viernes, 15 de mayo de 2009

¡Protesto! Partido de la Copa del Rey

En las películas en las que hay un juicio, como buen lego en la materia, me encanta oír el ¡protesto! del fiscal o del abogado defensor aunque no sé exactamente en qué se basa el juez para responder ¡admitida o no admitida!. Mi amigo el pediatra filósofo, Sir Joseph, ayer no me admitió la protesta. Me volvió a decir que yo seguía siendo un cascarrabias por lo que voy a explicar a continuación.

No voy a hablar de fútbol aunque sí quiero puntualizar algo que me llamó la atención durante el partido; la corrección de los seguidores del Barcelona y Athletic de Bilbao excepto un energúmeno que tiró una lata de bebida a un jugador. En todos los sentidos fue un partido ejemplar menos en una cosa: la hora de realizarse. Un partido de fútbol de tal calibre que deberían seguir muchos aficionados por la tele, incluyendo a niños y jóvenes, no puede empezar a las 22 horas de un miércoles y acabar casi pasada la medianoche. ¿Cómo va a funcionar el país al día siguiente? ¿No podemos empezar a dar ejemplo a las futuras generaciones que ir a dormir pronto favorece el descanso y que a quién madruga Dios le ayuda?

Soy un firme defensor del cambio de horarios laborales para la conciliación familiar y el ejemplo debe partir por las instituciones con más peso empezando por las televisiones y sus horarios de programación. Si en vez de realizarse a las 22h. se hubiera hecho a las 20h. habría tenido la misma repercusión mediática y todos los españolitos de todas las comunidades autónomas no hubieran estado somnolientos al día siguiente. Pero no hay manera; el señor Buqueras se desgañita en todos foros pidiendo horarios racionales pero nadie le hace caso y me molesta pensar que no llegaré a ver un día en el que se coma a las 12-13 h., se cene entre 18 y 20 horas, que la última sesión de cine y espectáculos sea a las 20h., la "golfa" a las 22h. y cierre de lo bares y locales públicos a la una de la madrugada. ¿Por qué no empeñamos en ir a contracorriente? Si nuestros parados logran obtener un nuevo trabajo estarán acostumbrados a ir a dormir a las tantas y eso no es bueno para ellos, ni para sus hijos y ni para la sociedad en general. Eso sí, trabajamos más horas que nadie pero nuestra productividad es mínima.

!Ah!. Otra cosa, esos horarios van a matar a nuestro Rey que, con 72 tacos que tiene, debería estar en casita descansando...¡me lo van a matar!

2 comentarios:

RosaMaría dijo...

Pues pasa lo mismo en todos lados. Uno se va con pena y bronca porque los buenos programas y películas los pasan después de las 23 o 24. Tu reloj me dio trabajo para leer las 14.50, al estar invertido te hace detenerte en él. Un abrazo y no te preocupes por el Rey, que todavía se las banca bien.

Slow May dijo...

Lo de que trabajamos mas horas que nadie... yo diría que estamos en el lugar de trabajo muchas horas, pero de ahí a que todas esas horas se utilicen para trabajar... habría que descontar el tiempo que se pasa la gente enganchado a internet, charloteando con los colegas por telefono, tratando de ligar con el compañero de curro...

En fin, que le voy a contar que no sepa ud.