sábado, 27 de febrero de 2010

Mi voto sería en blanco si...

Hoy me voy a otro tema, el desánimo frente a la caterva de mentes preclaras que están llevando, y lo conseguirán, al desastre al estado español y a Catalunya. Cuando veo los eslogans del PP en los autobuses de Barcelona, en vez de los de la ropa interior comentado hace poco en otro post, diciendo que bajarán los impuestos, disminuirán el despilfarro y que aumentarán en 350000 el número de empleos sonrío comprensivamente pensando: "¿hay algo que se pueda creer eso?". Tampoco son de recibo las veleidades de José Luis Vélez Díez o las sentencias de nuestro Presidente Rodríguez.

No soy de ningún partido político; hasta ahora he votado al que me parecía más coherente y el que más se acercaba a mis ideas que, como en la mayoría de los mortales, son cambiantes. Es un hecho que el Sr. Rodríguez es un bolero en su segunda acepción de la RAE. Estoy cansado de que sólo tengamos políticos y no estadistas. "El político piensa en las próximas elecciones pero el estadista piensa en las próximas generaciones". (James Freeman Clarke (1810/1890).

Por eso estoy pensando en formar parte de un partido, todavía no constituido, llamado Voto en Blanco en el que según el número de escaños alcanzados éstos quedarían vacíos; sin sueldos, sin dietas, sin prebendas, sin secretarias, sin chupópteros, sin correveidiles, etc.

El voto en blanco expresa la protesta ciudadana en las urnas. Es un gesto democrático de rechazo a los políticos, partidos y programas, no al sistema. Es una censura que sólo podemos realizar en las escasas ocasiones que se abren las urnas. De momento, el voto en blanco sólo tiene efectos contables pero no se traducen en cambios políticos tal como pretende un nuevo grupo; todo se andará. Y el día que podamos votar a las personas individualmente y no a un grupo político será la reoca.

viernes, 26 de febrero de 2010

¡Un cortado, para el nene!

Para muchos el cortado es un café expreso al que se le agrega una tercera parte de leche caliente espumosa. Algunos cafeteros agregan antes un chorrito de leche fría y después una cuarta parte de leche caliente espumosa. Para otros un cortado no es más que un café expreso con una pequeña cantidad de leche caliente para reducir la acidez. Es popular en muchos países y hay diversas variantes. En resumen, es la tradicional mezcla con café y un toque de leche. He intentado saber su origen porque a mí me explicaron que era debido a la mala calidad o al mal sabor de algunos cafés y para disimularlo le echaban un poco de leche.

Sea cual fuere su origen muchos millones de personas nos "cascamos" uno o varios cortaditos al día. Yo por la mañana no desayuno y me voy al hospital. Después de la sesión científica (8-8:30h) me voy al bar un momento me tomo un café con leche y me llevo un cortado al despacho. Sentado frente al ordenador, sorbiéndolo lentamente -como Juan Valdez seleccionaba los granos de café uno a uno- , envío y respondo los correos electrónicos.

El otro día vino un renacuajo de dos años y medio dicharachero y revoltoso. Uno de los "problemas" que tenía era que para desayunar protestaba por lo que le daban y gritaba: "¡quiero un cortado!". Los padres se habían comprado una cafetera Nespresso y disfrutaban como locos con su cortado matutino, rápido y limpio antes de llevar el niño a la guardería. El "pájaro" en cuestión empezó a escuchar la palabra "cortado" de una forma habitual en el desayuno de sus padres y los padres me pidieron consejo. Por suerte, nunca se lo dejaron probar y al no tener ni idea les sugerí a los padres que, después del desayuno del nene, le dieran un cortadito hecho con Eko. Yo había tomado ese brebaje de pequeño y no sé de nadie que lo tome pero sigue estando en las estanterías de los supermercados.

