domingo, 8 de abril de 2007

Un semáforo es educativo: úselo

Mi hija estudió en Alemania durante unos años. Un día de lluvia y frío, ella y su amiga se disponían a cruzar una calle señalizada. La calle estaba totalmente desierta; únicamente se divisaba a lo lejos un vehículo que estaba aparcado. El semáforo de peatones estaba en rojo. ¿Tenían que esperar a que se pusiera de color verde? El "españolito" medio es más avispado. ¿Para qué esperar si no había ni un alma? Tras mirar a ambos lados para asegurarse de que no venía nadie, atravesaron la vía tranquilamente. Muy a su pesar, el coche aparcado era de la policía. Inmediatamente dos agentes se apearon y las abordaron. Muy amablemente les dijeron que habían cometido una infracción: cruzar la calle cuando estaba prohibido. La cosa no pasó a mayores, pero me impresionó.

Yo no entiendo ni torta de alemán. En una ocasión en que mi mujer y yo visitamos a mi hija, me fijé en los carteles con letras rojas que colgaban bajo los semáforos de la ciudad. Más o menos decían lo siguiente: "Si usted cruza en rojo, su hijo aprenderá a pasar en rojo". Algunos listillos pensarán "menudo rollo, estos alemanes son unos exagerados...".

Sin embargo, el semáforo puede aprovecharse como un elemento educativo fácil de usar. Debemos enseñar a los niños a pasar los lugares señalizados y parar cuando está en rojo aunque no se vea ni un alma hasta que el semáforo cambie a verde. Esto, aunque pueda parecer una chorrada, ejerce y promueve el autodominio de uno mismo, así como el respeto a las normas sociales.

Y usted, ¿cruza cuando el semáforo está en rojo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con usted, aunque para que negarlo... hagamos examen de conciencia... ummmmm, si! suelo cruzar en rojo si no hay vehículos a la vista ... A NO SER QUE esté esperando también para cruzar un niño (normalmente acompañado de adulto), entonces permanezco donde debo, y más de una vez ha ocurrido que yo me quede ahí paradita mientras que el papa o la mama cruza en rojo con el niño ... esas veces me indigno y me reafirmo a la par, y sigo manteniendo ahí... donde debo.