Es evidente el aumento de los trastornos de comportamiento por la mejoría de la capacidad diagnóstica de los médicos; el TDAH y el autismo entre otros son dos ejemplos claros. Hago la salvedad de que algunos de estos diagnósticos son clínicos y, por tanto, tienen el riesgo de “infradiagnosticarse” o “sobrediagnosticarse”.
Hay unos trastornos de comportamiento que yo llamo “evitables” que son debidos simplemente a una deficiente educación, a la ausencia de disciplina y a la falta de urbanidad. No sólo educan los padres y los maestros sino el entorno. La labor del maestro, tan desprestigiada es estos días, es uno de los pilares de la sociedad futura.
Sidney Poitier en "Rebelión en las aulas". Formidable |
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