jueves, 25 de febrero de 2010

El profesor venera a su alumno: Joan-Carles Surís

Sí, estoy muy contento. Hace años pasó por el hospital un médico brillante; en aquellos tiempos la medicina del adolescente era conocida por unos pocos y Joan-Carles Surís, ese médico brillante, me hizo caso y se fué a EEUU a la Universidad de Minnesotta con "una"bestia parda" en este campo, Robert Blum. Joan-Carles se especializó en Medicina del Adolescente e hizo, además, un máster en salud pública (MPH). Al volver a España la medicina del adolescente ya era algo más conocida pero en el Hospital no tuvimos ni el espacio ni la visión de futuro para cazarlo. Hizo su doctorado "cum laude" en Barcelona, fué fichado por el Dr.Pierre André Michaud y actualmente es responsable del grupo de investigación de la salud del adolescente (GRSA) y médico asociado de la Unidad Multidisciplinària de Salud del Adolescente (UMSA) del Hospital
Universitario de Lausana (Suiza).

Es una autoridad mundial en el adolescente con enfermedad crónica (un 10% la tiene), es decir, aquélla que requiere un cuidado permanente y continuado (diabetes, enfermedades, fibrosis quística, espina bífida, etc.). Algunas afectan, además, al aspecto físico, siendo un problema añadido a la adaptación y aceptación del joven a sus compañeros y a la sociedad. Es un hecho que en la mayoría de países desarrollados aumenta el número de jóvenes con enfermedades crónicas y discapacidades. Antaño los niños con enfermedades crónicas morían muy pequeños; ahora, más del 90% superan, como mínimo, los 20 años de edad. Tratar la enfermedad crónica durante la adolescencia, una época de crecimiento rápido y cambios fisiológicos acompañados de procesos de individualización y socialización importantes, constituye un reto para el individuo, su familia y las instituciones sanitarias. En esta IV Jornada de Asociaciones de Padres de Pacientes del Hospital Sant Joan de Déu, que se celebrará mañana por la tarde, se abordarán las repercusiones de las enfermedades en el desarrollo y el crecimiento de los jóvenes y los efectos que la etapa adolescente puede tener sobre las enfermedades.

Oír al Dr. Surís es una delicia por lo mucho que sabe y lo bien que lo dice. Si usted está interesado, por su profesión o por ser un familiar afectado, no se pierda su conferencia y, por ende, todo el acto. Y si no tiene ninguna relación con el tema pero tiene hijos, es maestro, profesor, educador y quiere aprender, también.

Lady Ann Wood (Ana Bosque), responsable de las Asociaciones de Padres, un "terremoto" de mujer, es la organizadora del acto y yo le ayudo en lo que puedo.

miércoles, 24 de febrero de 2010

El color de la ropa del bebé

No sé si preguntárselo a nuestra ínclita ministra de Igualdad y ahijada del presidente de la Junta de Andalucía (Manuel Chaves), Bibiana Aído, que se gasta los dineros públicos a enseñar a las mujeres a usar su dedo para descubrir la parte central e inferior de la entrepierna en forma de botoncito.

Una de mis "Cármenes", mi enfermera del hospital de toda la vida, está a punto de ser abuela por primera vez. Es una persona incansable y apreciada por todos; siempre hace favores y nunca se enfada. Ya falta poco para el evento y la noto "alegremente nerviosa": será una niña. Como tengo que pensar en un regalo me acongoja las clásicas discriminaciones entre sexos desde el nacimiento:
  1. Por ser una niña ¿le tengo que comprar ropa de color rosa? Si fuera un varón ¿la ropa debería de ser azul?. ¿Cuándo se originó esta división de colores para los recién nacidos? Debe ser muy antigua pero no sé el por qué del colorido. Desde hace años los hombres ya llevamos camisas y polos de color rosa y nadie se escandaliza. Mi color preferido siempre ha sido el azul pero desde hace tiempo, aunque sea culibajo, paticorto y con barriga cervecera, me he dado cuenta de que las camisas de color rosa me dan prestancia. Todavía no he llegado a comprarme unos pantalones de ese color... todo se andará.
  2. En cualquier caso una antigua canción infantil nos dice lo contrario.









