Ayer se presentó el informe Faros con gran éxito de público aunque todavía no me enterado de las críticas. Uno de los pesos pesados que actuaba era el Profesor Elzo, catedrático de sociología de la Universidad de Deusto, y no le ofendo al decir esto, una persona venerable. No por su edad, que la tiene y parecida a la mía, sino por su sabiduría. ¡Qué hombre! ¿Cómo puede saber tanto y yo tan poco? A su lado, a pesar de su humildad extrema, te sientes como un alfeñique. Bien esperaré a ver si en la reencarnación caigo en un buen lugar y no ser más burro de lo que soy ahora.
A los conferenciantes masculinos de allende Catalunya que participan en estas reuniones informativo-científicas organizadas por el hospital les hacemos un pequeño obsequio. Como la cosa no da para más para los hombres se les entrega una corbata con el logo diseñado por Javier Mariscal -en boga por su película Chico y Rita - y a las féminas un pañuelo "luxury kink-size" del mismo diseñador. Después de su estelar intervención en la rueda de prensa y con más cariño que pompa, le dimos el obsequio. Después lo llevé a mi mini-cuchitril de despacho que tengo en hospital para que pudiera conectarse a Internet y hacer unas llamadas. Al salir de forma discreta me comentó: "la caja está vacía", "¿cómo?" le inquerí sorprendido, "sí, sí está vacía". Efectivamente, el envoltorio estaba intacto pero sin la corbata. Ahí me sonreí y le comenté: "Profesor, me alegro que esté vacía. Así me demuestra que ha mirado el regalo o por lo menos estaba intrigado por él; sino lo hubiera hecho hubiera llegado a Donostia y seguro que no hubiera reclamado".
Profesor Elzo, gracias por sus lecciones y... espero que algún día se ponga la corbata.
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