sábado, 16 de junio de 2007

Situación dura y difícil: muerte de un ser querido

Lo único seguro que sabemos seguro en la vida es que moriremos algún día. La muerte en nuestra sociedad es un tema casi tabú. Poco se habla de ella; se habla "de los muertos". Desgraciadamente, en la consulta, acabo de vivir varias situaciones de muertes o desapariciones de seres queridos. La reacción frente a esta situación suele coger desprevenidos a las personas que rodean al niño.


Un niño puede tener una reacción de duelo no sólo ante la muerte de un padre, sino también si éste contrae una enfermedad grave y/o crónica o si sus padres se divorcian (Incluso si sigue manteniendo el contacto con ambos padres después del divorcio, puede añorar la familia que una vez tuvo). Los niños también pueden tener reacciones de duelo ante la pérdida de un hermano, un abuelo, una canguro muy querida o una mascota.

Para un niño pequeño, la muerte es algo incomprensible que desencadena una tremenda crisis. Los niños de menos de cinco años no pueden entender la permanencia de la muerte. Por este motivo, la primera fase del duelo suelen ser un período de protesta y de esperanza por la vuelta del padre perdido. Muchos niños acuden a la fantasía para conseguir que esto ocurra, imaginándose al padre fallecido en situaciones y lugares familiares. Cuando empieza a darse cuanta de que se ha ido para siempre, llega la desesperación y la protesta. Los niños de más edad suelen reaccionar aislándose; un escolar puede volverse taciturno y mostrar menos creatividad y menos entusiasmo en sus juegos. Cuanto más angustiados y más distantes estén los demás miembros de la familia, mayor será la desesperación del niño.

Al final, el niño superará su desesperación y volverá a recuperar la confianza en los demás. A lo largo de toda su vida, habrá momentos en que volverá a tener, de forma consciente o inconsciente, sentimientos de pérdida y de duelo, sobre todo en los cumpleaños, las vacaciones y durante otras circunstancias especiales; por ejemplo, cuando caiga enfermo o cuando tenga algún logro académico importante. En estos momentos es posible que el niño exprese su tristeza y reclame al ser perdido.

Cómo ayudar a su hijo a elaborar el duelo. Las siguientes recomendaciones pueden ayudarle a darle a su hijo el amor, el consuelo y la confianza que necesita durante y después de este duro trance:
1. Intente mantener la rutina diaria de su hijo lo máximo posible. Pida a las personas que su hijo aprecia y en las que confía -parientes, canguros, profesores o monitores- que estén con él cuando usted no pueda estar a su lado.
2. Explique las cosas con calma y teniendo en cuenta su nivel de comprensión y sus posibles sentimientos de culpa. Dele explicaciones sencillas pero verdaderas. No le explique cuentos de hadas que sólo conseguirán confundirlo y darle falsas esperanzas. Si su hijo tiene más de tres años, asegure que nada de lo que él hizo o pensó provocó la muerte de la persona querida y que nadie está enfadado con él. Para estar seguro de que ha entendido lo que le ha explicado, pídale que se lo repita.
3. Es importante dejarse ayudar por sus seres queridos. Es difícil dedicarle a un hijo toda la atención y darle todo el apoyo que necesita cuando se está sumido en la desesperación. Sus mejores amigos y familiares pueden ayudarle mucho, proporcionándole a su hijo el cariño y el apoyo que necesite cuando se sienta solo y perdido. Si ha perdido un hijo, es muy importante que usted y su pareja intenten apoyarse mutuamente en lugar de aislarse el uno del otro.
4. Esté abierto a hablar sobre la pérdida durante semanas, meses y años. Incluso aunque parezca que su hijo se ha recuperado de la pérdida antes que usted, el duelo permanecerá latente en él durante años -y probablemente, de forma larvada, durante el resto de su vida. Su hijo necesitará su apoyo y su comprensión para ir asimilando la pérdida. Conforme vaya haciéndose mayor, probablemente le hará preguntas cada vez más sofisticadas sobre las circunstancias y las causas de la muerte del ser querido. Por muy doloroso que pueda ser para usted recordar los hechos, intente contestar a su hijo franca y directamente. Cuanto mejor consiga entender lo ocurrido, más fácil le resultará estar en paz con el pasado.

