Me gusta el título para describir a niños con problemas de diversa índole y no estigmatizarlos. En el suplemento Magazine de La Vanguardia de ayer (19/09/10), el escritor Quim Monzó en su sección Seré Breve escribe un articulo memorable titulado "El color del caballo blanco de Santiago" -no puedo encontrar el enlace pero sí la portada- en el que critica el uso de eufemismos en vez de afrontar la realidad de los nombres de enfermedades importantes. Por supuesto que estoy de acuerdo con él, por cierto también excepcional por ser un genial escritor y padecer un trastorno del movimiento poco frecuente y muy evidente, pero comprendo que a los padres les cueste aceptar el nombre "popular" como ciego, paralítico, tonto, retrasado. etc.
Me he enterado de la existencia de la web Hoptoys que, según consta en su presentación, el inicio de esta formidable aventura se debe a la toma de conciencia de Bryon Torres, educador especializado, y de su mujer Véronique, del hecho de que no existía en Francia ningún recurso de juegos y juguetes educativos y lúdicos adaptados a las necesidades de los niños discapacitados. Para responder a esa necesidad, crearon la web con una selección de herramientas actuales prácticas para "aprender jugando" en casa, en terapia o en un medio educativo, ya que un niño discapacitado es antes que nada un niño. En ella intentan actualizar de forma permanente esa idea educativa para responder a las expectativas de esos "niños excepcionales".
Me he apuntado como colaborador aunque bajo la advertencia de "cuando pueda". Por suerte o desgracia recibo continuamente "ofertas" de colaboración en revistas, radios, periódicos, etc. pero el día sólo tiene 24 horas y... debo dormir un poco.
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