meando en ellos hasta el partido". Poco después ha entrado otro, que no se conocía ni tenía relación con el anterior, con unos calzoncillos del Barça y, naturalmente, le he preguntado si era culé y la respuesta ha sido casi idéntica a del anterior pero a la inversa: "Soy del Madrid pero me voy meando en el Barça hasta el día del partido". Sublime.
¿De qué equipo se compraría los calzoncillos usted? Yo de ninguno, mis inclinaciones se decantan por los sufridos "pericos".
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