El verano está tocando a su fin y la vuelta al cole es inminente. El maestro es una de las personas más importantes en la educación de su hijo. El profesor tiene una enorme influencia para que la escuela sea un lugar de aprendizaje con alegría y diariamente está pendiente todos y cada uno de los niños. Es extremadamente importante que los padres y maestros a trabajen juntos para proporcionar una buena experiencia escolar del niño. A la mayoría de los profesores les gusta colaborar con los padres y desean escuchar sus opiniones. De hecho, numerosos profesores están más motivados para enseñar a los niños con cuyos padres tienen una comunicación positiva y educada que con padres "pasotas" y poco considerados, por no decir maleducados o gilipollas.
¡Alabe al maestro que lo hace bien! Qué poco empleamos las palabras de agradecimiento a las personas cuando su trabajo lo hace bien y, en cambio, nos falta tiempo para protestar, recriminar, insultar o maltratar si no es de nuestro agrado. Los padres deben tener clara una cosa que, al parecer, muchos no entienden: el maestro es el maestro; ¡qué chorrada acaba de escribir, doctor! quizás sí, pero muchos no comprenden la importancia de esa palabra si pulsa aquí verá en un corto espacio una buena descripción. Los padres tienen derecho a participar en la educación, disentir en forma constructiva de la opinión de la escuela pero jamás deberán despreciar una profesión tan noble. La comunicación con ellos debe ser de forma regular, de manera continua, no una vez o dos veces al año. Cuando se reúna con ellos no sean pesados y lleven sus temas bien ordenados y argumentados como :
- Hacer una lista de los temas a hablar
- Agradézcanle lo que él, específicamente, ha estimulado o ayudado al niño
- Si tienen un problema, no generalicen e indiquen lo que les preocupa de una forma clara, concisa y educada. No sirve para nada decir: "aquí enseñan muy mal" o "los profesores son un desastre" y, en cambio, es más efectivo afirmar, por ejemplo: "Los temas de matemáticas no parecen bien adaptados para mi hijo o a él le cuesta hacerlo, ¿hay una forma en que se puedan modificar para satisfacer mejor sus necesidades?"
- Hablar sobre estos asuntos de una manera positiva y no amenazante
- Mantener el centro de la conversación en su hijo y no en las deficiencias del profesor
- Ofrecer ayuda al profesor cuando sea posible decidiendo con él si esta colaboración es beneficiosa para el niño
- Ofrezcan al profesor, si pueden, su tiempo y talento como voluntarios para actividades, redactores de textos, preparación de fiestas o sorpresas para niños desvalidos física o emocionalmente, etc.
- No hay que ser "pelota" del maestro. Los "pelotas" se hacen cargantes y se les pesca al vuelo
Al final del curso, todo ha acabado, las aulas están vacías y el profesor se queda solo. Poder leer una carta de agradecimiento por su labor durante el año escolar es muy confortante para los se dedican a este trabajo tan bonito pero al mismo tiempo duro y extenuante. Envíesenla.
Probablemente muchos de ustedes no han visto una película protagonizada por Sidney Poitier titulada en España "Rebelión en las aulas" (1966). Les pongo la escena final, se me pone la piel de gallina, cuando las "fieras" se han amansado, le agradecen su trabajo y él decide renunciar a un destino mejor para seguir siendo UN MAESTRO.
3 comentarios:
No quiero meter a todos los maestros en el mismo saco pero esta profesion esta entrando en una fase de decadencia y si no cambian mucho las cosas, no se si tiene marcha atras.
Los que ejercen en infantil y primaria se llevan la palma.
No se pueden hacer frases generalizadas, tengo un hijo que tiene 9 años y han tenido durante dos cursos seguidos a una maestra que se merece todos los elogios habidos y por haber, les ha motivado, les ha dado valores y han aprendido mucho, toda la clase incluida ella, han formado un gran equipo. La adoran!!!!
Todos los padres de la clase supimos estar a la altura, para agradecer su esfuerzo (somos 27 niños/as).
Muchas gracias por la parte que me toca, soy una feliz maestra de primaria, y me siento muy afortunada de trabajar muy cerca de los papás y mamás de mis niños :)
... y en completo desacuerdo con el primer comentario: hay de todo, como en botica, pero afortunadamente, cada vez más ganas y motivación en los maestros que empiezan.
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