viernes, 6 de abril de 2007

Nuevas vacunas ¿acabará el niño/joven como un colador?

¿Quién puede dudar de que las vacunas son una de las grandes aportaciones de la medicina a la humanidad? Gracias a la vacuna de la polio no vemos paralíticos; la viruela ha desaparecido y pocos se acuerdan de la difteria, el tétanos, el sarampión o las paperas -pero existen.

Sin embargo, las vacunas están cada dos por tres en el candelero. ¿ Son siempre beneficiosas? Un niño recibe más de 35 vacunas antes de ser adulto y luego una cada 10 años (recordatorio del tétanos). Si va de viaje recibirá alguna más. ¿Pueden resultar perjudiciales tantas vacunas, especialmente, antes de los 9 meses de edad? Ese es el debate. Sólo personas con unos criterios particulares se niegan a vacunar a sus hijos. La respuesta para ellos es bien sencilla: que lleven a su hijo a África durante una temporadita para ver qué pasa. Otros, con mucho criterio, preguntan si es inocuo poner tantas vacunas a niños tan pequeños. Lo cierto es que parece que así es.

Sin embargo, estamos asistiendo a un aumento de trastornos de forma epidémica como el déficit de atención con o sin hiperactividad, o el autismo (en California, en los últimos 10 años ha aumentado un 273%). ¿Es eso debido a los productos tóxicos que contiene la vacuna o es el precio que hemos de pagar por vivir, aparentemente mejor, en una sociedad totalmente contaminada? Tenga en cuenta que en estos momentos hay en su casa unos 40 productos tóxicos y que, en la actualidad, inhalamos y comemos componentes químicos constantemente, desde que nacemos hasta que morimos.

En la consulta me topo con tres tipos de pacientes:
a) Los que dicen: "Póngale todas las que hayan y si sale alguna más, también".
b) Los que se fían de mi opinión y criterio.
c) Los que se niegan rotundamente a vacunar a su hijo.

Ahora, ustedes me preguntarán: ¿cuál es su criterio? Y yo les respondo: ¿cuál es el suyo? Espero sus comentarios.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho su blog. Es muy buena idea y muy útil para los padres, especialmente si son primerizos. Es interesante conocer el punto de vista del experto que se ocupa de nuestros pequeños, que pienso que no sólo tiene que enfrentarse a las enfermedades de los niños, sino a las exigencias de los progenitores. Muchas gracias y enhorabuena.

Anónimo dijo...

No cabe duda de que las vacunas constituyen uno de los mayores avances de la biomedicina. Gracias a ellas se ha reducido notablemente la mortalidad infantil, así como la senil; a veces se nos olvida que la inmunización contra la gripe salva la vida a muchas personas mayores cada año.
Las vacunas son cada vez más seguras y rechazarlas supone exponer al niño innecesariamante a infecciones. Quienes se oponen a ellas normalmente lo hacen por causas ajenas a principios científicos ¿Por cierto, doctor, sabe usted si en algún laboratorio se está ensayando algún preparado inmunológico contra la estupidez humana?