Frecuente queja de los padres. Es curioso como la leche puede llegar a desatar pasiones en la alimentación del niño. En un extremo están los que la rechazan de plano, en el otro los que se preocupan mucho si no la quiere y, en medio, dos subgrupos más: a) los que le dan leche pero la retiran para "disminuir el moco del resfriado" (mito muy popular), y b) los que la dan sin ningún tipo de prejuicios.
Para los padres que creen que su hijo toma poca leche pueden leer este artículo de la Asociación Española de Pediatría publicado en la sección En Familia. Es muy clarificador.
1 comentario:
Recuerdo que a mí llegó a preocuparme justo lo contrario. A los dos años, cuando desteté a mi hija, comenzó a beber leche de vaca a todas horas. A tanto alzado le calculé más de un litro diario. Lo comenté con la pediatra y ella le quitó importancia. Poco a poco la cosa se normalizó, pero lo cierto es que le encanta. Como a mí, dicho sea de paso. Y a las dos nos sienta de maravilla.
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