El padre de Lluis era un afamado oftalmólogo que trabajaba en el Hospital Sant Joan de Déu. Mi hijo mayor tuvo una obstrucción de un lagrimal y él con gran habilidad se lo destapó en un santiamén. Desgraciadamente nos dejó en plena juventud. Pero dejó descendencia brillante. Su hijo Lluis es mi “coach” (mentor) en los líos en que me he metido como “médico emprendedor” –eso suena cosa fina, ¿cierto? Si no fuera por él no estaría escribiendo estas líneas.El Dr. Lluis G. Pareras ha escrito el libro “Innovar y emprender en el sector sanitario” publicado por la editorial Ars Médica y es un compendio de todo el trayecto desde que surge desde una idea hasta que se materializa. Él me ha enseñado que “una idea no vale nada”. Hay muchas buenas ideas que quedan en eso: ideas. Según un estudio reciente a competitividad de España ocupa un "discreto" lugar en el mercado internacional, al situarse en el puesto vigésimo noveno en una lista de 131 países según un informe del instituto de Estudios Económicos (IEE). Entre las economías más tradicionales de la UE, sólo quedan por detrás Portugal, en la posición 40, Italia (46) y Grecia (65). Nuestra capacidad de innovación es lenta. Hay una empresa americana que ha puesto en marcha una web de ideas para que la gente exprese aquéllas que se le ocurran para mejorar cualquier situación, objetos, instrumentos o el desarrollo de una. Muchas "Cartas de los lectores" de los periódicos tienen ideas aprovechables. En la revista Muy Interesante hay un apartadito denominado "Yo también soy inventor". Las ideas geniales surgen de los jóvenes e incluso niños pero ¿como las ponemos en marcha? En España no conozco ninguna "ventanilla de ideas".
Y no sólo ha escrito un libro muy detallado sino que ha puesto en marcha un sofisticado blog dedicado a estos temas www.healthonomics.org . Los interesados en estos temas han de entrar en ella como lectura obligada.
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