  3. ¿Se han de poner pendientes a la recién nacida?, ¿la discriminamos con el "anillado/piercing neonatal"? Regalar pendientes a una bebé, antaño, era el súmmun porque era una joya y valía sus dineros. Espero sus opiniones.

No sé lo que harán con la nieta de "mi" Carmen ¿rosa, azul, pendientes?; lo único que deseo es que todo les vaya bien y sean felices.

martes, 23 de febrero de 2010

Aprender a dialogar

Los niños a partir de los 9-10 años ya empiezan a ser presionados por su compañeros. Una de las habilidades que deben aprender es a dialogar sin enfrentamientos. El "tono dialogante" tiene más fuerza y crea más amigos -menos en la política española actual- y menos rencores. Los padres pueden enseñar a sus hijos a discrepar de sus colegas sin conflictos; lean:
  1. Es más fácil estar de acuerdo que en desacuerdo; podemos aprender mucho de las conversaciones en las que no coincidimos en nuestros puntos de vista, siempre que seamos capaces de escuchar y hablar de manera racional. Por desgracia, la mayoría o bien no nos atrevemos a mostrar nuestro desacuerdo o bien perdemos los papeles cuando las cosas no van como nos gustaría.
  2. No hay que tomarlo como algo personal (antes se decía "no te hagas mala sangre"). Si uno se enfada hay que recordar que es la idea o el concepto que defiende el amigo, tutor, maestro, compañero, padre, etc.) y no la persona la que lo provoca.
  3. Evitar despreciar las ideas y creencias de la otra persona. Si alguna vez alguien nos ha "atacado" o despreciado, observamos lo importante que es emplear un lenguaje y un comportamiento respetuoso. En vez de decir lo que estamos pensando (¡Qué estupidez!, ¡eres tonto!), es mejor aclarar: “No estoy de acuerdo con eso por esta razón…”. No caer en la tentación de gritar, utilizar el sarcasmo o hacer comentarios despectivos. Todos los demás comprenderán claramente lo que queremos decir, cómo se dice y lo bien que lo entienden.
  4. Utilizar frases en primera persona (yo) para expresar cómo uno se siente, lo que piensa y lo que quiere o necesita. Hablar del otro (tu) puede dar la impresión de que se está atacando o acorralando. Por ejemplo, decirle a un madre o a un padre "Siempre me recuerdas mis tareas los miércoles cuando sabes que tengo un montón de deberes" suena muy diferente que decir "me siento muy agobiado, porque hoy tengo muchos deberes. ¿Puedo hacer esas tareas mañana?".
  5. Escuchar la opinión y el punto de vista del otro. Escuchar bien es una manera de mostrar que se respeta y entiende lo que quiere decir la otra persona. Esto hará más probable que ella haga lo mismo. Cuando la otra persona habla, hay que tratar de no pensar por qué no se está de acuerdo o lo que se va a contestar y poner atención en lo que está diciendo. Cuando nuestro turno para hablar, repita cualquier punto importante que la otra persona haya mencionado para demostrar que se ha escuchado y oido lo que dijo. Luego, con tranquilidad, explicaremos nuestros argumentos y por qué no estámos de acuerdo.
  6. Mantener la calma. Esto es lo más importante que podemos hacer en una conversación. Desde luego, es todo un reto conservar la calma y ser razonable cuando uno está enfadado o exaltado por algo, sobre todo si la persona con la que se está hablando lo hace con poco respeto y gritando. Puede ser necesario comportarse como la persona madura que sabe llevar tranquilamente la conversación, aunque el otro sea uno de los padres.
Conclusión para padres e hijos: el respeto no sólo debe tenerse en cuenta en las conversaciones difíciles. Ser amable y considerado con los miembros de la familia, del trabajo, de la escuela y gente de la calle, nos ayudará a dominar aquellas situaciones o momentos en que no estemos de acuerdo con alguien. Eso es exactamente lo contrario de lo que nos enseñan en los muchísimos programas "telebasura". Si un niño ve eso aprende todo lo contrario de lo escrito más arriba.

lunes, 22 de febrero de 2010

El "sexting" ¿un problema judicial para los jóvenes?