¿Debe asistir un niño pequeño al funeral?
La conveniencia de que un niño pequeño asista o no al funeral de una persona muy allegada es algo que depende de su nivel de comprensión, su madurez emocional y su deseo explícito de participar en la ceremonia. Si parece estar muy asustado y ansioso, o no logra entender el sentido de la ceremonia, lo más sensato es que no asista. Por otra parte, si parece capaz de controlar sus respuestas y desea estar presente para despedirse de la persona fallecida, asistir al funeral puede servirle de consuelo y ayudarle a elaborar el duelo.

Si acaba decidiendo llevar a su hijo al funeral hay que prepararle para lo que se va a encontrar. Así mismo, arregle las cosas para que algún familiar o canguro pueda llevarse al niño en el caso de que tenga que abandonar el funeral. De este modo, usted también tendrá mayor libertad para satisfacer sus propias necesidades emocionales durante la ceremonia.

Si usted considera que es mejor que su hijo no asista al funeral, puede organizar más adelante una visita menos formal a la tumba del ser querido. Aunque puede resultar estresante para el niño, probablemente le ayudará a entender mejor lo ocurrido.

No se puede saber cuánto tiempo tardará un niño en elaborar el duelo. Probablemente su hijo presentará síntomas de recuperación de forma gradual, habiendo primero horas, luego días y al final semanas en que actuará prácticamente igual que antes del fallecimiento. Si no empieza a tener breves períodos de normalidad cuando hayan pasado entre cuatro y seis semanas o a usted le parece que la desesperación inicial es demasiado intensa o dura demasiado tiempo, hable con el pediatra.

Aunque es normal que un niño eche en falta a un padre o un hermano desaparecido de vez en cuando, no es normal que la tristeza oscurezca todas las facetas de su vida durante años. Si su hijo piensa y/o habla constantemente sobre la muerte, de tal modo que el duelo le domina constantemente e interfiere con su vida social y emocional, debería llevarlo a un profesional de la salud mental. El pediatra puede recomendarle uno.

Su hijo también necesita que usted vuelva gradualmente a funcionar con normalidad. Después de perder a su pareja o a un hijo, puede costarle meses volver a la rutina cotidiana y todavía más superar sus sentimientos de angustia y tristeza. Si ya ha pasado un año desde el fallecimiento y usted todavía no ha podido normalizar su vida o si el duelo ha dado paso a la depresión, debería buscar ayuda profesional. Tanto usted como su hijo se beneficiarán de ello.

viernes, 15 de junio de 2007

Móvil si o móvil no. ¿hay más riesgo de cáncer?

¿Quién no tiene móvil? Al final del 2004 ya habían más de mil millones de abonados en más de 200 países de todo el mundo. Los primeros móviles solo transmitían sonido, eran analógicos; los de ahora transmiten imagen y sonido con ondas de radiofrecuencia. El uso del móvil ha representado un auténtico boom y está generando nuevos trastornos como dependencia absoluta de él. También preocupan las posibles efectos de las radiaciones y los microondas. Se han hecho muchos estudios sobre su riesgo sobre la salud. La conclusión: Los sabios dicen que no pero no aseguran que sean totalmente inofensivas; en otras palabras si el riesgo existe, éste es mínimo.
Han de pasar años para que sepamos lo que ocurrirá. Lo cierto es que el móvil es un objeto curioso: lo llegas a anhelar o lo llegas a aborrecer. Algunas personas viven más felices. No tienen móvil.

jueves, 14 de junio de 2007

Alta Escuela de Negociación en casa; triunfe en 30 segundos


Los padres negocian con sus hijos; la mayoría de las veces como Dios les da entender, otros tienen criterios claros y algunos van a la deriva. Frecuentemente, se recurre al soborno, falsas promesas, etc.

Pero el tema de hoy es diferente. Propongo a los padres que realicen contratos con sus hijos en diferentes etapas de la vida. Los instrumentos electrónicos han invadido nuestra vida de tal forma que ni los adultos nos sustraemos a ellos (móviles, mp3, consolas, DVD, pantallas planas.....).

