Sin duda muchas cosas, pero hay una en concreto por la que siento una verdadera admiración. Hace poco leí una noticia que me llamó la atención: a Spielberg le habían vendido un cuadro falso. Bueno -pensarán-, eso no es nada nuevo. Es verdad. Pero da la casualidad de que este director de cine es el mayor coleccionista de obras del ilustrador estadounidense Norman Rockwell. A algunos no les sonará mucho, pero les invito a conocer sus dibujos y pinturas. A mí me entusiasma y en mi blog se toparán con más de una reproducción suya que utilizo para ilustrar mis textos. Espero que nadie me denuncie por ponerlas sin permiso: voy de buena fe.
De modo afable y cariñoso, Rockwell recoge en sus obras al niño, al joven, a la familia, a los abuelos, los problemas cotidianos y los conflictos raciales con una perspicacia psicológica increíble. Las imágenes de este gran ilustrador invitan a sonreír, a meditar y a pensar que hay gente buena. Creo que tengo todos los libros en los que se puede ver su obra completa. En mis conferencias médicas o charlas a padres siempre encuentro alguna que puedo insertar, porque enfatizan los contenidos. Además de incitar la risa y de ser relajantes, me ayudan a captar la atención del público.
Lean junto con sus hijos libros de cuentos, de dibujos, de aventuras, y cuando ya sean más mayorcitos, pongan un "rockwell en su vida". Ojalá sus hijos aprendan y practiquen una recomendación que dejó escrita en lo que se considera el "testamento" de Baden Powell.
De modo afable y cariñoso, Rockwell recoge en sus obras al niño, al joven, a la familia, a los abuelos, los problemas cotidianos y los conflictos raciales con una perspicacia psicológica increíble. Las imágenes de este gran ilustrador invitan a sonreír, a meditar y a pensar que hay gente buena. Creo que tengo todos los libros en los que se puede ver su obra completa. En mis conferencias médicas o charlas a padres siempre encuentro alguna que puedo insertar, porque enfatizan los contenidos. Además de incitar la risa y de ser relajantes, me ayudan a captar la atención del público.
Lean junto con sus hijos libros de cuentos, de dibujos, de aventuras, y cuando ya sean más mayorcitos, pongan un "rockwell en su vida". Ojalá sus hijos aprendan y practiquen una recomendación que dejó escrita en lo que se considera el "testamento" de Baden Powell.
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