Les comenté lo ufano que estaba con mi váter "atómico" pero héte aquí que al ir a inaugurarlo no funcionaba. Me leí las instrucciones de cabo a rabo, cambié las pilas, arrodilléme para ver si todo estaba conectado. Todo parecía estar en orden hasta que el responsable de montarlo me dijo por teléfono: "han sobrado unas piezas y se las he dejado en la caja" ¿que han sobrado piezas? "sí ,sí se las he dejado ahí no me he atrevido a tirarlas..." Casi me da un síncope; es como si te dieran un coche y te regalaran "las piezas que sobran".No lo podía creer pero así era. El técnico había decidido que sobraban piezas... sabía más que los fabricantes alemanes de mi "atómico" váter. He escrito a Alemania a ver si se puede arreglar o por lo menos puedo hacer mis necesidades sin peligro de que salte un muelle y me dé en los mismísimos.... Esta es una lección para España entera y ¡olé!. Hemos de ser buenos profesionales y dejar de ser chapuceros como "Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio". El que haga su trabajo, todos son dignos, que lo haga bien.
A propósito de esta frase lapidaria les voy a explicar un hecho que me enseñó mucho. Un verano, como había suspendido muchas asignaturas, mis padres me pusieron a trabajar de "aprendiz de mecánico" en un pequeño taller de coches. Una vez el encargado, viendo cómo estaba intentando sacar los tornillos de una rueda y no podía, me espetó una frase que nunca olvidaré: "cada trabajo necesita su herramienta correcta si empleas otra estropearás la herramienta y lo que estás intentando arreglar".
No hay comentarios:
Publicar un comentario