A medida que el niño crece va entrando en este mundo y va pidiendo que se le compren estos aparatos, muchas veces con un argumento desestabilizador para los padres: "Todos lo tienen y yo no" Esta frase repetida hasta la saciedad llega a tamblaear los esquemas de los padres y dudar si están obrando bien o mal "con el nene".

Es por ello que les propongo una Escuela de Negociación con los siguientes puntos:

  1. Los padres han de decidir, entre ellos, cuando introducirán la electrónica en la vida de sus hijos (móviles, consolas, messenger....)
  2. Lo mismo para otras situaciones: salidas, vuelta a casa por la noche, semanadas, compra de una moto....)
  3. Lo anunciarán a bombo y platillo. Así los hijos saben a que atenerse. Por ejemplo, el móvil a partir de los 14 años, la moto a partir de los 18 si se lo paga todo él.
  4. Antes de comprar se reune el consejo familiar: padres e implicados y se redacta un contrato de horas o condiciones de uso que incluirá donde se coloca, horas de uso, rotación entre hermanos, etc.
  5. Si el niño exige algo antes de tiempo los padres responderá en plan peliculero: "Ya quedó claro, tema no negociable"

Dejar las cosas claras antes de que ocurran de forma inevitable libra a los papás de muchos quebraderos de cabeza. Por la mente de los hijos pasará la siguiente reflexión enfurecida: "Mis padres me marginan" Pero no se amilanen, vivirán traquilos y en armonía. Cuando los hijos sean adultos les darán la razón.


miércoles, 13 de junio de 2007

Los terribles dos. "Terrible two"

Estoy metido en un lío tecnológico para intentar promover un aparato electrónico. Yo sólo no puedo hacerlo; ni tengo conocimientos suficientes ni capacidad para abarcar tantas cosas. Esta mañana he conocido a un experto en estos temas. De pasada me ha comentado que tiene un niño de 18 meses. No he querido comentarle nada porque no soy su pediatra pero, sin dudar, su vástago está entrando en una fase del desarrollo infantil denominada por los anglosajones "terribles dos" (años). A esta edad el niño se vuelve negativista, oposicionista y desafiante. Muchos parecen monologuistas de una sola palabra. Sólo repiten ¡no! ante cualquier propuesta que le hagas aunque los papás sepan positivamente que le gusta hacerlo.

No se agobien; se cura con el tiempo. Un día, si me lo recuerdan, les explicaré como se interpreta la palabra no a los dos años.

martes, 12 de junio de 2007

¡Chollo!. Librito gratis para papás

¡Qué pocas cosas gratis son buenas!. Siempre que te ofrece algo gratis se te pone la mosca detrás de la oreja. Bueno, pues esta vez no. Por lo menos, está avalado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de EE.UU. El título es sugerente: "¿Qué significa ser padres?. Guía para ayudarles a tener éxito como padres y madres de familia". Uno pensaría que ha de ser un tocho de mucho cuidado pero no; tiene tan sólo 64 páginas. Su planteamiento es sencillo y directo. Facilita la reflexión de los padres con ejemplos prácticos hasta los 14 años. ¡Catorce años de vida en 64 páginas!, imposible. Es difícil pero me gusta. Lo pueden bajar por Internet pulsando aquí.

lunes, 11 de junio de 2007

SILVIAM


Nunca hay oído esta palabra. No existe. Tampoco SILVIAM. ¿Qué significa, quién es?.

En esta nota quiero hacer un pequeño homenaje a SILVIAM. ¿Pero que significa, por favor? Es la primera parte del correo electrónico de nuestra secretaria de Pediatría del Hospital. Se llama SILVIA M....... Siempre ha sido muy amable conmigo y le estoy muy agradecido. Cuando la conocí ya trabajaba mejor que esta secretaria que les (pulse) muestro . Pero ahora miren lo rápida que es en su trabajo. Pulse Admirable.

