¿Quién puede dudar de que las vacunas son una de las grandes aportaciones de la medicina a la humanidad? Gracias a la vacuna de la polio no vemos paralíticos; la viruela ha desaparecido y pocos se acuerdan de la difteria, el tétanos, el sarampión o las paperas -pero existen.
Sin embargo, las vacunas están cada dos por tres en el candelero. ¿ Son siempre beneficiosas? Un niño recibe más de 35 vacunas antes de ser adulto y luego una cada 10 años (recordatorio del tétanos). Si va de viaje recibirá alguna más. ¿Pueden resultar perjudiciales tantas vacunas, especialmente, antes de los 9 meses de edad? Ese es el debate. Sólo personas con unos criterios particulares se niegan a vacunar a sus hijos. La respuesta para ellos es bien sencilla: que lleven a su hijo a África durante una temporadita para ver qué pasa. Otros, con mucho criterio, preguntan si es inocuo poner tantas vacunas a niños tan pequeños. Lo cierto es que parece que así es.
Sin embargo, estamos asistiendo a un aumento de trastornos de forma epidémica como el déficit de atención con o sin hiperactividad, o el autismo (en California, en los últimos 10 años ha aumentado un 273%). ¿Es eso debido a los productos tóxicos que contiene la vacuna o es el precio que hemos de pagar por vivir, aparentemente mejor, en una sociedad totalmente contaminada? Tenga en cuenta que en estos momentos hay en su casa unos 40 productos tóxicos y que, en la actualidad, inhalamos y comemos componentes químicos constantemente, desde que nacemos hasta que morimos.
En la consulta me topo con tres tipos de pacientes:
a) Los que dicen: "Póngale todas las que hayan y si sale alguna más, también".
b) Los que se fían de mi opinión y criterio.
c) Los que se niegan rotundamente a vacunar a su hijo.
Ahora, ustedes me preguntarán: ¿cuál es su criterio? Y yo les respondo: ¿cuál es el suyo? Espero sus comentarios.
Sin embargo, las vacunas están cada dos por tres en el candelero. ¿ Son siempre beneficiosas? Un niño recibe más de 35 vacunas antes de ser adulto y luego una cada 10 años (recordatorio del tétanos). Si va de viaje recibirá alguna más. ¿Pueden resultar perjudiciales tantas vacunas, especialmente, antes de los 9 meses de edad? Ese es el debate. Sólo personas con unos criterios particulares se niegan a vacunar a sus hijos. La respuesta para ellos es bien sencilla: que lleven a su hijo a África durante una temporadita para ver qué pasa. Otros, con mucho criterio, preguntan si es inocuo poner tantas vacunas a niños tan pequeños. Lo cierto es que parece que así es.
Sin embargo, estamos asistiendo a un aumento de trastornos de forma epidémica como el déficit de atención con o sin hiperactividad, o el autismo (en California, en los últimos 10 años ha aumentado un 273%). ¿Es eso debido a los productos tóxicos que contiene la vacuna o es el precio que hemos de pagar por vivir, aparentemente mejor, en una sociedad totalmente contaminada? Tenga en cuenta que en estos momentos hay en su casa unos 40 productos tóxicos y que, en la actualidad, inhalamos y comemos componentes químicos constantemente, desde que nacemos hasta que morimos.
En la consulta me topo con tres tipos de pacientes:
a) Los que dicen: "Póngale todas las que hayan y si sale alguna más, también".
b) Los que se fían de mi opinión y criterio.
c) Los que se niegan rotundamente a vacunar a su hijo.
Ahora, ustedes me preguntarán: ¿cuál es su criterio? Y yo les respondo: ¿cuál es el suyo? Espero sus comentarios.