Los tipos de dolor de cabeza más frecuentes en la población infantil son la cefalea tensional y la migraña.
- Cefalea tensional es la más frecuente. La puede desencadenar una amplia variedad de factores estresantes, tanto de tipo psicológico como físico. El dolor se suele describir: a) como una presión constante alrededor de la parte anterior o frontal y los lados de la cabeza, que se puede sentir como si se tuviera una cinta de goma apretada alrededor de la cabeza, b) como un efecto constrictor, como si te estuvieran comprimiendo o apretando la cabeza. Ambos son sordos y molestos. Las principales diferencias existentes entre las cefaleas tensionales y las migrañas son que las primeras no suelen ir acompañadas de náuseas o vómitos, y generalmente no empeoran con la actividad física, síntomas más propios de las migrañas.
- Migrañas, a menudo desencadenadas por factores como el estrés, la falta de sueño y la menstruación, las migrañas pueden cursar con los siguientes síntomas: • dolor pulsátil, martilleante y continuo en uno o ambos lados de la cabeza • mareo • dolor de estómago • náuseas y/o vómitos • ver puntos negros o halos • sensibilidad a la luz, al ruido y/o a los olores. La mayoría de las migrañas duran entre 30 minutos y varias horas, aunque algunas se pueden alargar hasta un par de días.
Algunas personas que padecen migraña:
- Simplemente no se encuentran bien. La luz, los olores o los sonidos les pueden molestar o hacerlas encontrarse peor. A veces, si intentan continuar con sus actividades cotidianas después de que se inicie la migraña, pueden tener náuseas y vómitos. A menudo el dolor se inicia solo en un lado de la cabeza. La actividad física puede empeorar el dolor.
- Presentan auras, una especie de señal de aviso de que se avecina una migraña (generalmente de 10 a 30 minutos antes de que se inicie el episodio). Es posible que el aura sólo afecte a un ojo. Los síntomas más frecuentes del aura incluyen visión borrosa, ver puntos negros, líneas en zigzag, luces centelleantes u oler determinado olor.
- Tienen la premonición de que van a padecer migraña de horas a días antes del episodio. Esto es algo distinto al aura y se puede asociar a antojos alimentarios, sed, irritabilidad o sensación de tener una gran energía.
- En ocasiones, presentan debilidad muscular, pierden el sentido de la coordinación o tropiezan.
Tomado de KidsHealth.
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