Los anglosajones tienen una habilidad especial en hacer abreviaciones o acrónimos de problemas complejos. Uno de los más recientes, referido a los adolescentes, es la práctica del "sexting" = contenido sexual (de uno mismo) más texto enviados por sms.

¿Por qué ocurre este fenómeno? Los adolescentes combinan varias facetas: el impulso sexual, la curiosidad y su entrega total a los medios de comunicación y a la tecnología. Ello ha generado un nuevo fenómeno -peligroso- que puede tener repercusiones penales. Los propios niños o adolescentes podrían ser acusados de delincuentes sexuales.
  1. Los adolescentes viven en un mundo en que la vida está dominada por imágenes en todas partes. La expresión sexual del cuerpo es más explícita que nunca en la televisión, anuncios, revistas, actores y hasta en YouTube.
  2. Los adolescentes de hoy han crecido como "nativos digitales" - y están enchufados al móvil -con cámara- en todo momento.
  3. La apariencia personal y la atracción sobre el sexo contrario son estímulos muy poderosos.
  4. La adolescencia es un período cambio hormonal, de rebeldía, de independencia, de identidad y de experimentación en el que sólo importa el presente y el futuro es difícil de imaginar.
Las imágenes que envían pueden ser introducidas en Internet y dar la vuelta al mundo sin posibilidad de detenerlas. La policía rastrea el mundo de los pederastas y la pornografía infantil; ahora se añade un problema complejo, la imagen de un/a menor que por voluntad propia y sin ser acosado/a puede aparecer como reclamo sexual sin que sus padres sepan nada. ¡Tremendo!.

El omnipresente Google tiene una opción, SafeSearch, muy fácil de cambiar de desactivado a estricto. En el modo desactivado se puede acceder a todo tipo de imágenes. Cuando los papás se acerquen a ver los que buscan sus hijos miren la pantalla del ordenador para saber si están en la opción desactivada.

domingo, 21 de febrero de 2010

Ana Rosa Quintana Hortal

Es una de las presentadoras españolas de televisión más populares y su primer programa en televisión fue de los que recuerdo con más sentido común y aleccionador para el espectador. Nació el 12 de enero de 1956 en Madrid, en el seno de una familia de clase media. Hija de José Antonio -empresario de coches- y Carmen. Mientras estudiaba en la universidad, trabajaba por las mañanas junto a su padre. En 1980 se licenció en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de su ciudad natal.

Empezó su carrera en la radio y en los años ochenta inició su labor en la televisión. A principios de esa década comenzó a presentar, junto a Alberto Delgado, Telediario-Última Edición de TVE; y ahí empezó a hacerse popular. Once años después empezó a trabajar en Telecinco en el programa "Veredicto", mítico programa de televisión donde se celebraba un juicio a modo de arbitraje para problemas entre amigos o vecinos; lo que sigue de su labor como presentadora ya lo conocen de sobras. El programa Veredicto lo recuerdo perfectamente por varios motivos: era instructivo, había un jurado popular que votaba con unas bolas de color y finalmente un magistrado jubilado daba su veredicto. Eran casos sencillos, casi de estudiante de derecho, pero me sirvió para darme cuenta de lo difícil que es impartir justicia en casos que parecían una chorrada; la presentadora me impresionó por su buen hacer y su elegancia y, aunque después se dedicó a otros menesteres -incluso al plagio-, he sabido de sus éxitos en las emisiones matutinas que jamás he vuelto a ver.