Fíjense hasta donde hemos llegado. Ésta es una primicia que nadie sabe todavía pero que no podría tardar en producirse y, en España, ya conozco un caso. Según la ley se considera maltrato infantil realizado a todo menor de 18 años cuando su salud física o mental, o su seguridad, están en peligro, ya sea por acciones y omisiones llevadas a cabo por los padres u otras personas responsables de su cuidado produciéndose, entonces, el maltrato por acción, omisión o negligencia.
Hasta ahora, según esta definición, podríamos enumerar diferentes tipos de maltrato:
- Maltrato físico: cualquier lesión física infringida en el cuerpo del niño, realizada con la intención de dañar
- Abandono o Negligencia: cuando los padres o tutores no atienden, si quiera, las necesidades básicas del menor
- Abuso sexual: el niño es usado por un adulto o por otro niño mayor, para su satisfacción sexual, y frente a este el niño no puede dar un consentimiento con conocimiento
- Maltrato psicológico o emocional: toda aquella acción que produzca un daño mental o emocional en el niño, causándole perturbaciones de magnitudes suficientes para afectar la dignidad, alterar su bienestar, o incluso perjudicar su salud.
Hoy le comentaré una nueva variedad de abandono, negligencia u omisión. Hasta ahora se consideraba una acción intencionada de los padres o tutores en satisfacer las necesidades básicas del niño en cuanto alimento, abrigo o en actuar debidamente para salvaguardar la salud, seguridad, educación y bienestar del niño. Es decir, dejar de proporcionar los cuidados o atención al menor que requiere para su adecuado crecimiento y desarrollo físico y psicológico.
La mayoría de ustedes conocen datos y hechos sobre el maltrato infantil. Pues bien, a la lista de ellos una revista de pediatría muy importante propone que a los padres de niños muy obesos, por excesos en la alimentación, se vean incluidos dentro de la lista de maltrato por negligencia. Al gran obeso se le acorta la vida, sufre las burlas de sus compañeros, no puede hacer actividades normales y tiene muchos trastornos médicos.
Por tanto, en el primer mundo ya nos encontramos la paradoja de que los padres podrían ser denunciados por dar de comer a sus hijos...pero en exceso.
4 comentarios:
Saliendome un poco del tema del dia... Le leo hace un tiempo, me parece muy interesante su blog. Yo vivo a caballo entre Londres y Barcelona y queria hacerle un comentario / pregunta...
Tengo dos ninyas y a menudo estan costipadas. Cuando la fiebre sube o la tos molesta mas de lo normal o respiran mas mal de lo habitual las llevo al medico.
Entonces, el pediatra en Barcelona siempre receta Romilar si la tos es seca y Terbasmin si es "de pecho". Aqui me dicen que no le de ningun jarabe, que mucho TLC (Tender loving Care... aunque ahora tienen prohibido usar acronimos)
En la primera visita siempre dicen que es un virus y que no hay mas que hacer. Si los sintomas perduran y les ven una segunda vez muchas veces entonces recetan antibioticos (seguro que hay una razon clinica, pero esta es la pauta que veo desde fuera de la mente del medico) y en Barcelona cada vez dan uno diferente (de la "nueva generacion") y aqui siempre amoxicilina.
Por que tanta diferencia en los protocolos? A que pediatra sigo yo?
Si algun dia trata el tema de virus / bacterias o lso costipados en los ninyos supongo que tendre las respuestas.
Imagino que no es lo que se ve en un hospital, pero para los padres es el pan nuestro de cada dia y no siempre esta claro que hacer.
Perdon por extenderme tanto.
Ana:
Ha puesto el dedo en la "llaga". En los países anglosajones el "esperar y ver" es una manera acertada de tratar a los niños. Los pacientes se curan "a pesar de los médicos". Lo cierto es que el aspecto cultural es muy importante. La mayoría de las infecciones son por virus y no requieren tratamiento. Esta actitud es bien aceptada en esos países pero los españoles "necesitan que le den algo al niño" al fin y al cabo lo paga la Seguridad Social...
En Inglaterra tienen un problema muy grave con las resistencias a antibióticos y muy especialmente con el MARSHA. Por eso son tan remisos a darlos y emplean los más efectivos-todavía- e inocuos como la amoxicilina.
Yo , personalmente, me inclino por el médico inglés pero los padres españoles son impacientes. Siempre digo que dar un medicamento es dar un tóxico y cuantos menos demos, mejor.
Siga más a su médico inglés pero recuerde que los pediatras españoles son muy buenos
¡Pediatras y pediatros! Seamos paritarios y paritarias, doc....
Una de cal y otra de arena...que dicen en mi pueblo manchego.
Vaya una forma de responder siendo políticamente correcto con sus congéneres médicos..sin embargo los papás siempre somos los malos de su película doctor.
Publicar un comentario