Cámbiese el reloj o sus pulseras habituales de una muñeca a la otra

¿Lo han probado? Con toda seguridad se habrán encontrado incómodos. Desde que nace el bebé "va a un pañal pegado"; tanto que forma parte de él. Desprenderse del pañal y aprender a usar el orinal o el váter es un proceso progresivo.
De cara al verano y antes de ir a la guardería muchos papás, con toda la buena fe, les retiran el pañal de un día a otro. El niño/a se queda aturdido: "¿dónde haré caca si me han quitado el pañal?", piensa. A partir de ahí en muchos niños se desencadena un fenómeno que yo lo denomino MIEDO A DEFECAR : se esconden, se aguantan apretando las piernas, lloran, se vuelven estreñidos con lo cual se añade dolor al acto de defecar. Hoy he visitado tres niños con este problema. Suelen tener entre tres y cuatro años. Reeducar a un niño que no puede entender bien lo que se le explica, y no puede expresar sus sentimientos, es complejo. Tampoco se trata de que vea cómo es y cómo funciona un sanitario. Pero en algunos niños el entrenamiento para controlar esfínteres es un proceso más prolijo.
Ahora voy a lo del reloj o las pulseras. A que se han sentido incómodos. Pues ahora les sugiero que piensen una cosa: si desde este momento no existieran lugares para defecar (váteres, lavabos) ¿qué haría usted?. Seguramente lo que hace cuando va en coche y tiene una necesidad imperiosa: esconderse tras unos matorrales para que no le vean "sus partes nobles" y ¡buf!, que descanso....
Cuando al niño se le quita el pañal de forma brusca los papás deben saber si está preparado para ello.

domingo, 10 de junio de 2007

¿Podemos ir de vacaciones con el bebé de tres meses al Nepal?

Me quedé atónito a oír esta pregunta. ¡hombre, como poder ir se puede pero no es el lugar más fácil ni cómodo para el bebé!. "¿Cómo se les ha ocurrido un país tan original y seguro para el nene?"."Es que mi marido es un apasionado de los viajes y este año toca el Nepal". Jolín, pensé yo, igual ya están apuntados a vuelo espacial. Le pregunté con buena intención: "¿Tienen a algún familiar/pariente, conocen bien el idioma, saben donde acudir si hay algún servicio de urgencias para niños? "No, pero antes de tener al bebé nos hemos espabilado bien en todas partes." Conseguí que cambiaran a otro año más posterior; no sé dónde fueron pero seguro que a la Baleares no. Por cierto, hay una isla de ellas que puede ser de riesgo para niños en caso de enfermedad ¿Cuál es la isla?. Ruego a los que me lean me respondan a este concurso. Sólo hay que clicar abajo para dar la respuesta que puede ser anónima.

La vida te enseña que hay personas nacidas con estrella, pueden hacer las cosas más insólitas y siempre están tan panchos. Y la mayoría somos "medio pensionistas". A veces va todo viento en popa y en otras ocasiones no levantas cabeza.
En el fondo, todo este preámbulo viene a cuento por Las Enfermedades Infecciosas Emergentes:
  1. Enfermedades de nueva aparición en una población.
  2. Enfermedades que han existido en el pasado, pero con un aumento rápido en su incidencia o en un área geográfica . Han aumentado do con respecto a las dos décadas pasadas o amenaza con incrementarse en el futuro. La emergencia podría deberse a la propagación de un nuevo agente, al reconocimiento de una infección que ha estado presente en la población pero ha pasado inadvertida, o al descubrimiento que una enfermedad establecida tiene un origen infeccioso. La emergencia podría utilizarse también para describir la reaparición (o reemergencia) de una infección conocida después de una disminución en su incidencia.

La reemergencia podría suceder debido a la pérdida de medidas en la salud pública para infecciones previamente controladas. La malaria (paludismo), la tuberculosis, el cólera, la tos ferina, las infecciones por neumococo, la gonorrea, la gripe.
Las enfermedades emergentes incluyen: el SIDA, SARS, la enfermedad de Lyme, Escherichia coli O157:H7 (E. coli), y otras.

Los pediatras tenemos que reciclarnos en enfermedades que habíamos estudiado como raras: dengue, filaria, enfermedad de Chagas y otros parásitos.