viernes, 24 de diciembre de 2010

Consejos para comprar o entregar los juguetes en estas fechas de crisis económica.

He tenido la mala pata de apretar un botón incorrecto y se me ha borrado todo lo que había escrito. Maravillas de los ordenadores. Como estoy cansado no me veo con ánimos de volver a escribir unas recomendaciones -muy sencillas- ante la llegada de la avalancha de los juguetes en estas fiestas navideñas marcadas por la crisis. En resumen, deseo que sean unas fiestas diferentes y que a los niños no les traigan nada de lo que han pedido sino "sorpresas" verdaderas, inesperadas y no electrónicas.


La frustración es una buena enseñanza para su vida futura.

¿Qué recomendaciones sugerirían ustedes?

PS.

¡Oh, la, la! Por aquéllas cosas de los virus, lapsus mentales y torpeza informática he descubierto en las catacumbas de mi ordenador parte del "papiro" que había destinado para este espacio. Dice así:

Cada año me quedo atónito por estas fechas con las respuestas de los niños respecto a lo juguetes que piden al tió, papá noel y reyes magos. Ya no los pongo en mayúscula porque, por lo menos, en nuestro país han perdido mucho de la "magia" e "ilusión de antaño. Muchos niños no se acuerdan de lo que han pedido, solicitan ("me lo pido") todo lo se muestran en los catálogos editados "ad hoc", están absolutamente seguros de que les traerán lo que piden y les importa un pito lo que cueste; mejor dicho, no tienen ni idea de lo que vale. 

Frente a esta  laxitud y molicie actual hacia el regalo y el juguete infantil, sugiero hacer un ejercicio de austeridad, moderación y sana frustración:
  1. Que los "regalantes" -léase tió, papá noel y reyes- traigan como máximo de dos a tres cosillas por cabeza. No traerán aquellos por los que los padres sientan debilidad pero que al niño de importa un pito como un Scalextrix 
  2. No traer lo más deseado en primer lugar, La frustración es una buena escuela de la vida 
  3. Después de haber visto su funcionamiento, a partir del día 8 de enero se hará una exposición de todo el material recibido y se solicitará del "implicado" que escoja los dos o tres juguetes más deseados. Los demás se guardarán en un lugar secreto e inaccesible 
  4. Pasado un tiempo puede cambiar uno o dos juguetes “antiguos” por otros nuevos. Esta rotación demostrará que habían pedido juguetes que ni se acordaban de ellos: al sacarlos ni siquiera les gustarán 
  5. Los juguetes electrónicos tipo videoconsola se abrirán sólo previo un minucioso redactado de un contrato para uso y disfrute con dos puntos básicos: regular estrictamente el tiempo y los días para jugar con ella.  Sólo los progenitores podrán tener la potestad de variar el contrato
  6. Los libros, electrónicos o no, son el mejor regalo. Fomentar la lectura evita la creación de catetos redomados, jóvenes incultos, personas sin valores y producen una gran paz familiar
El objetivo es decir esta frase. "Este año no ha podido ser, quizás el año que viene haya más suerte", como ocurre el la lotería. A mí me gustaría que me trajeran un Patek Philippe Perpetual Calender, pero va a ser que no. Bueno, esperaré a otro año...

3 comentarios:

Paula Martínez dijo...

A veces los Reyes, Papás Noeles etc son mucho peores que los niños. Yo llevo varias semanas convenciéndoles de que la niña ya tiene demasiadas cosas y que no necesita tantos regalos.
Apoyo la moción de los libros, y no se preocupe demasiado por lo del Patek Philippe. Ya sabe, la frustración es una buena enseñanza para la vida futura.

Anónimo dijo...

¡Que razón tiene Dr.! Que la vida es frustración, es algo que he intentado inculcarles desde el momento mismo en que nacieron, con más o menos acierto. Con la paradoja de que al final para mucha gente somos unas "madrastronas". Allá ellos...
Desde Bilbao,ZORIONAK ETA URTE BERRI ON!

Esther dijo...

Leo su comentario pasado Papa Noël y me alegra estar de acuerdo. Nosotros hemos decidido que en casa "solo" haya Reyes y la gente te mira hasta mal y te dice que pobres. El primer año piensas que no lo estás haciendo bien, pero después de 5 creo que fue una decisión acertada.